Foto: Gentileza.
Juan Manuel Peratitis
Diego Arolfo llegó al mundo en Coronda, un 8 de mayo de 1979, hijo de Ana María Acosta y de Jorge Oscar Arolfo. Desde muy pequeño, lo que él siempre vio y escuchó fueron guitarras y bombos. Su papá, conocido como “Sordo” Arolfo, era un cantante reconocido en el pueblo y que le enseñó muchas cosas.
También, desde la Academia Los Hijos de mi Tierra fue adquiriendo el gusto de bailar y hacer del malambo un sonar armonioso de botas.
Pasó el tiempo, el sacrificio fue grande, y con lo que había hecho en Coronda, un día lo metió en un bagayo de sueños y se lo llevó a Ingeniero Maschwitz para que el universo comenzara a premiar su perseverancia.
“Sus recuerdos indios, en el viento soplan, sobre las melenas de un sauce estoy yo, jinete es mi alma montada en un vino, río de mi sangre, que brota en tu piel, sus calles de arena que mis sueños pisan, mi Coronda, reina del amanecer” reza el estribillo de una canción que incluso ha sido seleccionada entre las diez mejores dentro del programa del Ministerio de Cultura provincial “Chamamé en Santa Fe”, junto a himnos como “A Villa Guillermina”, interpretada por Los Trovadores; “Oración del remanso”, de y por Jorge Fandermole; “Por llegar a San Javier” de Monchito Merlo; “Soy de Santa Fe”, interpretada por Gabriela Roldán; “Santafesino de veras”, de Miguel Brascó y Ariel Ramírez, interpretada por León Gieco, Litto Nebbia, Horacio Guarany, Silvina Garré, Juan Carlos Baglietto, Lalo de los Santos y Enrique Llopis; “Rincón del alma”, de Miguel Angel Morelli; “Islero cantor”, de Orlando Vera Cruz; “Coplas de la orilla”, interpretada por Patricia Gómez y “Jineteando en Tostado”, de Monchito Merlo. En este seleccionado quedó “Reina del Amanecer” de Diego Arolfo.
En estos tiempos el cantautor es el artista local con mayor proyección. Desde otro lado el rapero Stuart , el boxeador Diego Ramírez y el futbolista de Colón Tomás Moschión se han convertido en los personajes más resonantes, salidos desde la tierra frutillera.
De raíz folclórica
En el transcurso de su carrera solista con más de 30 años con la música ha logrado afianzarse a un repertorio y estilo propios. Con una base folclórica familiar ha recorrido Argentina de sur a norte, de este a oeste, llevando un puñado de canciones referidas a los acontecimientos que le han sucedido en el camino con su guitarra. De eso se trata la música, de vivencias, de suspiros y lágrimas, de alegrías y tristezas.
Y lo hizo de Coronda hacia el mundo. Porque ya ha tocado en Colombia, Canadá, Brasil, Chile, México y hasta Japón con su propuesta.
Como si esto fuera poco, paralelo a su carrera solista, es parte del cuarteto ensamble del reconocido músico misionero Chango Spasiuk. Con el que también ha visitado distintas partes de nuestra patria y el mundo: Alemania, Polonia, España, Bélgica, Noruega, Suiza, Austria, son algunos de los mapas salpicados de sus melodías.
El cantante corondino lleva 10 discos grabados por compañía o de manera independiente. Hoy se encuentra presentando y afianzando su nuevo trabajo “Árida Esperanza”.
La última visita
Para los 40 años de Malvinas no pudo estar tocando en la Vigilia que la Municipalidad y los Veteranos de Guerra organizaron, pero se las ingenió para que los corondinos vinculados con la guerra nunca sean olvidados, como siempre, con su mejor arma, que no es un misil, sino una guitarra y una canción: “Soy Bertero, Benítez, Primón, Benencia, Cardozo y González, Giménez, Sarria, Maldonado. Soy Lobaiza y Rubén Márquez. Ellos aquí en mi canción. Son héroes de nuestro pueblo. Quedan en la memoria. De este abril… tan eternos…”.
Mirador Provincial dialogó con el siempre creciente e inquieto artista nacido en esta arenosa tierra:
-¿En qué momento y cómo se dio lo de Chango Spasiuk?
-Durante muchos años he viajado desde Coronda a Buenos Aires buscando un lugar para mi música y mi voz. Y lo he encontrado de tanto animarme a mucho más de lo que podía. En mi adolescencia lo veía a Chango que andaba con su papá por el barrio y esa imagen no se me borró más. Con mi viejo hacíamos lo mismo, salíamos a tocar a los festivales de danzas (porque también fui bailarín) él con el bombo y yo con mi guitarra. Llegamos a Buenos Aires juntos. Y desde ahí nunca más deje de viajar. Un día de noviembre de 2009 me convoca Spasiuk para un concierto en rosario. Y desde ese día sigo cantando y tocando la guitarra en su banda.
-¿Eso fue una bisagra para tu carrera?
-Mi carrera sigue como siempre desde el año 1995 que empecé a tomarlo como un trabajo. Con disciplina, conducta y la humildad de siempre. He salido a recorrer los caminos. Sigo haciéndolo con mi propuesta que es muy diferente a la del Chango Spasiuk. Tuve la suerte de tener a mi padre que sabía muchísimo de folclore y de tener el mismo referente. Para poder aprender a tocar todos los ritmos folclóricos de nuestro país.
-No es fácil ser compositor. ¿Qué es lo que te inspira? ¿Eso se ejercita o se da así nomás?
-Para ser compositor hay que tener amor por la música, e investigar y estudiar. Y también para escribir las canciones hay que tener ciertas experiencias del camino recorrido. Y tuve que sufrir mucho el camino para que mis canciones salgan a la luz. Siempre uno está leyendo y encontrando maneras de sobrellevar la vida. Y la constancia de tener el instrumento compañero es un plus para armar una canción.
-¿Quiénes son los referentes de tu entorno y de los conocidos y famosos?
-Mi gran referente es Horacio Guarany, con su música descubrí la diversidad de ritmos folclóricos que existen en la Argentina. Y Cuti Carabajal, aparte de ser un amigo, es mi primer referente importante. Por enseñarme a tocar la chacarera. Mi padre Jorge Arolfo y mi tío Gustavo Arolfo son los primeros ejemplos que me llevaron de la mano con las melodías y los pentagramas.
-¿Qué significa Coronda para vos?
-Coronda, donde nací… Donde esta una parte de mí, siempre. El paisaje, el amor y las realidades sociales que me inspiraron en muchas canciones. Es un tesoro que llevo en mi corazón. Coronda es mi reina del amanecer.
-¿Dónde estuviste recientemente y dónde vas a estar actuando con Chango y como solista?
-En este año he recorrido con mi proyecto musical Cosquín, Córdoba, La Rioja, Jujuy, Salta, Tucumán, La Pampa, Mendoza, San Juan, Río grande y Ushuaia. Y con Spasiuk: Bariloche, Río Negro, Neuquén y se viene una gira por Europa en octubre.
-¿Una cuenta pendiente?
-Una cuenta pendiente… Sería poder tocar en mi ciudad Coronda, de la manera que corresponde con mi banda y contratado. Es mi sueño. Sé que en algún momento de mi carrera se me va a dar.
Parece increíble que su cuenta pendiente no sea ni un premio, ni un contrato multimillonario, sino tocar y cantar “en serio” en una fiesta o espectáculo de su pueblo, el que lo inspiró a escribir: “Y voy por las calles y en cada parada, cruza una mirada envejeciéndose, su débil corona de matices llena, la casa de palos y allá mi niñez”.
Una nostalgia sempiterna que se consuela con cada visita y espera de un escenario que lo abrace fuerte para que la gente de su pueblo le agradezca por llevar entre sus dientes en Europa o en América, en la Patagonia o en la Mesopotamia, el nombre de Coronda, su reina del amanecer.
Diego Arolfo llegó al mundo en Coronda, un 8 de mayo de 1979, hijo de Ana María Acosta y de Jorge Oscar Arolfo. Desde muy pequeño, lo que él siempre vio y escuchó fueron guitarras y bombos. Su papá, conocido como “Sordo” Arolfo, era un cantante reconocido en el pueblo y que le enseñó muchas cosas.
También, desde la Academia Los Hijos de mi Tierra fue adquiriendo el gusto de bailar y hacer del malambo un sonar armonioso de botas.
Pasó el tiempo, el sacrificio fue grande, y con lo que había hecho en Coronda, un día lo metió en un bagayo de sueños y se lo llevó a Ingeniero Maschwitz para que el universo comenzara a premiar su perseverancia.
“Sus recuerdos indios, en el viento soplan, sobre las melenas de un sauce estoy yo, jinete es mi alma montada en un vino, río de mi sangre, que brota en tu piel, sus calles de arena que mis sueños pisan, mi Coronda, reina del amanecer” reza el estribillo de una canción que incluso ha sido seleccionada entre las diez mejores dentro del programa del Ministerio de Cultura provincial “Chamamé en Santa Fe”, junto a himnos como “A Villa Guillermina”, interpretada por Los Trovadores; “Oración del remanso”, de y por Jorge Fandermole; “Por llegar a San Javier” de Monchito Merlo; “Soy de Santa Fe”, interpretada por Gabriela Roldán; “Santafesino de veras”, de Miguel Brascó y Ariel Ramírez, interpretada por León Gieco, Litto Nebbia, Horacio Guarany, Silvina Garré, Juan Carlos Baglietto, Lalo de los Santos y Enrique Llopis; “Rincón del alma”, de Miguel Angel Morelli; “Islero cantor”, de Orlando Vera Cruz; “Coplas de la orilla”, interpretada por Patricia Gómez y “Jineteando en Tostado”, de Monchito Merlo. En este seleccionado quedó “Reina del Amanecer” de Diego Arolfo.
En estos tiempos el cantautor es el artista local con mayor proyección. Desde otro lado el rapero Stuart , el boxeador Diego Ramírez y el futbolista de Colón Tomás Moschión se han convertido en los personajes más resonantes, salidos desde la tierra frutillera.
De raíz folclórica
En el transcurso de su carrera solista con más de 30 años con la música ha logrado afianzarse a un repertorio y estilo propios. Con una base folclórica familiar ha recorrido Argentina de sur a norte, de este a oeste, llevando un puñado de canciones referidas a los acontecimientos que le han sucedido en el camino con su guitarra. De eso se trata la música, de vivencias, de suspiros y lágrimas, de alegrías y tristezas.
Y lo hizo de Coronda hacia el mundo. Porque ya ha tocado en Colombia, Canadá, Brasil, Chile, México y hasta Japón con su propuesta.
Como si esto fuera poco, paralelo a su carrera solista, es parte del cuarteto ensamble del reconocido músico misionero Chango Spasiuk. Con el que también ha visitado distintas partes de nuestra patria y el mundo: Alemania, Polonia, España, Bélgica, Noruega, Suiza, Austria, son algunos de los mapas salpicados de sus melodías.
El cantante corondino lleva 10 discos grabados por compañía o de manera independiente. Hoy se encuentra presentando y afianzando su nuevo trabajo “Árida Esperanza”.
La última visita
Para los 40 años de Malvinas no pudo estar tocando en la Vigilia que la Municipalidad y los Veteranos de Guerra organizaron, pero se las ingenió para que los corondinos vinculados con la guerra nunca sean olvidados, como siempre, con su mejor arma, que no es un misil, sino una guitarra y una canción: “Soy Bertero, Benítez, Primón, Benencia, Cardozo y González, Giménez, Sarria, Maldonado. Soy Lobaiza y Rubén Márquez. Ellos aquí en mi canción. Son héroes de nuestro pueblo. Quedan en la memoria. De este abril… tan eternos…”.
Mirador Provincial dialogó con el siempre creciente e inquieto artista nacido en esta arenosa tierra:
-¿En qué momento y cómo se dio lo de Chango Spasiuk?
-Durante muchos años he viajado desde Coronda a Buenos Aires buscando un lugar para mi música y mi voz. Y lo he encontrado de tanto animarme a mucho más de lo que podía. En mi adolescencia lo veía a Chango que andaba con su papá por el barrio y esa imagen no se me borró más. Con mi viejo hacíamos lo mismo, salíamos a tocar a los festivales de danzas (porque también fui bailarín) él con el bombo y yo con mi guitarra. Llegamos a Buenos Aires juntos. Y desde ahí nunca más deje de viajar. Un día de noviembre de 2009 me convoca Spasiuk para un concierto en rosario. Y desde ese día sigo cantando y tocando la guitarra en su banda.
-¿Eso fue una bisagra para tu carrera?
-Mi carrera sigue como siempre desde el año 1995 que empecé a tomarlo como un trabajo. Con disciplina, conducta y la humildad de siempre. He salido a recorrer los caminos. Sigo haciéndolo con mi propuesta que es muy diferente a la del Chango Spasiuk. Tuve la suerte de tener a mi padre que sabía muchísimo de folclore y de tener el mismo referente. Para poder aprender a tocar todos los ritmos folclóricos de nuestro país.
-No es fácil ser compositor. ¿Qué es lo que te inspira? ¿Eso se ejercita o se da así nomás?
-Para ser compositor hay que tener amor por la música, e investigar y estudiar. Y también para escribir las canciones hay que tener ciertas experiencias del camino recorrido. Y tuve que sufrir mucho el camino para que mis canciones salgan a la luz. Siempre uno está leyendo y encontrando maneras de sobrellevar la vida. Y la constancia de tener el instrumento compañero es un plus para armar una canción.
-¿Quiénes son los referentes de tu entorno y de los conocidos y famosos?
-Mi gran referente es Horacio Guarany, con su música descubrí la diversidad de ritmos folclóricos que existen en la Argentina. Y Cuti Carabajal, aparte de ser un amigo, es mi primer referente importante. Por enseñarme a tocar la chacarera. Mi padre Jorge Arolfo y mi tío Gustavo Arolfo son los primeros ejemplos que me llevaron de la mano con las melodías y los pentagramas.
-¿Qué significa Coronda para vos?
-Coronda, donde nací… Donde esta una parte de mí, siempre. El paisaje, el amor y las realidades sociales que me inspiraron en muchas canciones. Es un tesoro que llevo en mi corazón. Coronda es mi reina del amanecer.
-¿Dónde estuviste recientemente y dónde vas a estar actuando con Chango y como solista?
-En este año he recorrido con mi proyecto musical Cosquín, Córdoba, La Rioja, Jujuy, Salta, Tucumán, La Pampa, Mendoza, San Juan, Río grande y Ushuaia. Y con Spasiuk: Bariloche, Río Negro, Neuquén y se viene una gira por Europa en octubre.
-¿Una cuenta pendiente?
-Una cuenta pendiente… Sería poder tocar en mi ciudad Coronda, de la manera que corresponde con mi banda y contratado. Es mi sueño. Sé que en algún momento de mi carrera se me va a dar.
Parece increíble que su cuenta pendiente no sea ni un premio, ni un contrato multimillonario, sino tocar y cantar “en serio” en una fiesta o espectáculo de su pueblo, el que lo inspiró a escribir: “Y voy por las calles y en cada parada, cruza una mirada envejeciéndose, su débil corona de matices llena, la casa de palos y allá mi niñez”.
Una nostalgia sempiterna que se consuela con cada visita y espera de un escenario que lo abrace fuerte para que la gente de su pueblo le agradezca por llevar entre sus dientes en Europa o en América, en la Patagonia o en la Mesopotamia, el nombre de Coronda, su reina del amanecer.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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