Se viene la fecha de todos los clásicos del fútbol argentino y los hinchas, en ese contexto, viven una semana de nervios, ansiedad y expectativa máxima. Y también de consumo de información para tratar de conocer cuáles son los jugadores que el técnico podrá tener en cuenta, los que ya están descartados y aquellos futbolistas por los que habrá que prender velas para que tengan chances de llegar al partido que nadie quiere perder. Esto vale tanto para el equipo propio como para el rival. Respecto del clásico rosarino, que se disputará este sábado a las 16.30 en el estadio “Gigante” de Arroyito, Rosario Central es el que está más complicado por la importante cantidad de lesionados y “tocados” que tiene el técnico Miguel Ángel Russo en su plantel. El DT “leproso” Gabriel Heinze llega con la plantilla un poco más entera, pero rezando por la recuperación de uno de sus jugadores más influyentes en el juego ofensivo.

En cuanto a la forma futbolística con la que ambos equipos llegan a este cruce clásico, es bastante democrática: los dos vienen de perder frente a los conjuntos de La Plata, con rendimientos que dejaron bastante que desear. Si se amplía un poco la mirada, el panorama es casi dramático: en las últimas tres fechas de la Copa de la Liga, entre los dos equipos apenas rescataron dos puntos de los 18 que disputaron -la “Lepra” por el empate de local con Unión y el “Canalla” por la igualdad también de local frente a Independiente-.

Russo viene realmente complicado con las lesiones de sus jugadores. De hecho, en los dos últimos partidos ante Independiente y Gimnasia de La Plata les dio órdenes taxativas a sus futbolistas para que pidan el cambio ante cualquier molestia física que sintieran, por más mínima que fuera. Eso hizo Ignacio Malcorra en el duelo contra el “Rojo”. Y en el Bosque platense, el DT sentó en el banco a Carlos Quintana, su mejor defensor, porque venía maltrecho de las últimas contiendas.

El entrenador de Central conoce muy bien la importancia que tiene el clásico para la cultura futbolera de Rosario y también para la salud de su ciclo al frente del primer equipo “canalla”. También sabe el respaldo que un triunfo ante Newell’s le daría a una dirigencia que está dando sus primeros pasos en el club, peleando contra viejas deudas y nuevos conflictos.

Russo ya sabe que no podrá contar con Lautaro Giaccone, el joven mediocampista que sufrió una lesión muscular grave. Según el parte médico, el volante tiene “arrancamiento completo del tendón del músculo aductor izquierdo”, lo que demandará una “baja deportiva de dos a tres meses”.

Pensando en el duelo del sábado ante Newell’s, el entrenador “auriazul” evaluará la evolución física de tres futbolistas que son fundamentales para su idea táctica: los zagueros Facundo Mallo y Carlos Quintana, y el estratega del equipo Ignacio Malcorra.

El más complicado es el defensor uruguayo, que sufrió un desgarro frente a Colón, hace menos de tres semanas, y podría llegar con lo justo al clásico. Lo probarán durante la semana. Otro que está en duda para el sábado es el delantero Octavio Bianchi, que también se lesionó en la derrota sufrida en el estadio “Brigadier López” de Santa Fe y no pudo estar contra el “Lobo”.

En la otra vereda, Gabriel Heinze trabaja pensando en Central con su plantel casi completo, pero con dudas sobre la recuperación de su futbolista más desequilibrante en ataque: el juvenil Brian Aguirre, que no pudo jugar el domingo ante Estudiantes por una dolencia en la cadera derecha. “Le hicieron un estudio de la cadera. Hoy lo veías entrenar y quería jugar. Se tiene que conocer su cuerpo. Está bien, pero vamos a ver si llega”, comentó el entrenador “rojinegro” después de la derrota frente al “Pincha”.

La baja confirmada de la “Lepra” es la del delantero uruguayo Guillermo May, que fue expulsado por el árbitro Facundo Tello el domingo en la caída contra Estudiantes. Si Aguirre se recupera y puede estar en el clásico, como todos esperan en Newell’s, el paraguayo Jorge Recalde será el centrodelantero en el clásico.