Oficios

Iván Blascovich. El antiguo arte de la luthería

La luthería es uno de los oficios mas antiguos que se conozca, y pocos son los artesanos que construyen, reparan y divulgan esta antigua profesión. El luthero Iván Blascovich (Chilecito, La Rioja; 1972) es uno de ellos, y en diálogo con Mirador Provincial habla de su profesión, de los instrumentos y de la importancia de la luthería para la comunidad musical rosarina.
22-01-2022 | 12:55 |

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Foto: Gentileza.


Alvaro Javier Marrocco


Iván Blascovich llegó a Rosario en 1998, invitado por la Secretaría de Cultura a hacer una exposición y dictar un curso de luthería; más tarde se instaló definitivamente en la ciudad. En el año 2005 abrió su taller en el Pasaje Pan (una galería emblemática de Rosario), que tuvo hasta el año 2017; ahí estuvo 13 años, donde pudo hacer vínculos con la comunidad musical rosarina.

Actualmente está afincado en la zona norte de Rosario. “En Alberdi tengo un taller más pequeño que lo que acostumbraba, con varias mesas de trabajo porque me gusta avanzar varios trabajos en simultáneo respetando las ganas y la inspiración”. También estableció un nuevo sistema de trabajo (diferente al local comercial con horarios fijos) para retirar y entregar a domicilio los instrumentos de forma personal, lo cual le resulta beneficioso para los amigos y clientes músicos; principalmente por la libertad de horarios.

El artesanal trabajo del luthier
Iván comenta que desde que comenzó la pandemia las clases se volvieron individuales, lo que le permite trabajar más durante las clases. “Básicamente, se empieza por una guitarra haciendo las matrices, y después se pasa a otro instrumento, como ser charango, o violín”. Consultado acerca de si es necesario ser músico para ser luthier responde que no, “aunque está bueno, porque se tiene otra comprensión de lo que hay que hacer y aparte ayuda al momento de relacionarse con los músicos, para entender cuales son sus necesidades”.

-Al abrir tu primer local de luthería ¿te planteaste esa meta como una especie de legado familiar o pensás que se debió más a una vocación?
-No, en mi caso debe ser una vocación, porque mi abuelo era carpintero y mi viejo herrero... (hace una pausa y se ríe) aunque ahora que recuerdo, fue mi profesor de violín, el maestro César Llanos, quien me sugirió que estudiara luthería.

-Y como luthier ¿pensás que se está dando una suerte de revalorización por lo artesanal?

-Cuesta bastante que se valorice el trabajo artesanal. La luthería, a nivel de producción acompaña lo que sucede culturalmente en el país, y eso varía según la importancia que le asigna cada gobierno, pensá que trabajamos con los pedidos que los músicos nos hacen.

-¿Y qué tipos de instrumentos te encargan? ¿Que instrumentos son difíciles de reparar?

-Violines, violas, violonchelos, guitarras, charangos, contrabajos mandolín, mandurrias. Solo trabajamos con instrumentos que tengan caja y mango. También reparamos y doy cursos de construcción. Recuerdo un instrumento muy difícil de resolver, fue una teorba. De todos modos, a la hora de comprometerse con la construcción siempre surgen nuevos desafíos que mantienen viva la llama de la pasión por el trabajo.

-¿Con qué otros talleres de luthería de Santa Fe estás vinculado?

-Mi planteo de trabajo es muy solitario, no tengo vinculaciones laborales con otros talleres de luthería, aunque si mantengo relaciones de amistad, consulta e intercambio de opiniones con otros luthiers y exalumnos como Emanuel Milanesi, Marcelo Carro, Carlos Leoneti, Esteban Caballoti, Maximiliano Morón, incluso en Paraná, Héctor Martínez. Además de en otras ciudades y países.

-¿Qué recomendaciones le harías a un recién iniciado en el oficio?
-El mejor consejo que puedo dar es que pregunte, que no suponga, que pregunte. Somos muchos los que queremos una luthería de mejor calidad para Argentina y se padece mucho a los autodidactas que suponen e inventan teorías equivocadas de cómo resolver cuestiones ya resueltas hace mucho.

-¿En qué proyectos estás trabajando para este 2022?
-En este momento estoy proyectando una serie de instrumentos novedosos de los cuales no voy a anticipar nada. Es un proyecto a largo plazo así que pasará un tiempo todavía para que comience a ser conocido. Por ahora pretendo seguir disfrutando de cada viruta y cada sonido que aparezca. Viajar un poco mas, y no descarto tomar clases con algún colega para aprender un poco sobre instrumentos eléctricos.

-Pareciera que la figura del luthier en Argentina todavía estuviera signada por una mirada amateur asociada a la fabricación de instrumentos regionales de corte folklórico, a diferencia de Europa en donde habría una concepción mas profesional del oficio en donde lo que prima son las marcas y los talleres de renombre. ¿Es tan así?
-Sí, es así. Lo que pasa es que está ligado al peso histórico de la luthería en Europa. Allá existe una tradición y un estilo de enseñanza. Acá, imaginate que hay una sola escuela de luthería, y queda en Tucumán. En Argentina se da una mezcla de inmigrantes y autodidactas. Y creo que ahí esta nuestro desafío, en tratar de hacer escuela.

Historia de la Escuela de Luthería de Tucumán

Entre 1990 y 1992 Iván Blascovich cursó la carrera de Luthería en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) bajo la guía de los maestros Fernando Silva y Eduardo Riera. La Escuela de Luthería de Tucumán fue fundada por el italiano Alfredo del Lungo. En 1949 llegó a la provincia de Tucumán y asumió como luthier de la orquesta sinfónica de la UNT. En 1950 creó la Escuela de Luthería, que comenzó a funcionar un año más tarde. Se destacó por haber salvado la colección de instrumentos musicales de los Médici y por haber reconstruido la famosa viola medicea, creada por Stradivarius en 1690. El Gobierno de Italia le confirió el título de «cavaliere». Durante la dirección del maestro del Lungo, la escuela alcanzó gran prestigio, siendo la única institución oficial que enseña el arte de la luthería en Latinoamérica. La producción de instrumentos conserva la tradición en la construcción que se mantiene desde el siglo XVIII.

En 1983 se creó el Centro Polivalente de Arte, Iván Blascovich es de la segunda camada de egresados en su historia. Desde el año 1984 se hace cargo de la conducción de la escuela el maestro Fernando Silva, el primer egresado de la escuela, que con su virtud natural y su trabajo abnegado formó generaciones de luthiers, hasta su fallecimiento en el año 2001. Desde entonces hasta el año 2012 se hace cargo de la dirección el maestro Antonio Facundo Leiva, discípulo directo de del Lungo, para luego sucederlo hasta el 15 de diciembre de 2014 el maestro Juan Cristóbal Alonso. Antonio Leiva retomó la dirección de la escuela hasta el 25 de septiembre del 2019, fecha en la cual asume el actual director: maestro José Luis Cardozo.

El curso de Luthería que se dicta en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán es único en la Argentina y en toda Sudamérica a nivel institucional, por lo completo de su plan de estudios, ya que abarca los instrumentos de cuerdas más importantes de orquesta.



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