El fútbol está lleno de sorpresas. Fecha tras fecha, torneo tras torneo, queda demostrado que no hay recetas ni manuales para hacer diagnósticos más o menos acertados de lo que puede suceder. Volvió a pasar ahora con los equipos rosarinos de primera división. Después del clásico que Rosario Central le ganó a Newell’s tres fechas atrás, se suponía que los “canallas” utilizarían esa energía para despegar definitivamente e ir por la clasificación a la fase final de la Copa de la Liga y por confirmar un lugar en las copas internacionales del año que viene. Para los “leprosos”, envueltos en un clima convulsionado y tormentoso, se esperaba un futuro de turbulencias. A Central le fue bien en la fecha siguiente, cuando se impuso a Huracán, aprovechando la seguidilla de partidos de local, que es su gran fortaleza. Pero el empate del jueves pasado ante Vélez, otra vez en Rosario, complicó los planes de los dirigidos por Miguel Russo. Newell’s, contra todos los pronósticos, sacó de la galera dos triunfos seguidos de visitante, condición en la que venía perdiendo duro y parejo, y se acomodó en zona de acceso a cuartos de final del último torneo local de este 2023.
Un paso para adelante
El ambiente para trabajar y proyectar objetivos no era el mejor en Newell’s después de la caída en el clásico. Los hinchas depositaron su bronca en el técnico, en el presidente Ignacio Astore, en el director deportivo Pablo Guiñazú, y en algunos jugadores. Heinze, con muchos pensamientos monstruosos dando vueltas en su cabeza, continuó con su plan, muchas veces cuestionado por su extraña forma de armar las formaciones y su, a veces, indescifrable método de sacar y poner jugadores.
La goleada que la “Lepra” le propinó a San Lorenzo, hasta hace poco el equipo imbatible de Insúa, no estaba en ningún pronóstico. “Si no se hubiera dado este resultado, probablemente hoy yo no estuviera acá”, confesó el “Gringo” después del 3 a 0 al Ciclón en el “Nuevo Gasómetro”. Y aprovechó para tomarse revancha de algunos directivos que le quitaron apoyo tras la caída contra Central: “Cada uno puede opinar lo que quiera, pero los que levantaron la mano para que yo no continúe son los mismos que se pusieron contentos y me vinieron a saludar cuando agarré”, disparó el DT.
Y este viernes, en la siempre complicada cancha de Tigre en Victoria, y luego de atravesar por un partido chato y que se encaminaba al empate, Newell’s volvió a chocarse con un triunfo reparador. Pero más allá de los tres puntos, que son vitales a esta altura del torneo, el entrenador “leproso” no pudo gambetear los cuestionamientos. ¿Por qué insiste con dejar en el banco al uruguayo Armando Méndez? ¿Por qué tiene esa pulsión de desarmar partido tras partido lo que funciona bien?
Pero las victorias siempre legitiman y actúan como escudo frente a las críticas. Y Heinze aprovechó otra vez la ocasión para gritar sus verdades: “Después del clásico yo nunca visualicé que estaba todo oscuro, visualicé que era un momento muy jodido, pero no como para largar todo lo que se venía haciendo”. Por ahora, el devenir del torneo le da la razón.
“Todos los escenarios, para la gente y para ustedes, están muy claros. Después del clásico yo nunca visualicé que estaba todo oscuro, visualicé que era un momento muy jodido. Yo hablo de la actitud y el juego del equipo. Por todo lo externo era oscuro, nos hicieron sentir eso y fue difícil”, profundizó el DT “Rojinegro”. Y agregó: “El grupo se unió, ahora que hicimos dos victorias lo voy a mantener de la misma manera, sí les voy a pedir un poco más a mis jugadores”.
El próximo jueves, a las 21, Newell’s regresará al “Coloso” para recibir a Godoy Cruz, en un choque muy importante para la clasificación a los play off de la Copa de la Liga: “Es muy lindo volver a casa, más con el resultado positivo y esa alegría que le queríamos dar a la gente después de lo que hemos pasado en los últimos 15 días”, remató el “Gringo”.
Un paso para atrás
Los hinchas de Central no se fueron con buenas sensaciones del “gigante” de Arroyito el jueves pasado, cuando el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo dejó pasar la chance de derrotar a Vélez para meterse de lleno en la lucha por un pasaje a la fase definitoria de la Copa de la Liga. Dolieron los dos puntos que quedaron en el camino, pero más preocupó la forma en que jugó el “Canalla”. Es más; si se tiene en cuenta el trámite del partido, Central terminó rescatando un punto con el discutido penal que Maxi Lovera transformó en gol del empate, tras la ventaja inicial de los pibes del “Fortín”.
En el fútbol, como en todos los órdenes, las cosas deben ponerse en contexto. Central acumula 12 puntos en la Zona A del torneo y ocupa el décimo puesto de la tabla, lejos de Colón -en posiciones, no en puntos porque el “Sabalero” tiene 14-, que está cuarto y hoy es el último equipo que está accediendo a los cuartos de final de la Copa. El marco para los “canallas” es estar compitiendo en la zona más pareja del certamen.
El otro dato determinante para evaluar la campaña de Central ya se sabe hace rato: suma un montón de puntos de local y nada de visitante. Este martes, los dirigidos por Russo deberán ir a Córdoba para tratar de recuperar ante Instituto lo que perdieron frente a Vélez. “Esto es partido tras partido, no puedo hablar de aspiraciones. Lo más importante es sumar y hay que llegar al final de la mejor manera. Faltan 15 puntos y todos se juegan mucho”, analizó Russo.
El aliciente para Central es que, más allá de la clasificación o no a los cuartos de final de la Copa de la Liga, sigue en posición de privilegio en la tabla acumulada del año, en puesto de acceso a la Copa Sudamericana de 2024 y no muy lejos de los cupos a la Libertadores del año que viene.