Miles de fieles se acercaron cada noche para venerar a la santa y disfrutar de las celebraciones y festivales fuera del templo. Este miércoles 30 de agosto hubo dos misas, la primera con la participación del obispo saliente Luis Collazuol y sacerdotes de la zona. Por la tarde se realizó la procesión y una segunda misa, seguida por el festival popular.

Las celebraciones comenzaron el pasado 21 de agosto con el inicio de la fiesta patronal, luego de cada misa había venta de empanadas y choripanes, lo que se convirtió en un paseo tradicional de la ciudad y colonias. El sábado 26 fue la pre-fiesta, con números musicales en vivo al término de la misa de las 20. El domingo la convocatoria fue para las comunidades religiosas de toda la zona quienes se hicieron presentes con sus imágenes. El martes luego de la misa se realizó la pre-fiesta, con números artísticos en vivo, hasta la hora cero, donde con repique de campanas y fuegos artificiales, Santa Rosa “salió” a saludar a su pueblo. En tanto, el día 30, a las 7 AM también se realizó el repique de campanas.

Además, en la primera celebración religiosa, el obispo saliente Luis Collazuol estuvo presente, acompañado de sacerdotes de la zona. También hubo venta de asado con cuero, empanadas, choripanes, cantina, música en vivo y el tradicional recorrido por los puestos de venta. Por la tarde la procesión partió desde Hospital Santa Rosa, que este año cumplió 100 años, hasta el templo, donde se realizó la segunda misa del día.

En diálogo con Mirador Entre Ríos, Luis Collazuol se mostró muy emocionado al ser la última novena como obispo. “Es un honor, después de 19 años, formar parte de esta novena, en una localidad que vive con tanto fervor su fiesta patronal”. Seguidamente y haciendo alusión a la tormenta de Santa Rosa expresó “esperamos la tormenta de la evangelización. Que nos lleve donde nos necesite la comunidad, con las herramientas y métodos necesarios para entregar Su palabra”, aseguró.

Más allá de lo religioso, la fiesta de Santa Rosa de Lima es para Chajarí una fiesta popular, donde todos los vecinos, sin importar la clase social, edad o incluso credo, se acercan a compartir en comunidad.