Su forma respetuosa de desenvolverse fuera y dentro de la cancha lo ha marcado a lo largo de su carrera. Si bien gran parte de la vida futbolística de Lucas Márquez se desarrolló en Patronato, el recuerdo de un buen tipo, ha quedado en cada club donde estuvo.
El fin de semana pasado llegó el fin de una historia de verano. Muy linda, por cierto. Rafa jugó de manera amateur, para Don Bosco. Allí se encontró con amigos de la infancia y en este breve paso, claramente dejó su huella.
Al momento de marcar como se sintió vistiendo la camiseta del Salesiano, Márquez dijo: “Muy bien. Desde el primer partido que jugamos en la Supercopa Entre Ríos, hasta el fin de semana pasado, he ido creciendo, me he sentido cada vez mejor, con mucha confianza, conociendo el grupo. Terminé en un nivel muy bueno y me deja muy conforme con lo que realicé en Don Bosco”.
El marcador lateral o central, es un referente en la historia de Patronato.
“En Don Bosco me recibieron muy bien. Desde el momento en que arribé al club me trataron de una manera excelente. Más allá de que hay gente conocida, gente amiga, fue todo bueno”, comenzó diciendo el marcador central, para luego agregar:
“Llegué con una expectativa para jugar el certamen provincial y me encontré con algo muy distinto a lo que tenía pensado. Quedé muy conforme con lo humano y profesional también que hay, porque los chicos se entregan al ciento por ciento, más allá de que todos tienen sus trabajos, sus familias y otras actividades. Acomodándonos a los horarios de entrenamientos fuimos creciendo en todos los aspectos”.
En cuando a los rivales que enfrentó y como lo trataron, no dudó en decir: “Pasó de todo con los rivales. Gente que me insultó y también hubo rivales que me pidieron sacarse una foto o un saludo afectuoso. Estuvo el deseo de seguir progresando también. El fútbol tiene estas cosas y estoy muy contento de poder estar viviéndolo todavía”.
Una puerta abierta
Sobre su salida del club de la Avenida y la imagen que dejó, Lucas contó: “Este fin de semana arranca el Torneo de Paraná Campaña, así que creo que el pasado fin de semana jugué mi último partido en Don Bosco, al menos por ahora. Creo que hice las cosas muy bien en el club, me he portado de la mejor manera y no creo que esta puerta se cierre. Las cosas habían quedado claras con el presidente. Si me salía una posibilidad laboral en otro club no lo iba a dudar y lo entendió porque estaba charlado. Son gente de palabra y se han portado muy bien”.
Sorprendido para mal
Sobre lo que encontró en las canchas de la provincia, el ex lateral del club de calle Grella, expresó: “Me encontré con muchas cosas que no me esperaba encontrar. Desde insultos, que están en todas las canchas y en todas las categorías, hasta piñas.
Encontré gente ´mala leche”. El fútbol es así, esto pasó sobre todo en los primeros partidos, donde se jugaba poco, eran muy trabados los partidos. Se jugaba un minuto y luego se paraba un buen rato. Así continuamente y se hacía muy difícil. Mucha protesta, insultos, empujones. Trataba de estar en un lugar más neutro, entre los dos equipos, buscando darle una mano al árbitro dentro de la cancha. Pensé que en ese sentido iba a ser distinto, aunque en los últimos partidos se jugó mucho más, casi no hubo protestas. Al menos en los últimos cruces”.
El retiro
Hace un par de años que Márquez viene analizando colgar los botines, pero sigue en las canchas. Al referirse a esto contó: “Ya venía analizándolo desde mi vuelta de San Juan en el 2021. Había dicho que ya no iba a jugar, luego de una cirugía que me trajo mucho dolor, mucha inflamación. No me sentía importante, estaba mal de la cabeza y eso no estaba bueno. En el 2022 Sportivo Belgrano me abrió las puertas y me dio la posibilidad de cambiar eso. Después fue Atlético Paraná, ahí me sentí un poco mejor y cuando terminó la participación en el Federal A en ese club pensé lo mismo para este año”.
“Llegó el llamado de Yamil (Ismail, presidente) para jugar con Don Bosco la Supercopa Entre Ríos y la verdad que me vengo sintiendo cada vez mejor. Es cierto que tengo dolor, pero no como antes, quizás lo que le he sacado un poco de presión a la rodilla, al estar al ciento por ciento todo el día pensando en el dolor, en cómo va a responder y creo que la edad me ha ayudado en mejorar eso, en pensar en otras cosas, mirar para el futuro y ver que ir haciendo. Tengo cosas pensadas, no quiero hacerlas porque no quiero dejar el fútbol Siempre y cuando la rodilla me deje quiero seguir jugando. No me veo lejos del fútbol. También hay una realidad, y lamentablemente la que manda es la rodilla”, aseguró el futbolista de barrio Villa Sarmiento.
Actualidad y futuro
En los últimos meses Lucas Márquez comenzó junto al profesor Jairo Suárez con un proyecto personal, del que contó: “Es un poco algo de lo que tengo pensado una vez que deje el fútbol. Armar una clínica de entrenamiento, una escuelita en el futuro. Ahora estamos entrenando a personas sin límite de edad. Hay mayores y jugadores de inferiores, de ambos sexos. El día de mañana queremos formar una escuelita con el profesor Jairo Suárez. Eso se va a ir dando de a poco. Arrancamos en un mes complicado y nos fue muy bien”.