Foto:Gentileza.
Lucía Dozo
El documental “Messi, la leyenda en París” para el canal C8 de la televisión francesa recuerda la infancia del ídolo en Rosario, los inicios que lo llevarían a consagrarse en el universo futbolístico. Dirigido por Guillaume Genton y Thibault Gitton, el material da voz a aquellos cercanos a Messi, a los seguidores de su trayectoria y a sus colaboradores de larga data. Cuenta con algunas revelaciones sobre su infancia, el entre bastidores de su traslado al Paris Saint-Germain (PSG) y la vida cotidiana del ídolo.
El periodista Juan Mascardi fue parte del equipo de seis personas que volvió a poner el foco en los pasos iniciáticos de Lionel Messi en un trabajo que “apunta a deconstruir el fenómeno global Messi y combina desde su infancia en zona sur hasta su presente”. Mascardi nació en Colón (Buenos Aires), en 1974. Es licenciado en Comunicación Social y especialista en Comunicación Digital por la Universidad Nacional de Rosario; director de la licenciatura en Periodismo y la licenciatura en Producción y Realización Audiovisual en la Universidad Abierta Interamericana - sede Rosario. Trabajó como cronista en “Los días contados” y “Telefé Noticias” de Canal 5 - Rosario, escribe y dirigió el ciclo de crónicas audiovisuales “Sustancias elementales” (Canal Encuentro - Televisión Digital Abierta TDA) y dirige el proyecto digital “Crónica Z”.
En su prolífica trayectoria se destacan sus trabajos periodísticos en la revista “Replicante” (México) y “Rosario Express”. Fue director y guionista del documental “Querido Doctor” (2009) y guionista del documental “Tras los pasos de El Hombre Bestia” (2012). Fue finalista de los premios CEMEX-FNPI en 2007, en la categoría Televisión, por la crónica “Gud Mornin Colón”, que aborda la difusión de la cumbia en las radios de baja potencia de Argentina. Es docente de Guión, Periodismo Televisivo y Taller de Documentales.
En diálogo con Mirador Provincial, Mascardi habla acerca de los ídolos deportivos de la ciudad, la “rosarinidad” y cómo narrarlos para un público global.
-Participaste en la producción de un documental sobre Messi para la televisión francesa, ¿cómo fue esa experiencia?
-Durante fines de agosto grabamos el capítulo “Rosario” del documental “Messi: la légende à Paris” que se emitió en Canal 8 de Francia. Se trata de un especial televisivo de 1 hora y 22 minutos que narró la locura desatada en París con su llegada luego de la obtención de la Copa América. Apunta a deconstruir el fenómeno global Messi y combina desde su infancia en zona sur hasta su presente. Fuimos varios equipos trabajando en paralelo en Argentina, España y Francia. El documental se emitió el miércoles 8 de septiembre en C8 con la dirección de Guillaume Genton y Thibault Gitton. En Rosario trabajamos a contrarreloj con un equipo conformado por María Elia Rodríguez, Lucas Pérez, Juan Pablo Massielo, y los franceses Hugo Alric y Francois Coste.
-¿Con qué sorpresas o datos interesantes se encontraron mientras trabajaban en el documental?
-A mí me sigue sorprendiendo la persistencia de la naturalidad en los lugares cotidianos. El regreso a su escuela, la cuadra, su barrio, los más de cien murales. Caminar por la calle donde nació Messi, una calle angosta -de unos cinco metros de ancho- que parece una cortada porque nace y muere entre descampados, es tener la certeza de que uno anda en un lugar que en algún momento será un santuario. Hay algo en lo que no dejo de pensar que es la contemporaneidad de Messi y su infancia con la crisis del 2001. Porque la poscrisis es el punto de quiebre cuando se complica el pago de la obra social de su papá por el tratamiento de crecimiento que llevaba. Eso yo no lo había leído ni escuchado en ningún lado. Desde que hicimos el documental pienso que Messi es otra de las víctimas de esa fuga generacional que dejó la crisis del 2001.
-¿Y cómo surgió la idea de contar la vida de Leo Senatore?
-Luego de escribir, en 2020, un perfil sobre Leo Senatore en el diario “La Nación” surgió el proyecto. La vida de Leo es fascinante. Él es uno de los referentes del rugby argentino, se destacó en dos mundiales, fue profesional y jugó en Europa, pero creo que el libro “Senatore8, nunca te rindas” trasciende lo deportivo. Leo quedó huérfano a los once años y el club Gimnasia y Esgrima (GER) fue su espacio contenedor. Es importante preguntarse cuál es el rol de los clubes en las sociedades. En relación con esto, su historia es paradigmática y representativa del activo papel que juegan los clubes en el desarrollo formativo de las personas.
El libro es un perfil extendido escrito desde el periodismo narrativo. El relato trasciende los logros y éxitos deportivos y pone el acento en la herencia, la educación, la responsabilidad y el deseo. No es solo una historia de resiliencia, es un libro que muestra a un ciudadano de a pie, detrás del héroe del rugby que despierta pasiones. Las escenas trascendentales del relato son escenas cotidianas, sencillas, próximas. Es una historia que representa cada amanecer de cada niño y sus sueños, en cada rincón del planeta. El libro está dividido en 14 capítulos que estamos editando en este momento, en donde se profundiza cada una de las etapas de Senatore, ya sea en su trayectoria profesional como en su historia de vida.
Antes de la pandemia, se venía el retiro como jugador y, de la mano de Lucas Pérez Grassano como productor del proyecto, apareció la propuesta. Además del libro, el proyecto tiene un desarrollo de contenidos en otras plataformas y dispositivos. En este sentido, trabajamos en conjunto no solo con Lucas, sino también con Tomás Viú y Nicolás Petrich.
-Venís haciendo un trabajo sobre los ídolos deportivos de la ciudad, ¿cómo se traduce la “rosarinidad” para un público global?
-Los trabajos fueron distintos. Con Messi reconstruimos parte de su infancia desde la mirada de los otros: entrenadores de infantiles, amigos de la infancia, maestras en el colegio. Con Senatore fue un trabajo íntimo de más de quince entrevistas en profundidad. Pero más allá del método, creo que en ambas historias subyace algo similar: son rosarinos de pura cepa que anduvieron por todo el mundo y que nunca cambiaron esa “rosarinidad”. Y eso es palpable en el tono, el lenguaje, la cultura local. También son historias de dos trabajadores que están en una escala global, la máxima que se puede aspirar en la alta competencia. Pero lo que sostiene a ambos son los afectos, esa cosmovisión del mundo que nace en la patria de la infancia.
Fragmento de “Senatore8, nunca te rindas”
En el verano del 2008 Leo no se fue de vacaciones, entrenó metódicamente, tuvo una dieta balanceada y bajó de peso. Se puso a punto para jugar el campeonato argentino donde participaban selecciones de Rosario, Buenos Aires, Tucumán y Córdoba. “Y llegamos a la final con Buenos Aires. Me va muy bien en el torneo. Y justo se da en el 2008, un año crucial para el rugby, comienza un plan nacional de alto rendimiento donde becan a jugadores para que entrenen en sus respectivas provincias y, de tanto en tanto, hacer concentraciones colectivas”. Leo se refiere al Plan de Alto Rendimiento, un proyecto formativo de la Unión Argentina de Rugby en donde los jugadores amateurs son preparados para competir contra jugadores profesionales. Tras el bronce obtenido en Francia 2007, el rugby argentino se proyecta profesionalmente y Leo forma parte de esa generación.
El 29 de marzo del 2008 el seleccionado rosarino pierde la semifinal contra Buenos Aires 24 a 21. Santiago “Tati” Phelan, quien acababa de hacerse cargo de la dirección técnica de Los Pumas, estaba viendo el partido y pregunta: “¿Quién es el del casco azul que está de segunda línea?”.
Yo tenía un casco azul y había jugado de segunda línea. Cuando terminó el partido, se acercó Omar, me felicitó y me dijo: “Te cagué, Gringo. Te puse de segunda línea justo acá que te iban a ver todos, que estaba Tati”. “No, Omar, no te preocupes, lo más importante es el equipo y encima perdimos”, le respondí.
También me acuerdo que estaba Willy Blanco, un amigo fanático del rugby. Willy me dijo: “Che, mi viejo me acaba de contar algo muy importante, vos jugaste de segunda línea, pero con un casco azul. Jugaste bien y los relatores te identificaban rápido entonces te nombraban cada dos por tres”.
El documental “Messi, la leyenda en París” para el canal C8 de la televisión francesa recuerda la infancia del ídolo en Rosario, los inicios que lo llevarían a consagrarse en el universo futbolístico. Dirigido por Guillaume Genton y Thibault Gitton, el material da voz a aquellos cercanos a Messi, a los seguidores de su trayectoria y a sus colaboradores de larga data. Cuenta con algunas revelaciones sobre su infancia, el entre bastidores de su traslado al Paris Saint-Germain (PSG) y la vida cotidiana del ídolo.
El periodista Juan Mascardi fue parte del equipo de seis personas que volvió a poner el foco en los pasos iniciáticos de Lionel Messi en un trabajo que “apunta a deconstruir el fenómeno global Messi y combina desde su infancia en zona sur hasta su presente”. Mascardi nació en Colón (Buenos Aires), en 1974. Es licenciado en Comunicación Social y especialista en Comunicación Digital por la Universidad Nacional de Rosario; director de la licenciatura en Periodismo y la licenciatura en Producción y Realización Audiovisual en la Universidad Abierta Interamericana - sede Rosario. Trabajó como cronista en “Los días contados” y “Telefé Noticias” de Canal 5 - Rosario, escribe y dirigió el ciclo de crónicas audiovisuales “Sustancias elementales” (Canal Encuentro - Televisión Digital Abierta TDA) y dirige el proyecto digital “Crónica Z”.
En su prolífica trayectoria se destacan sus trabajos periodísticos en la revista “Replicante” (México) y “Rosario Express”. Fue director y guionista del documental “Querido Doctor” (2009) y guionista del documental “Tras los pasos de El Hombre Bestia” (2012). Fue finalista de los premios CEMEX-FNPI en 2007, en la categoría Televisión, por la crónica “Gud Mornin Colón”, que aborda la difusión de la cumbia en las radios de baja potencia de Argentina. Es docente de Guión, Periodismo Televisivo y Taller de Documentales.
En diálogo con Mirador Provincial, Mascardi habla acerca de los ídolos deportivos de la ciudad, la “rosarinidad” y cómo narrarlos para un público global.
-Participaste en la producción de un documental sobre Messi para la televisión francesa, ¿cómo fue esa experiencia?
-Durante fines de agosto grabamos el capítulo “Rosario” del documental “Messi: la légende à Paris” que se emitió en Canal 8 de Francia. Se trata de un especial televisivo de 1 hora y 22 minutos que narró la locura desatada en París con su llegada luego de la obtención de la Copa América. Apunta a deconstruir el fenómeno global Messi y combina desde su infancia en zona sur hasta su presente. Fuimos varios equipos trabajando en paralelo en Argentina, España y Francia. El documental se emitió el miércoles 8 de septiembre en C8 con la dirección de Guillaume Genton y Thibault Gitton. En Rosario trabajamos a contrarreloj con un equipo conformado por María Elia Rodríguez, Lucas Pérez, Juan Pablo Massielo, y los franceses Hugo Alric y Francois Coste.
-¿Con qué sorpresas o datos interesantes se encontraron mientras trabajaban en el documental?
-A mí me sigue sorprendiendo la persistencia de la naturalidad en los lugares cotidianos. El regreso a su escuela, la cuadra, su barrio, los más de cien murales. Caminar por la calle donde nació Messi, una calle angosta -de unos cinco metros de ancho- que parece una cortada porque nace y muere entre descampados, es tener la certeza de que uno anda en un lugar que en algún momento será un santuario. Hay algo en lo que no dejo de pensar que es la contemporaneidad de Messi y su infancia con la crisis del 2001. Porque la poscrisis es el punto de quiebre cuando se complica el pago de la obra social de su papá por el tratamiento de crecimiento que llevaba. Eso yo no lo había leído ni escuchado en ningún lado. Desde que hicimos el documental pienso que Messi es otra de las víctimas de esa fuga generacional que dejó la crisis del 2001.
-¿Y cómo surgió la idea de contar la vida de Leo Senatore?
-Luego de escribir, en 2020, un perfil sobre Leo Senatore en el diario “La Nación” surgió el proyecto. La vida de Leo es fascinante. Él es uno de los referentes del rugby argentino, se destacó en dos mundiales, fue profesional y jugó en Europa, pero creo que el libro “Senatore8, nunca te rindas” trasciende lo deportivo. Leo quedó huérfano a los once años y el club Gimnasia y Esgrima (GER) fue su espacio contenedor. Es importante preguntarse cuál es el rol de los clubes en las sociedades. En relación con esto, su historia es paradigmática y representativa del activo papel que juegan los clubes en el desarrollo formativo de las personas.
El libro es un perfil extendido escrito desde el periodismo narrativo. El relato trasciende los logros y éxitos deportivos y pone el acento en la herencia, la educación, la responsabilidad y el deseo. No es solo una historia de resiliencia, es un libro que muestra a un ciudadano de a pie, detrás del héroe del rugby que despierta pasiones. Las escenas trascendentales del relato son escenas cotidianas, sencillas, próximas. Es una historia que representa cada amanecer de cada niño y sus sueños, en cada rincón del planeta. El libro está dividido en 14 capítulos que estamos editando en este momento, en donde se profundiza cada una de las etapas de Senatore, ya sea en su trayectoria profesional como en su historia de vida.
Antes de la pandemia, se venía el retiro como jugador y, de la mano de Lucas Pérez Grassano como productor del proyecto, apareció la propuesta. Además del libro, el proyecto tiene un desarrollo de contenidos en otras plataformas y dispositivos. En este sentido, trabajamos en conjunto no solo con Lucas, sino también con Tomás Viú y Nicolás Petrich.
-Venís haciendo un trabajo sobre los ídolos deportivos de la ciudad, ¿cómo se traduce la “rosarinidad” para un público global?
-Los trabajos fueron distintos. Con Messi reconstruimos parte de su infancia desde la mirada de los otros: entrenadores de infantiles, amigos de la infancia, maestras en el colegio. Con Senatore fue un trabajo íntimo de más de quince entrevistas en profundidad. Pero más allá del método, creo que en ambas historias subyace algo similar: son rosarinos de pura cepa que anduvieron por todo el mundo y que nunca cambiaron esa “rosarinidad”. Y eso es palpable en el tono, el lenguaje, la cultura local. También son historias de dos trabajadores que están en una escala global, la máxima que se puede aspirar en la alta competencia. Pero lo que sostiene a ambos son los afectos, esa cosmovisión del mundo que nace en la patria de la infancia.
Fragmento de “Senatore8, nunca te rindas”
En el verano del 2008 Leo no se fue de vacaciones, entrenó metódicamente, tuvo una dieta balanceada y bajó de peso. Se puso a punto para jugar el campeonato argentino donde participaban selecciones de Rosario, Buenos Aires, Tucumán y Córdoba. “Y llegamos a la final con Buenos Aires. Me va muy bien en el torneo. Y justo se da en el 2008, un año crucial para el rugby, comienza un plan nacional de alto rendimiento donde becan a jugadores para que entrenen en sus respectivas provincias y, de tanto en tanto, hacer concentraciones colectivas”. Leo se refiere al Plan de Alto Rendimiento, un proyecto formativo de la Unión Argentina de Rugby en donde los jugadores amateurs son preparados para competir contra jugadores profesionales. Tras el bronce obtenido en Francia 2007, el rugby argentino se proyecta profesionalmente y Leo forma parte de esa generación.
El 29 de marzo del 2008 el seleccionado rosarino pierde la semifinal contra Buenos Aires 24 a 21. Santiago “Tati” Phelan, quien acababa de hacerse cargo de la dirección técnica de Los Pumas, estaba viendo el partido y pregunta: “¿Quién es el del casco azul que está de segunda línea?”.
Yo tenía un casco azul y había jugado de segunda línea. Cuando terminó el partido, se acercó Omar, me felicitó y me dijo: “Te cagué, Gringo. Te puse de segunda línea justo acá que te iban a ver todos, que estaba Tati”. “No, Omar, no te preocupes, lo más importante es el equipo y encima perdimos”, le respondí.
También me acuerdo que estaba Willy Blanco, un amigo fanático del rugby. Willy me dijo: “Che, mi viejo me acaba de contar algo muy importante, vos jugaste de segunda línea, pero con un casco azul. Jugaste bien y los relatores te identificaban rápido entonces te nombraban cada dos por tres”.
Además tenés que saber:
+ Noticias
Dejanos tu Comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
En Portada / Santa Fe
En Portada / Entre Ríos