El presidente Javier Milei firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregulará importantes sectores de la economía, entre ellos, el mercado de alquileres. En su primera cadena nacional, enlistó un paquete de medidas que desregulará y la primera en ser anunciada fue la “derogación de la Ley de Alquileres para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea”.

En concreto, la medida implica que los contratos que se lleven a cabo a partir de que entre en vigencia se firmarán bajo la normativa del Código Civil y Comercial de la Nación, con algunas modificaciones.

Por el lado de los inquilinos e inquilinas, el estado de situación es de “mucha preocupación”, por el hecho de entender que se verían “muy perjudicados”, en caso de que se aplique el DNU. Tanto es así, que auguran desde la ONG Concejalía Popular que se podría llegar a una crisis “sin precedentes” en materia habitacional.

Por el lado de los propietarios, la mirada es mucho más cauta. Si bien admiten que la viegnte Ley de Alquileres no funciona, no se animan a avecinar cómo impactará en el mercado locativo la implementación del DNU.

“Mucha preocupación”
Desde Concejalía Popular, Ariel D’Orazio, su referente, señaló a Mirador Provincial que se encuentra con “mucha preocupación”. Es que si llegara a entrar en vigencia el DNU de Milei “sería un golpe muy grave para la economía inquilina, es decir, al 35% de la población que alquila, porque permite la dolarización de los contratos, pero, además, establece la posibilidad o exigencia de que estos sean abonados en dólar billete”.

Tambien desregula el plazo de los contratos de locación fijando plazos menores a dos o tres años, establece la posibilidad de aplicar “hasta dos meses de garantía devolviéndolo totalmente desajustado al final de la locación”. En rigor, “hay muchas medidas que son contrarias a los inquilinos e inquilinas”.

D'Orazio entiende que “esto se asemejaría al régimen de cocheras de Rosario, lo cual puede aumentar mensualmente, pero, además, los plazos pueden ser pactados hasta de un solo mes, sin previsibilidad alguna para las familias inquilinas”.

Es por eso que, desde la ONG, esperan que las cámaras (Diputados y Senadores) “no aprueben este DNU, porque sino estamos en las puertas de una de las crisis más graves en materia habitacional, porque, incluso, quebraría el piso histórico de morosidad que, hoy es muy bajo, pero de avanzar podría dispararse se manera preocupante”, concluyó.

Un mercado paralizado
Desde la Cámara de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) saben que la actual Ley vigente “no ayudó” a ninguna de las partes. De hecho, “logró el receso total de propiedades en alquiler”. Con la derogación de la misma, “no sabemos realmente lo que viene; hay que esperar por la repercusión del mercado”, indicó a Mirador Provincial su presidenta, Gabriela Ortiz de Urbina.

“Que hacía falta un cambio, es cierto, porque estaba paralizado el mercado locativo inmobiliario. Hoy por hoy nuestras inmobiliarias tiene listas de espera y los inquilinos prefieren renovar en el mismo lugar donde están antes que salir a buscar algo nuevo, aun sabiendo que no es el lugar ideal”, siguió.

Desde Cocir “nos estamos reuniendo con asesores, abogados, para estudiar minuciosamente cada letra chica del DNU, así que esto es lo que tenemos por ahora en materia de novedades”; y con respecto a la dolarización, en Rosario, “nuestro sector no está dolarizado, salvo en algunos segmentos Premium, pero en general no sucede”.

Con respecto a los contratos nuevos, que sean de acuerdo de partes la actualización, “puede ser favorable para el propietario porque podría asemejar el índice de inflación y lo vería tentador para volcar inmueble en alquiler y sacarlo de la venta, dado que antes no le rendía”. Sin embargo, “queremos ser prudentes y cautelosos”, cerró la presidenta de Cocir.