La Fundación Gairdner es una entidad canadiense que otorga el premio del mismo nombre a científicos destacados de todo el mundo. Sólo cuatro argentinos lo habían recibido desde la primera edición en 1957. El francés criado en Buenos Aires Luis Leloir en 1966, el bonaerense de Bahía Blanca César Milstein en 1981, el bonaerense de La Plata René Favaloro en 1987 y el bonaerense de Bahía Alberto Aguayo (luego nacionalizado canadiense) en 1988. A esta lista selecta de grandes investigadores albicelestes del campo de la ciencia se suma desde este año el santafesino de Rosario José Belizán. Leloir y Milstein también recibieron el premio Nobel por sus aportes al conocimiento mundial.
Belizán es médico graduado de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) e investigador del Conicet. Trabaja en la actualidad en el Laboratorio de Biología Ósea de la Facultad de Medicina de esa casa de estudios. También lo hace en el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria de Buenos Aires, entidad que preside. Durante la dictadura militar que comenzó en 1976 se exilió en otros países de América Latina como Guatemala y México. En su paso por el primero, estudió la dieta de las madres guatemaltecas. A través de su trabajo en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá de la Organización Panamericana de la Salud estudió la preeclampsia (presión arterial alta en embarazadas) en mujeres de ese país de América Central. Descubrió que había una tasa baja y que eso se debía a la dieta en familias guatemaltecas de bajos recursos. Allí agregan cal alimentaria (hidróxido de calcio) para armar las tortillas de maíz. La nixtamalización es la acción de agregar agua y cal para hacer de este grano un polvo que será el ingrediente básico para ese alimento básico. Esta ingesta de nutrientes, según estudió y comprobó el doctor argentino, previene la alta presión en mujeres encintas. Un factor de riesgo para las madres y también para los hijos.
El investigador viajará a la sede de la Fundación Gairdner en Toronto en octubre para recibir in situ el premio junto a los otros nueve científicos galardonados de otras nacionalidades. Además pasará una semana en distintas ciudades canadienses para dar conferencias orientadas a estudiantes universitarios de posgrado. José Belizán habló con Mirador Provincial a pocos días de conocerse la noticia de su distinción.
-¿Cómo tomó este galardón que según los entendidos es muy importante y prestigioso?
-Fue un gran halago. Es muy prestigioso en el mundo de investigación en salud. Son notables todos los que han recibido este premio así que me sentí muy honrado. Nosotros, lo que investigamos, somos híper críticos. El peor crítico que yo tengo soy yo mismo. Le damos tanta importancia a la salud que todo lo que queremos avanzar tiene que estar muy bien comprobado para ser realmente de beneficio a la población. Es una validación en cierta manera. Refrenda las investigaciones que uno ha hecho y los hallazgos que ha tenido en una larga carrera de investigación. Ya casi 50 años haciendo investigación sobre el tema de la salud materna.
-¿La cal en una ingesta en cantidades pequeñas como si fuese la sal es benigna y no trae ninguna complicación fisiológica?
-No, la cal se disgrega y lo que libera es calcio, que el calcio se incorpora al maíz. Entonces en definitiva, las mujeres lo que están haciendo es tomando mayor cantidad de calcio. Un calcio que fue muy bien estudiado, un calcio de gran valor nutritivo, casi como el calcio de la leche descremada. A la larga, eso se transforme en calcio. Es un mineral.
-Ustedes siguen con la investigación de manera de poder seguir avanzando. ¿Cuáles son los pasos siguientes en esta investigación?
-Sí, los hallazgos nuestros derivaron en una recomendación de la Organización Mundial de la Salud. La Organización Mundial de la Salud reúne a expertos que analizan las publicaciones científicas y los hallazgos científicos, y en base a eso hacen recomendaciones. Recomendaron en varias oportunidades que la mujer embarazada con baja ingesta de calcio debe recibir suplementos de calcio para tener una dieta adecuada. Sabemos que en las guías de muchos países está esta recomendación, pero nosotros queremos tratar de que se inserte lo máximo posible. Sobre todo, pensando en la equidad, que poblaciones más deprivadas tengan acceso a eso. Estamos viendo intervenciones poblaciones. Por ejemplo, estamos trabajando en que se pueda fortificar la harina de trigo. La harina de trigo en Argentina se fortifica con algunos elementos como ácido fólico, pero agregar también el calcio y de esa manera lograr que toda la población tenga una adecuada ingesta de calcio, que actualmente no la tiene. La población argentina a pesar de existir la posibilidad de (ingerir) lácteos (a través de la leche de vaca), la ingesta de calcio es deficiente en toda la población. A nosotros nos interesa la embarazada, pero tanto niños como adultos, como adolescentes tienen una baja ingesta. Así que estamos pensando y trabajando en medidas poblaciones. Y dentro de eso también estamos pensando en la posibilidad de fortificar el agua con calcio. Hay aguas minerales que tienen un contenido de calcio bastante alto y nosotros hemos probado la posibilidad también de fortificar el agua con calcio. Hemos hecho estudios gustativos sobre hasta qué concentraciones altas de calcio la gente no percibe la diferencia con el agua sin calcio. Estamos en sus inicios en todo esto porque tiene cierta complejidad. Hay dos fuentes de agua habituales. Una es el agua que viene por los servicios y la tenemos a través de las canillas en las casas. Otra sería agua envasada. Hay distintas clases de envasado, desde botellas hasta bidones. Estamos pensando un dispositivo que se colocaría en el grifo de la cocina y que al pasar por ahí aumentaría la concentración de calcio con el cual se cocina y se bebe. Hace algunos años que estamos investigando, pero lleva mucho tiempo.
-¿Usted trabaja en un lugar dentro de la UNR?
-Sí, en la Facultad de Medicina en avenida Francia. Hay un laboratorio y ahí estamos haciendo los estudios básicos para ver un poco los mecanismos. Lo que le conté son estudios poblacionales. También hemos visto que la buena ingesta de calcio durante el embarazo tiene beneficios en los hijos de estas madres. Hemos visto que tienen mejor regulación de la presión arterial y menos hipertensión. Eso fue un hallazgo que nos sorprendió mucho. Que un mineral dado a la madre pudiera en cierta manera modelar al feto y de ahí al niño. Estamos haciendo estudios en animales de laboratorio para ver el mecanismo de todo esto. Son estudios muy de laboratorio. Hay un grupo muy bueno en la Facultad de Medicina que está trabajando en esto. Combinamos estudios básicos de laboratorio, en este caso para explicar mecanismos, y estudios clínicos y epidemiológicos en grandes poblaciones.
-¿Cómo ve usted en general la salud pública en Rosario y en la provincia?
-Conozco más la salud pública de Rosario. Le diría que es un ejemplo mundial la salud pública de Rosario históricamente. Desde que estuvo (Héctor) Cavallero acá, en nuestra ciudad, y empezó a trabajar mucho en la salud pública. (Hermes) Binner, (Antonio) Bonfatti. Todos los que estuvieron acá como intendentes y también como secretarios de Salud Pública. Mónica Fein. Todos ellos han establecido un nivel de atención en la salud pública que es un ejemplo y sigue siendo. Tan eficiente, tan humano, tan dedicado en brindar, sobre todo a la población más deprivada de la ciudad, una excelente calidad de atención. El secretario de Salud (actual), el doctor (Leonardo) Caruana, también tiene una gran devoción por esto. Estamos muy orgullosos.
-El porcentaje de personas que han recibido este premio y también el Nobel ronda el 25 por ciento. ¿Eso se puso a pensarlo? ¿Es algo que le importa o no?
-Qué pregunta. Lógicamente para cualquier investigador es la honra más grande que puede haber sacar un premio Nobel. En la Argentina tenemos muy poquitos y han sido brillantes. Sí, no voy a hacer falsa modestia al decir que no me importa. Sería maravilloso. Lo que pasa es que no es fácil, es muy competitivo y en general, el premio Nobel es para fisiología y medicina. Son en general, si uno ve los considerandos de los premiados, estudios muy básicos. No tanto estudios tan clínicos como los nuestros, así que estar junto con la lista de estos notables que están ahí, que han sido premiados por este premio Gairdner, ya eso es para mí un orgullo enorme.