El Hospital Regional Sur de Rosario, en la Avenida de Circunvalación y San Martín, y que comenzó a levantarse hace doce años, pero que aún sigue inconcluso, y que fue durante meses desguazado por incesantes robos de materiales, ahora cuenta con un perímetro de seguridad y en breve se iniciarán las obras cloacales, aunque oficialmente confirmaron que restan más de cinco mil millones de pesos para verlo terminado.

Aunque la intención de la gestión Perotti era dejar el “elefante blanco” con todos los servicios en funcionamiento, la obra cloacal habrá comenzado, pero no finalizado. “El trabajo ya se adjudicó y comenzará en breve”, afirmó a Mirador Provincial la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la Provincia, Silvina Frana.

La funcionaria contó que la obra comenzará, pero demandará más tiempo del que le queda en el gobierno al actual Gobernador, quien será reemplazado por Maximiliano Pullaro, recientemente electo en los comicios generales provinciales.

Frana dijo que el perímetro de seguridad “está completado”, lo cual evita que se sigan llevando partes del Hospital Nodal. A su vez, indicó que cuando comience la obra cloacal, “seguramente se asignará seguridad privada para proteger el nosocomio mientras se trabaja”.

No obstante, un dato no menor que confirmó la Ministra es que para ver terminado el enorme hospital que se asoma en pleno barrio Las Flores en zona sur de Rosario, “hacen falta, por lo menos, más de cinco mil millones de pesos”.

Se trata de una suma suculenta, pero que, si la Provincia quiere, “puede afrontar esos costos”, aunque dependerá de la “coyuntura económica que se atraviese”, porque si bien es un monto “posible” para Santa Fe, “mientras tanto pasan muchas cosas como, por ejemplo, una pandemia” que obligan a destinar recursos “a otras urgencias”.

Otro de los servicios que la actual gestión dejará inconclusa es la conexión de agua potable. Se trataba de un trabajo “más sencillo”, admitió Frana, lo iba a realizar Aguas Santafesinas, pero “por la situación económica” la obra “se ralentizó”.

Otro hecho que generó cierta incertidumbre, en un momento, fue que la policía que cuidaba el hospital se retiró de la zona y dejaron libre el nosocomio, porque “la Provincia se atrasó con el pago de los haberes”, pero ahora está protegido con el perímetro, además de que se asignará custodia privada por la obra que comenzaría en breve.

Obra eterna
El ambicioso proyecto, que comenzó la gestión socialista en 2011 y que según aventuró el ex gobernador Miguel Lifschitz en su última recorrida sería “el más grande y moderno del país”, se encuentra a medio camino.

Es que la pandemia obligó a repensar todo el sistema sanitario no sólo de Santa Fe sino del país y la necesidad de camas acaparó todas las energías y recursos del 2020.

Apenas asumida la actual gestión peronista se estimó que hacían falta cerca de 4 mil millones de pesos para finalizar y equipar el megaproyecto. Dos años y medio después, y con un promedio inflacionario superior al 50 por ciento anual, esa cifra quedó muy lejos de lo que podría ser necesario para concluirlo.

En pleno confinamiento decretado por el presidente Alberto Fernández, la secretaria de Arquitectura y Obras Públicas de la provincia, Leticia Battaglia, había anunciado que en el presupuesto 2021 pensaban en “elaborar alternativas para poder avanzar con el efector; quizás con financiamiento extranjero o algún programa nacional en el que nos podamos incluir, porque es una inversión costosa y hoy no contamos con los recursos para hacerle frente con medios propios”, algo que finalmente no sucedió.

Pero la propia Frana admitió que la gestión de Perotti no terminará el hospital, aunque sí lo dejaría con todos los servicios resueltos. Esto tampoco sucederá, aunque sí con ciertos avances en materia cloacal y de seguridad.