El transporte público es la única alternativa para cientos de personas que buscan trasladarse en la capital provincial y las localidades vecinas, como Oro Verde, San Benito y Colonia Avellaneda.

Para el poco frecuente usuario de transporte público, es menester hacer esta aclaración: durante la espera, a veces al sol, a veces bajo la lluvia, las personas pasan eternos minutos siendo fácil blanco de robos o accidentes, por ejemplo, sin siquiera apartar la mirada del cercano horizonte por temor a que la unidad del transporte público que espera se vaya sin cargarlo.
La aplicación (app) “Cuándo SUBO” es gratuita, implementada por el sistema SUBE, informa la hora aproximada de arribo de las unidades, así como la ubicación de las paradas. Claro está que la aplicación móvil no siempre se condice con la realidad, pero abrevia el tiempo de espera.

Esteban Rossi, miembro de la Asamblea Ciudadana Vecinalista, manifestó en ocasión del anterior aumento a la tarifa plana del transporte público ocurrida en agosto de este año que, si bien los usuarios cuentan con la aplicación Cuándo Sube “la app no es precisa ya que las unidades entran y salen de circulación cuando quieren. Además, cuando un colectivo sufre roturas, los pasajeros deben esperar al próximo coche y esto pasa a menudo, haciendo que los tiempos de espera asciendan a una hora y esto la aplicación no lo capta”. Por otra parte, Rossi denunció que el estado de las unidades es deplorable.

El servicio

Sin embargo, el costo que tiene trasladarse en la capital provincial resulta exorbitante, en comparación con otras ciudades del país en donde las distancias son mucho mayores, por ende, los costos en combustible muchísimo más. En la ciudad de Paraná, actualmente el boleto general tiene un costo de $72, sin embargo, en estos últimos días trascendió que las empresas que brindan el servicio buscan aumentar el boleto alcanzando las tres cifras.

Actualmente los operadores privados que brindan el servicio de transporte público en la capital provincial, según la licitación llevada a cabo en el año 2017, son:

Transporte Mariano Moreno SRL: con las líneas 2, 7, 8, 9, 14, 16 y dos ramales nocturnos. Además, opera las líneas metropolitanas 4 y 20 de jurisdicción provincial. Junto a Ersa Urbano SA conformaron una agrupación para la explotación de la concesión. Ersa tiene a su cargo las líneas 1, 3, 5, 10, 11 y 23. Además, este grupo empresario mantiene la concesión del servicio de transporte Metropolitano de las líneas 6 12, 15, 22, AM, AN y 24 (Villa Fontana), bajo jurisdicción provincial.

En ese mismo año, 2017, la ciudad de Paraná implantó el servicio de Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), mediante el cual se opera actualmente como única forma de pago.

Es el municipio el encargado de velar por el cumplimiento de las exigencias que tienen las dos empresas ya sea de buenas condiciones de los coches, como de la correspondiente frecuencia de las unidades. Este control se realiza a través de del órgano de control que compone el Sistema Integrado de Transporte Urbano (SITU).

La Asamblea Vecinalista viene reclamando desde hace meses una revisión interna del sistema de transporte y mayor compromiso por parte del SITU. Asimismo, se afirmó que el órgano de control debe mantener mayores reuniones para discutir la mejora en la calidad del servicio y no sólo discutir las tarifas.

La situación en otras ciudades

La situación se repite en otras localidades de la provincia. El alto costo del servicio, sumado a las malas prestaciones redundan en un impedimento para los ciudadanos de poder trasladarse en tiempo y forma. Así, en Gualeguaychú, a principios de octubre se aprobó el aumento del boleto y actualmente tiene un valor de $87, con subsidios.

En Concordia hubo un aumento en octubre de este año y actualmente la tarifa plana para viajar en colectivos alcanzó los $85. De esta manera, se van sumando los costos fijos a una canasta básica que incluye el servicio de transporte. Pensemos que un trabajador para ir y volver a su lugar de trabajo durante un mes en Paraná necesitó alrededor de $2.880. En Concordia, $3.400; y en Gualeguaychú, $3.480. Sin embargo, la queja de los usuarios, en un contexto inflacionario es, en toda la provincia, por la falta de frecuencia y el estado de las unidades que redunda en altos costos para un mal servicio.