Ubicada en el microcentro de Paraná fue y es punto de encuentro para los amantes de la lectura. La fachada de su edificio, en calle Buenos Aires al 256, hace casi obligatoria alzar la mirada para observar los innumerables detalles de las molduras, columnas y esculturas proyectadas por los arquitectos italianos Fasiolo y Storti y concretadas por otro arquitecto, Pedro Fabro. Con sus más de 100 años, la edificación aún conserva las características arquitectónicas de principios del 1900 y destaca por sobre las construcciones a su alrededor. Una vez que se ingresa ya se puede empezar a sentir ese ambiente biblioteca, con un largo pasillo custodiado por un Miguel de Cervantes Saavedra en piedra y que luego de recorrer y dar paso a otras salas, como la Justo Comas y la Antonio Medina, desemboca en una enorme sala de lectura rodeada de bibliotecas que rebalsan de letras, hojas e historia.
Todos los años se adquieren nuevos libros a pedido de los socios.
En sus 150 años, la Biblioteca Popular del Paraná acompañó a distintas generaciones de paranaenses en el camino de la literatura, la fantasía y la imaginación. Su rol social y comunitario se despliega y se hace número en sus más de 1.500 socios que mes a mes abonan una cuota de .000, un poco para obtener los beneficios que conlleva ser socio, como el poder llevarse libros prestados a sus hogares o participar de algunos de los talleres, como así también el deseo de acompañar a esta institución desde lo económico. Sentarse a leer uno de los tantos libros que se encuentran en las estanterías es casi un ritual mágico y hace distinta a la lectura. Los altos techos generan una ilusión de exterior en el interior y la distancia desde la puerta principal hasta la sala de lectura permite que los sonidos de la calle no se lleguen a escuchar. Una vez atravesado el umbral te sumergís en un mundo encantado, donde las reglas son otras, donde el silencio y la sonrisa son fundamentales.
Su actualidad
Luego de estar dos años cerrada por la pandemia, la Biblioteca volvió a abrir sus puertas y concretar espacios de encuentro a partir de 2022. El regreso fue de a poco pero constante y para el comienzo de 2023 se pensaron diversos talleres para celebrar el 150° aniversario. La vida dentro del edificio comenzó a resurgir y los pasillos son transitados por decenas de personas. Debido al hecho de que para varios de los talleres es requisito ser socio, la actividad administrativa creció debido a la demanda de distintas personas en querer asociarse. La importancia de los socios recae en el aspecto económico, ya que la biblioteca es una asociación civil sin fines de lucro, y permite la obtención de nuevos títulos que son agregados por pedido de los socios.
El pasillo que conduce a la sala de lectura está custodiado por Miguel de Cervantes Saavedra.
Los talleres para este 2023 son variados y cuentan con un arancel mensual aparte de la cuota societaria. Uno de ellos es el taller de escritura creativa, dirigido para personas mayores de 15 años y dirigido por el profesor Alejandro Fernández. Otro es el de estimulación cognitiva, llevado a cabo por la profesora Natalia Hirschfeld y dirigido para personas mayores de 55 años. El de fotografía, que cuenta con un nivel inicial y otro intermedio bajo la dirección del profesor Mauricio Caminos y del que pueden participar mayores de 15 años. Por otro lado, el taller pensado para los más chicos es el de Artes visuales, que se divide en dos grupos, uno para chicos de entre 4 y 7 años y otro entre 8 y 12 años, dirigido por la profesora Analía Mayer.
Además también se puede participar de la Escuela de ajedrez para niños, adolescentes y adultos con un arancel de .500 y a cargo del profesor Rafael Sosa. Por otro lado, existen espacios libres y gratuitos, como el grupo de poesía leída en voz alta “Palabra cazada en vuelo”, que cuenta con el cupo completo, y el club de lectura “Baranduin”, dirigido para personas mayores de 12 años, que comienza en abril, coordinado por Eric Arsenoff y en el que se leerá Harry Potter. Otros de los espacios son los de juego, en los que muchas personas se juntan a jugar al Rummy o al Scrabble.
La biblioteca desde adentro: una entrevista a Belén Perezlindo
Belén Perezlindo es una de las seis empleadas. Es encargada del área de comunicación de la biblioteca y amante de los libros y los vínculos que se generan a su alrededor. En una amena charla con Mirador provincial en la centenaria sala Medina, nos abre las puertas para contarnos un poco de cómo es la biblioteca por dentro.
-¿Cómo está estructurada la biblioteca?
-Somos seis empleadas. Tres en Atención al público, una en Administración, yo en Comunicación y la chica que está a cargo de la limpieza. Después está la Comisión Directiva, con presidente, vicepresidente, secretario, vocales y demás que trabajan ad honorem. Contamos con personas que trabajan de manera voluntaria, como en la catalogación de libros y organización de las actividades. En el edificio también funciona la biblioteca municipal, con dos bibliotecarias de la Municipalidad. Tienen sus propios libros, la mayoría académicos. La biblioteca le presta el edificio, aunque no es tan conocida.
-¿Cómo es la actualidad de la institución?
-En este momento está con bastante movimiento. Estuvimos parados prácticamente dos años por la pandemia y el año pasado fuimos retomando de a poquito las actividades y talleres. Este año la biblioteca cumple 150 años y estuvimos pensando actividades para celebrarlo y generar actividades con otras instituciones y organizaciones. En febrero nos pusimos a trabajar con talleristas, algunos que vienen funcionando desde el año pasado y otros desde la cuarentena así que ahora se retoman. Son socios que dan talleres a otros socios de la biblioteca. Con Uader también tenemos un convenio, mediante el cual dictan talleres, uno de escritura y otro que es una orquesta escuela de tango, cuando la biblioteca cierra.
-¿Qué cantidad de socios tienen?
-Aproximadamente 1500 socios tiene la biblioteca. Ahora mucha gente se está viniendo a asociar, por los talleres. Para la gente que lee mucho es un beneficio. La cuota mensual ahora está mil pesos y hoy un libro está muy caro. El beneficio es que se puede llevar el libro a su casa por 30 días. Tenemos muchos que son adultos, también hay adolescentes. Recibimos visitas de escuelas y a partir de fines de marzo damos turno y nos pueden venir a visitar para que adolescentes y niños conozcan el lugar. Lo hacemos en conjunto con el club de narradores de la UNER que vienen a contar cuentos a los contingentes que recibimos.
-¿Cómo se preparan para los 150 años?
-La propuesta es mes a mes ir realizando actividades. El 17 de marzo vamos a estar realizando El arte del encuentro, una mateada y ronda de lectura organizada con la Eduner. Vamos a realizar lecturas de Amaro Villanueva, con el libro El arte de cebar - El lenguaje del mate. Se va a hacer en la sala Medina a las 18 hs. La idea es compartir un espacio, invitando que cada uno de los participantes traigan sus propios mates y va a estar participando Andrea Venturini que es sommelier en yerba mate. En abril vamos a ser sede del encuentro Shakespeare, que ya se realizó el año pasado, organizado por el Equipo Chefpeare. Del 24 al 28 de abril vamos a hacer una semana en la que va a haber funciones de teatro y visitas de escuelas para jugar un poco en la biblioteca, en la sala de lectura, y conocer la obra de Shakespeare. Vamos a estar realizando seguramente un café literario, un taller de poesía performática y proyección de películas. Esa semana va a estar abocada a ese encuentro. También abrimos un espacio virtual que se llama Detrás de las palabras, en el que vamos a conversar con distintos escritores. En febrero entrevistamos a Luis Carranza Torres, un autor cordobés. Va a ser una vez al mes, virtual por instagram en donde nos damos un tiempo para conversar sobre ciertos escritores para que los socios conozcan sobre los libros que están acá en la biblioteca.
-¿De qué se trata el Archivo Fotográfico de la biblioteca?
-Es una iniciativa en este marco de los 150 años. Vamos a abrir una convocatoria para que la biblioteca tenga su propio archivo fotográfico. No hay muchas en la biblioteca y queremos que los paranaenses nos ayuden y busquen las fotografías que tengan en la biblioteca. La idea es que tengan en cuenta el contexto y la fecha en la que se registró esa foto para poder reconstruir una historia. Después tal vez podamos hacer una muestra fotográfica, pero por ahora el objetivo es recabar todo ese material que se sacó en la biblioteca. Creemos que hay mucho material dando vuelta.
-¿Cuál es el objetivo de la biblioteca para este año?
-Seguir funcionando como asociación civil. Seguimos con las puertas abiertas, esa es la idea. Por un lado brindar este espacio de biblioteca pública, de acceso libre y gratuito. Por otro lado seguir con este contacto con la comunidad, con talleres culturales y a través de las distintas actividades que año a año realizamos. Las más características son el concurso literario de cuentos breves, para seguir promocionando la lectura y escritura, la noche de los pijamas y la noche del terror, donde hay una trabajo muy gran de la institución y fundamentalmente del grupo de voluntarios que tiene la biblioteca, Además se está trabajando para que se pueda llevar adelante la restauración y puesta en valor del edificio. El año pasado se hizo un llamado a licitación que quedó desierto. Sería lo más importante para el edificio que es monumento histórico nacional.