Los efectos del uso de celulares y tablets son un tema de discusión entre profesionales de salud y docentes, que ven cómo afecta a niños y adolescentes.
Según publicó la Unesco en un informe, el celular en las escuelas, cuando se usa excesivamente y sin control, ya no es un gran aliado. Y sería en una buena parte el responsable del bajo rendimiento académico que presentan hoy los chicos.
En tanto, días atrás, la Sociedad Argentina de Pediatría advirtió que “el uso abusivo de los dispositivos desencadena alteraciones en la atención, la memoria, el aprendizaje y –fundamentalmente– dificultades para la interacción social, la expresión de sus sentimientos, el control de los impulsos y el comportamiento, así como también la adquisición del lenguaje”.
SÍNTOMAS PSICOSOMÁTICOS
Fernando Fournier, médico pediatra y presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría, filial Concordia, dialogó con Mirador Entre Ríos, contó cómo trabajan para tratar de ayudar a los padres y brindó recomendaciones para poder poner límites y controlar el uso de tecnologías.
“Lo que vemos son síntomas psicosomáticos que se adosan al excesivo uso de pantallas, o sea, los padres no van a hacer consulta porque usan mucho tiempo las pantallas, sino que consultan por cefalea, dolor abdominal, trastornos visuales, insomnio o que se duermen demasiado tarde, es decir otros síntomas que están relacionados con el uso excesivo de pantallas”, comentó.
–¿Qué tipo de problemas o trastornos se ven más comúnmente?
–Siempre que consultan vienen por problemas en la vista, pero también explicamos que esas pantallas tienen una luz azul que estimula a nivel ocular a las personas y les provoca una disminución de la producción de melatonina. A la tarde, cerca de las 19, producimos melatonina, que es una hormona que está relacionada con el sueño, por eso empezamos a producirla en ese horario, para poder conciliarlo a la noche, pero si sobreestimulamos el ojo con esa luz azul en ciertos horarios, hacemos que se produzca menos cantidad de esa hormona y tengamos menos tendencia al sueño en horarios razonables. Deberíamos suspender las pantallas a la noche para que los niños puedan dormir y descansar las horas que corresponde.
Además, hay trastornos a nivel cervical, dolores en el cuello, contracturas, por cómo se usa el celular en una postura que genera eso. Algunos niños tienen tendinitis en los dedos por escribir y jugar con el celular. Los trastornos se dan en distintos niveles porque también se ha visto que la parte cognitiva se ve afectada, porque muchos padres creen que serán más inteligentes por saber usar la tecnología pero la respuesta es que no, ya que tienen todo al alcance de la mano sin razonar, sin poder pensar, así como también entran en redes sociales o aplicaciones en las que pueden encontrar contenido que no es conveniente para chicos y adolescentes por lo que tendría que haber un control parental mucho mayor con respecto a lo que ven y a qué aplicaciones acceden.
RECOMENDACIONES
–¿A qué edad sería recomendable comenzar a usar pantallas?
–Siempre por encima de los 2 o 3 años, antes de esa edad la recomendación es cero, aunque no se cumple. Un bebé no necesita una pantalla para comer, dormir o tranquilizarse. Recomendamos volver a las fuentes, que el tutor les lea un libro, que invente cuentos, así estimula la imaginación para que pueda usarla.
Entre los 2 y los 5 años se recomendaría una hora de pantalla, y arriba de esa edad lo que se aconseja es que vean la pantalla pero que los papás miren junto con ellos para que busquen cuestiones educativas y puedan compartir cosas que sí sean convenientes. La tecnología vino para quedarse y no es mala siempre que le demos el uso que corresponde y no estemos dándole el celular al niño para que no moleste, ya que sabemos que deberían jugar como siempre, con juegos de mesa, juegos de roles con imitación de profesionales, maestros o sus padres mismos.
–La inmediatez que dan las tecnologías ¿Qué efectos tiene?
–Notamos que ya no existe la capacidad de espera. Como la tecnología te da la información o el entretenimiento en el momento se están generando personas que no saben ni quieren esperar porque siquiera escribo, sino que con un mensaje de voz puedo hacer una pregunta y se me responde. Todo esto genera ansiedad y frustración porque los chicos quieren resolución de los problemas ya, y a veces los problemas se resuelven con tiempo, eso es algo que deben aprender.
ACTUALIZACIÓN
–Esto es relativamente nuevo para ustedes ¿Cómo se actualizan?
–Nos actualizamos y sabemos que la tecnología vino para quedarse, así que constantemente estamos escuchando charlas de personas que nos hablan acerca del uso de pantallas, de cómo hay que manejar las redes sociales, de la puesta de límite y de los nuevos comportamientos y qué sugerir para que se puedan informar como para saber qué están mirando niños y adolescentes. Es fundamental aconsejar controlar, ver, observar, acercarse a los hijos para saber qué está pasando. Los papás tienen que seguir obteniendo información, así como nosotros nos vamos a seguir capacitando sobre los avances tecnológicos y cómo esto puede afectar la salud.
Yo soy de una generación en la que no había demasiada tecnología y ahora está al servicio, está en todos lados, así que tuvimos que adaptarnos. Nosotros, como profesionales, sugerimos volver a las fuentes. Los papás están para poner límites y les está costando hacerlo. Antes llegaba cierta hora, se apagaba la TV y los chicos se iban a dormir, eso debería volver a ocurrir, tienen que fomentar la lectura también, compartir momentos con los chicos, al menos de noche, estar para que no reemplace la tecnología.