Santa Fe está a días de celebrar sus 450 años de vida y parte de su historia puede llegar a perderse por la crecida del río Paraná y la falta de mantenimiento de la defensa contra inundaciones de un sector de Santa Fe La Vieja, ubicada sobre la ruta provincial N°1, a la altura del kilómetro 78, en Cayastá (Departamento Garay).
El próximo miércoles 15 de noviembre será el aniversario de Santa Fe. La fecha coincide con la del pronóstico de los especialistas del Instituto Nacional del Agua (INA) para que arribe a estas orillas el pico de crecida del río, estimado en alrededor de 5,20 metros de altura.
Pero no es sólo eso. Los mismos pronósticos señalan que el río permanecerá en niveles altos con nuevos riesgos de inundaciones y afectaciones durante el resto del verano, a principios del año próximo.
Patrimonio. Uno de los elementos que impacta a los visitantes es la presentación museográfica que replica las sepulturas de los vecinos y religiosos que allí fueron enterrados.
Así las cosas, la fuerza del agua, de la corriente, de la naturaleza, podría llegar a desmoronar un sector de la barranca del Parque Arqueológico Santa Fe La Vieja. El lugar fue afectado en 2021 cuando se incendió, producto de una de las quemas descontroladas en el delta de las islas del Paraná.
Aquella agobiante siesta del jueves 30 de diciembre de 2021 el fuego destruyó un sector de la casa de la familia Vera Mujica, construida en 1573, y los elementos que se encontraban en su interior. También dañó un sector de las ruinas del Convento de San Francisco -que es un de los elementos de mayor simbolismo histórico del lugar-, afectando además el Campamento Cultural, y la Reserva Natural.
Junto a La Merced y Santo Domingo, el convento de San Francisco es una de las tres iglesias de Santa Fe La Vieja que perduraron en el tiempo, mientras que otras tres desaparecieron en el río (la parroquia de españoles, la de San Roque y la Compañía de Jesús). Y es la principal de todas, por su significado y envergadura. Además es la única en la que se ha excavado también su convento de una sola nave que impacta a los visitantes por la presentación museográfica que replica las sepulturas de los vecinos y religiosos que allí fueron enterrados.
Las quemas y el patrimonio
Las llamas que debieron ser sofocadas por bomberos durante aquel incendio alcanzaron a dañar el sistema de defensas contra inundaciones conformado por tabla estacado de durmientes de quebracho y un desagüe pluvial. Aquella vez el río transitaba parte de la bajante histórica que duró estos últimos años. Ahora crece, y baja con fuerza, amenazante.
Patrimonio. Uno de los elementos que impacta a los visitantes es la presentación museográfica que replica las sepulturas de los vecinos y religiosos que allí fueron enterrados.
Por ello advierten las autoridades del Parque Arqueológico que “está en riesgo el Convento de San Francisco”. Así lo asegura su coordinador, el antropólogo Gabriel Cocco. En el mismo sentido, desde la Asociación de Amigos del Parque, Ana Cecchini, advierte que “el pico de crecida que viene en enero es muy alto y el arrastre que opera el río provocará daños graves”.
Uno de los motivos históricos del traslado de la ciudad fundada por Juan de Garay en 1573 a su emplazamiento actual fue justamente el embate del río San Javier contra la barranca. Cuando en 1660 aquellos antiguos pobladores tomaron la decisión de levantar campamento y mudar la ciudad tenían razón. Más tarde el río se llevaría para siempre gran parte de Santa Fe La Vieja, que tiene una extensión de 69 hectáreas, las dos terceras partes de la traza fundacional.
Patrimonio. Uno de los elementos que impacta a los visitantes es la presentación museográfica que replica las sepulturas de los vecinos y religiosos que allí fueron enterrados.
Zapata Gollán. Documento fotográfico histórico del hallazgo de las ruinas, en 1949. Archivo.
Los restos de lo que quedó de la antigua ciudad descubierta por Zapata Gollán en 1949 tienen hoy un gran valor patrimonial para la humanidad. El registro arqueológico da cuenta de una sociedad compleja y pluriétnica en la que convivieron españoles, mestizos, aborígenes y africanos. Las ruinas están en riesgo. Al igual que hace 450 años el río las sigue amenazando. Un deja vu.
Que no digan que nadie avisó
Es por ello que hace una década atrás el gobierno provincial construyó una millonaria defensa contra inundaciones en todo el Parque Arqueológico. Una mega obra que pretendió dar solución a los continuos procesos erosivos que afectan al parque y el ejido urbano de Cayastá. Pero el incendio de diciembre de 2021 afectó un sector puntual de la defensa que no fue reparado.
Atentos al comportamiento del río, las autoridades del Parque le solicitaron al gobierno provincial que repare los daños. “En febrero pasado nos dijeron desde Cultura que ya estaban los fondos, pero nunca se reparó”, dice Cocco.
Por su parte, los miembros de la Asociación de Amigos de Santa Fe La Vieja reclamaron formalmente al ministerio de Infraestructura de la Provincia que repare la defensa. “Teniendo en cuenta que el próximo 15 de noviembre se recuerdan los 450 años de la fundación y que según los pronósticos especializados se avecina una creciente considerable del Paraná, entendemos que es imprescindible prevenir daños mayores”, decía la carta firmada por Cecchini dirigida a la ministra del área, Silvina Frana, fechada el 8 de agosto pasado. Les avisaron con tiempo.
Sin embargo el problema no se solucionó. Ahora el río comenzó a crecer y ya es una amenaza.
En ese contexto, el coordinador del Parque propuso un Plan B, una solución coyuntural. Gestionó ante el Ejercito Argentino para que arrojen gaviones de piedras que defiendan la barranca, hasta que llegue la solución final. “La idea quedó a la espera de que se apruebe un presupuesto y no se hizo nada”, cuenta Cocco.
Sin solución
“Decían que en febrero pasado la Comuna iba a hacer algo, después dijeron que lo iba a hacer el gobierno provincial, pero al final nadie hizo nada”, menciona el responsable del Parque. “Desde la comuna dicen que nunca les enviaron el dinero, no se sabe qué es lo que pasó”.
En definitiva, lo que hay que hacer es “reponer el tabla estacado y arreglar un desagüe que cedió detrás del Convento de San Francisco para evitar que se provoque un desmoronamiento”, detalla Cocco. “Una lluvia abundante también lo podría afectar”, advierte. “Tenemos una solución intermedia con apoyo del Ejercito y obteniendo los materiales mediante un subsidio. No puede perderse más tiempo”, reclama, en el mismo sentido, Cecchini.
Monumento Histórico Nacional
Lo que está en riesgo es irrecuperable. A partir de 1949 Agustín Zapata Gollón inició las excavaciones arqueológicas que permitieron recuperar un excepcional conjunto de estructuras arquitectónicas y de artefactos que documentan la vida de los pobladores de finales del siglo XVI y primera mitad del XVII.
El sitio fue expropiado por el gobierno provincial y en 1957 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Actualmente está al cuidado del Ministerio de Innovación y Cultura a través de su Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales.
Hoy el Parque Arqueológico, a la vez que preserva el sitio como bien patrimonial para la investigación científica, lo pone a disposición de la comunidad a través de recursos museográficos y didácticos.