¿Por qué mueren en forma masiva los peces del río Paraná cada vez que ocurre un calor o un frío extremo en la ciudad de Santa Fe? Esta es una pregunta que subyace al ver los peces flotando sobre la superficie en la laguna Setúbal o el río Santa Fe, entre otros cursos de agua de la región. Se los puede apreciar a simple vista desde la Costanera, arrastrados por la corriente aguas abajo. Algunos arriesgan sus hipótesis sin saber con precisión alguna el motivo. Apuntan a la contaminación ambiental. Otros, en cambio, buscan información certera del ámbito científico o académico, para tratar de entender un poco más de qué se trata. Aquí una respuesta.
El tema fue problematizado durante una jornada de debate llevada a cabo esta semana en la Ciudad Universitaria UNL de Santa Fe bajo el título “Mortandades de peces ante eventos extremos en el río Paraná: procesos ecológicos y consideraciones para el manejo”, en el marco de la 83° Reunión de Comunicaciones Científicas de la Asociación de Ciencias Naturales del Litoral.
Formaron parte de la mesa redonda que discutió el tema distintos investigadores y especialistas. Uno de ellos fue Pablo Scarabotti, que pertenece al Instituto Nacional de Limnología (INALI – CONICET – UNL); quien estuvo acompañado por Jorge Liotta, del Museo Regional de Ciencias Naturales “A. Scasso”, de San Nicolás, quien además forma parte de la Coordinación de Pesca Continental, Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca, Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. También participó Julia Mantinian, de la Subsecretaría de Ambiente, Secretaría de Turismo, Deporte y Ambiente de la Nación; y Danilo Demonte, del Centro de Investigaciones en Biociencia y Tecnologías Ambientales (CIBTA), Facultad de Ciencia y Tecnología (FCyT), Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), quien además cumple funciones en la Dirección General de Manejo Sustentable de los Recursos Pesqueros, Provincia de Santa Fe.
Las mortandades a través de la historia
De esta forma, la mesa redonda abordó el tema de las mortandades masivas de peces en Argentina, mediante las cuatro presentaciones orales de los especialistas antes mencionados.
En primer lugar, se presentó un análisis histórico y geográfico de los eventos de mortandades de peces reportados tanto en la literatura científica como en los medios de comunicación. Así se pudo demostrar que existen registros de mortandades masivas de peces al menos desde el año 1911.
La mortandad de peces que se suele ver en la laguna Setúbal obedece a “un proceso ecológico que es natural”, dice Scarabotti. Foto: Manuel Favatía
Un dato relevante que se presentó es que entre los años 2010 y 2014, de 100 mortandades detectadas, un 73% se asignó a causas antrópicas. Los eventos climáticos extremos explican un 22% del total. Las mortandades invernales en el tramo medio del río Paraná se producen por la concatenación de tres fenómenos que las preceden: grandes crecientes del río Paraná durante el verano y el otoño, seguidas por un descenso pronunciado del río y el aislamiento de los cuerpos de agua leníticos y la ocurrencia de olas polares intensas que persisten durante varios días y hacen descender la temperatura del agua.
La mortandad de peces que se suele ver en la laguna Setúbal obedece a “un proceso ecológico que es natural”, dice Scarabotti. Las altas temperaturas que ocurren durante el verano provocan un consecuente aumento de temperatura en el agua “que acelera el proceso de descomposición de la materia orgánica bajo el agua, lo que disminuye el oxígeno disuelto y aumenta el metabolismo de los peces, que demandan más oxígeno”, explica. Y si ello ocurre durante un período de bajante o sequía “la mortandad suele ser masiva”, advierte. “A veces se da un cuarto factor que son los fuertes vientos durante las tormentas de verano, que suelen mezclar el agua superficial oxigenada con las aguas profundas sin oxígeno y que contienen gases tóxicos, lo que produce la mortandad, sobre todo en lagunas”, menciona Scarabotti.
El frío
En segundo lugar, los expositores mostraron un análisis detallado de la dinámica de las comunidades de peces de una laguna ubicada en la llanura aluvial del río Paraná medio, para demostrar cómo las mortandades por frío producen un cambio profundo en la composición de especies.
Las mortandades por frío se presentan como fenómenos densoindependientes altamente selectivos que afectan particularmente a las especies que migran desde el norte de la cuenca durante las grandes crecientes y/o aquellas que habitan preferentemente ambientes lóticos, donde los descensos de temperatura durante el invierno no son tan pronunciados.
Para que ocurra una mortandad masiva de peces en el río Paraná “se tienen que dar tres factores”, dice Scarabotti y enumera: el primero es una creciente extraordinaria durante el verano, lo que hace que muchas especies se muevan del norte hacia estas latitudes; lo que a su vez hace que otras especies locales se muevan hacia las lagunas y, si luego se da un descenso acelerado y en el invierno el frío es muy intenso, como ocurrió en julio pasado, las especies sensibles o menos tolerantes a los cambios de temperatura mueren de forma masiva, sobre todo en las lagunas, donde la temperatura del agua baja más intensamente que en el río”.
Cómo se investiga
En tercer lugar, los especialistas describieron el protocolo de recolección de información utilizado en la Provincia de Santa Fe desde el año 2007. Discutieron su pertinencia y aplicabilidad, y mencionaron ejemplos de casos de mortandades masivas, analizadas por personal del Gobierno de Santa Fe.
Finalmente, los expositores describieron el proceso que dio origen al denominado “Protocolo de acciones ante mortandades de peces”, que fuera realizado por un grupo de especialistas en el marco de la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET en conjunto con la Red de Fortalecimiento de la Acuicultura (RSA-REFACUA/CONICET).
Dicho protocolo tiene como finalidad orientar sobre cómo actuar antes, durante y después de una mortandad, así como estandarizar la metodología de colecta de información en territorio argentino, tanto en ambientes naturales como en establecimientos de acuicultura. Luego de varias experiencias de aplicación y consultas con técnicos y funcionarios de organismos nacionales y provinciales, los investigadores reconocen las ventajas y fortalezas del uso del protocolo y señalaron las debilidades y aspectos a mejorar para el futuro.
-¿Qué políticas deberían implementar los gobiernos para evitar o amortiguar la mortandad masiva de peces? -consultó El Litoral a Scarabotti.
-En principio, no es posible detener los eventos de mortandad masivas producidos por el clima, pero sí hay cosas que podríamos hacer en distintos plazos. Una de las causantes de estas mortandades son los eventos climáticos extremos, que en parte son producto del cambio climático. No podemos hacer mucho desde Argentina por el cambio climático pero debería haber una concientización de la gente para tomar dimensión de las consecuencias que tiene.
En segundo término, Scarabotti dijo que una vez ocurridos, “estos eventos pueden llegar a impactar en la disponibilidad de recursos pesqueros. Cuando se dan grandes crecientes se favorece la reproducción de las especies migratorias de peces. Si ocurre una mortandad masiva en invierno, muchos juveniles de peces terminan muriendo afectando a la población que se acaba de reproducir. Los gobiernos podrían tomar dimensión de esto y dictaminar políticas de manejo pesquero teniéndolo en cuenta”.
Las mortandades por frío se presentan como fenómenos densoindependientes altamente selectivos que afectan particularmente a las especies que migran desde el norte de la cuenca.Foto: Manuel Favatía
La contaminación
Por último, el especialista enfatizó en que “es importante entender estos fenómenos porque es fundamental saber diferenciarlos de las mortandades que se dan por contaminación”, dijo Scarabotti, “que suelen ser más graves y preocupantes”, calificó, y se dan “de forma localizada, en temporadas que uno no espera que ocurran y en especies que no deberían ser sensibles al frío ni al calor”, explicó.
-¿Los ríos y lagunas de nuestra región están sanos?
-Creo que las poblaciones de peces del río Paraná han mejorado mucho en los últimos dos años. Tuvimos un período muy preocupante durante la bajante extraordinaria de 2019 a 2022, que fue un fenómeno natural producido por el clima, pero que también tiene que ver con los extremos climáticos que estamos viviendo en el marco del cambio global. Las poblaciones de peces durante el 2023 y ‘24 se recuperaron notablemente, y eso favoreció mucho la reproducción. Mientras mantengamos el ecosistema sin represas ni canalizaciones, preservando la llanura de inundación que es este enorme mosaico de ambientes de 35 mil kilómetros cuadrados que se extiende desde la ciudad de Corrientes hasta Buenos Aires, las poblaciones de peces seguirán recuperándose ante los eventos extremos, pero si lo destruimos no lo podrán hacer -advirtió.
Por lo tanto, “el gobierno debe invertir en el manejo del medioambiente”, reflexionó el especialista. “Hace falta más dedicación, inversión y personal capacitado que se encargue del tema”, para “poder manejar mucho mejor nuestros recursos e incluso desarrollarnos económicamente de manera más armoniosa, con un Estado presente”, finalizó Scarabotti.
Mesas redondas
En cada jornada de la Reunión que se desarrolla en el Salón de Actos FADU-FHUC “Mauricio Epelbaum” (Ciudad Universitaria – Santa Fe) hay mesas redondas integradas por científicos y especialistas, en las que se abordan temas de interés público, como la mencionada mortandad de peces, sobre el mosquito transmisor del dengue (El Litoral publicará otra entrega sobre este tema) y sobre ecología de interacciones, entre los temas más relevantes para la opinión pública.