Un joven de 28 años que fue baleado en la noche de este miércoles en la puerta de la cancha del club Newell’s Old Boys, en el parque Independencia de Rosario, falleció en la madrugada de este jueves 2 de febrero. En el lugar del ataque, los homicidas dejaron un mensaje intimidatorio similar al dejado en la puerta de la subcomisaría 26ª, donde casi a la misma hora atacaron a tiros un patrullero que estaba estacionado.
Hablar de Rosario desde hace un tiempo es sinónimo de violencia. La otrora Cuna de la Bandera, que ahora se quiere exponer como "Cuna mundial del fútbol" (por haber nacido en esa ciudad tres de los campeones del mundo, Lionel Messi, Ángel Correa y Ángel Di María), aparece en las páginas policiales en forma periódica.
Esta saga prácticamente interminable de hechos violentos sumó una nueva página a su sangrienta historia con hechos de características sicarias: casi una ejecución en la puerta de un estadio de fútbol, un mensaje intimidatorio, otro ataque a tiros a unos 5 kilómetros de distancia y un auto incendiado.
La secuencia de los hechos puede parecer confusa o desordenada, aunque quizás sea una marca de estos tiempos de sicarios con acento rosarino, que parecen haber aprendido el oficio mirando películas o series de televisión.
Podría decirse que todo comenzó alrededor de las 22.30 del miércoles 1º de febrero, cuando un auto de color negro, que varias personas describen como un Renault Sandero, estacionó por avenida Morcillo al 2500, frente a una de las puertas de ingreso al estadio de Newell’s, en el parque Independencia.
Del vehículo bajó al menos una persona e instantes después se escucharon al menos dos disparos de arma de fuego. Al parecer, en ese momento había en la zona de parrilleros, ubicada unos 100 metros al este, dentro del predio que pertenece al club, que escucharon las detonaciones y luego el sonido del motor del auto acelerando hacia el oeste, por la calle que desemboca en el comienzo de avenida Presidente Perón (ex Godoy) y con calle Ovidio Lagos.
Tendido en la calle, frente a la puerta 6 de ingreso al club, quedó tendido un joven, gravemente herido. Varias personas denunciaron el hecho en el sistema 911 y un rato más tarde llegó hasta el lugar personal policial y también una ambulancia del Sies, que trasladó al herido, identificado como Lorenzo Altamirano, hasta el hospital de emergencias, ubicado a menos de un kilómetro.
El joven ingresó en el área de cuidados intensivos, donde fue estabilizado y trasladado a quirófano, donde falleció cerca de las 2 AM de este jueves, como consecuencia de heridas de arma de fuego en el tórax y cráneo.
La investigación, a cargo del fiscal Ademar Bianchini, de la Unidad de Homicidios Dolosos, ordenó diversas medidas al personal del gabinete criminalístico y de la división homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), entre ellas la toma de declaraciones a personas que estaban en el lugar donde se produjo la balacera. En base a distintos testimonios, se presume que los autores del crimen fueron al menos 3 personas que llegaron en un auto y que al menos dos se bajaron junto a quien terminó siendo ejecutado.
En el lugar del ataque se hallaron dos vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar. Además, se incautó un cartel que tenía un mensaje intimidatorio dirigido a presos relacionados con la banda Los Monos y el club.
En el sector hay varias cámaras de seguridad, cuyas imágenes están siendo analizadas, al igual que otras ubicadas en calles aledañas al estadio.
Pasada la medianoche, en la zona de calle Latzinia al 2900, de barrio Carlos Casado, aproximadamente a un kilómetro al sudoeste, se halló un vehículo incinerado, que responde a las características aportadas del automóvil presuntamente utilizado en el hecho. El fiscal Bianchini ordenó su secuestro y pericias investigativas.
A los tiros en la seccional
Casi a la misma hora, se conoció que fue baleado un patrullero que estaba en el frente de la subcomisaría 26°, ubicada en Nahuel Huapi y Pellegrini, al oeste de Villa Gobernador Gálvez.
Fuentes del caso indicaron que los atacantes fueron dos personas que llegaron en moto y dispararon al menos 7 veces.
No hubo lesionados y los investigadores incautaron en el lugar tres vainas servidas calibre 9 milímetros.
Antes de escapar, dejaron un cartel con un mensaje intimidatorio dirigido a presos relacionados con la banda Los Monos. Si bien no repetía el mensaje dejado en la puerta del club, el fiscal Bianchini señaló que ambos “tienen características similares, no son idénticos ni en su contenido ni en el material en el que están confeccionados, pero el contenido tiene un perfil o una impronta similar que no solo permite sino que nos obliga a considerar que ambos hechos tienen relación”, al menos por ahora.
Ambos mensajes mencionan a distintas personas, algunas vinculadas con la barra brava del club Newell’s Old Boys, y un pedido, que «dejen de sacar chicos del club para tirar tiros en Rosario».
Balacera previa
En la noche del miércoles de la semana pasada (26 de enero), un hombre que había estado comiendo un asado en la zona de parrilleros de Newell’s, fue atacado a tiros en la zona de Ovidio Lagos y Jorge Cura, a menos de 1,5 kilómetros de donde estuvo cenando.
La víctima, de 37 años, conducía un Audi de color blanco y fue interceptado por varias personas en moto que lo atacaron a disparos.
Fue atendido por personal del Sies, que lo trasladó al hospital de emergencias, donde quedó internado por heridas de arma de fuego en la región dorsal. Estuvo en cuidados intensivos por 48 horas y ahora se recupera del ataque.
En el lugar, los investigadores recogieron al menos media docena de vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar. Algunas de ellas estaban en el interior del auto, que fue secuestrado para ser sometido a distintas pericias.
Saga mortal
Con la muerte de Altamirano ya son tres los homicidios registrados en poco menos de 18 horas y un total de 27 en los primeros 33 días del año en el departamento Rosario (24 de ellos en la ciudad más importante del departamento ubicado en el sur provincial).