Mientras el Concejo sigue debatiendo las apps móviles como Uber y Cabify en Rosario, las firmas se encuentran operando en la ciudad de forma irregular. De esto dan cuenta las cifras oficiales de la Municipalidad respecto a la cantidad de autos secuestrados que estaban trabajando con las aplicaciones.
En lo que va del año ya se secuestraron más de 200 vehículos en diversos operativos de control, mientras que el mes de octubre fue el que más coches se detuvieron llegando a la suma de 33.
Se trata de una cifra superior a las registradas en los meses de septiembre y junio, donde se remitieron 31 y 30 móviles sin habilitación correspondiente. La mayoría de estos coches operaban con la app de Uber, pero también se detectaron casos de remises que operaban con Cabify.
Hay que recordar que la polémica con los taxistas por la irrupción de Uber en la ciudad de Rosario sumó un nuevo capítulo. Hace algunas semanas realizaron una caravana rumbo al Palacio de los Leones para reclamar al gobierno local que intervenga ante el crecimiento de la aplicación.
El enojo de los taxistas de notar que la aplicación funciona sin ninguna regulación, en un contexto donde señalan que las recaudaciones de los móviles cayeron entre un 30% y 50%, provocó que se llevara a cabo esta manifestación frente a la Municipalidad.
También aluden a que ellos deben afrontar las regulaciones que se les impone por ordenanza. En la queja también se suma el reclamo por más y mejor seguridad tras reiterados hechos de violencia que afectaron a diversos trabajadores y trabajadoras.
A diferencia de otras veces, el arribo de Uber, por ejemplo, en la ciudad se nota. Es que cada vez se escuchan más personas que probaron la app para trasladarse en vez de solicitar un taxi. Si bien no se trata de un furor, sí marca una diferencia con los otros intentos que tuvo la firma de hacer pie en la zona.
Los coches que viene secuestrando la Municipalidad deben afrontar multas de diversos costos. Por ejemplo, el costo para el titular del que maneja un auto de servicio sin papeles reglamentarios y operando por medio de una app de forma ilegal van de 1300 a 3800 Unidades Fijas, sumado a la inhabilitación de tres a seis meses. En cuanto a dinero –valores de hoy- inician en más de 300 mil a más de un millón de pesos.
Según contó a Mirador Provincial la secretaria de Control y Convivencia local, Carolina Labayrú, “los autos secuestrados van al corralón municipal. Luego, el titular debe ir a retirarlo previo juzgamiento por parte del tribunal de faltas”.
Aunque no hay un dato oficial al respecto, la funcionaria estima que, al tratarse de coches usados, un gran porcentaje se encarga de reclamarlos e ir a buscarlos.
En agosto la comisión de Servicios Públicos del Concejo volvió a reunirse, tras las PASO, para debatir este tema que ya tiene larga data, tantas discusiones como propuestas y muy pocas resoluciones. Pero el tema volvió a estancarse.
Solamente a modo de ejemplo, ya presentaron ideas regulatorias la actual presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck –la que más pudo avanzar-, el edil macrista Carlos Cardozo, Miguel Tessandori, la socialista Verónica Irizar.
No solamente esta multinacional es la que está operando, sino también otras apps como Cabify. Es un servicio de remise que, según detectaron desde el Palacio Vasallo y confirmaron a Mirador Provincial, hay más unidades en circulación que las permitidas, rompiendo una suerte de permiso precario con el que pueden trabajar, pero sin una regulación concreta.
Hace dos años Uber intentó instalarse en la ciudad por tercera vez. Ya lo había requerido en 2017 y 2019, pero la falta de adecuación a las normativas vigentes, que rigen actualmente para taxis y remises, generó el repudio de varios sectores que ofrecen el mismo servicio y por parte del propio municipio.
Ahora, en 2023, parecieras que las aplicaciones multinacionales están funcionando en voz baja y sin generar mucho ruido. De a poco, son cada vez más demandadas no solo por pasajeros y pasajeras, sino también por personas que las ven como salidas laborales.