La concentración se realizó al atardecer del martes 23 de abril, frente al edificio de la sede Villaguay de la Facultad de Ciencias de la Salud, de la UNER, donde se vieron carteles, pancartas y una enorme bandera, de más de 200 metros, que luego se extendería a lo largo de la movilización, que confluyó en la plaza 25 de Mayo con cánticos al unísono sobresaliendo el que más se repetía: “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.

Graduados, estudiantes y familiares sumaron sus voces compartiendo su testimonio sobre la educación pública. Valentina Vinzón, egresada de Terapia Ocupacional de la UNL definió la convocatoria como “una jornada de lucha muy importante para nuestra ciudad y nuestro país. Tuve la oportunidad de estudiar una carrera en la universidad pública en Santa Fe y hablo además como docente universitaria, actualmente en la UNL y ocasionalmente en la Uader. Quiero transmitir la experiencia transformadora que fue para mí transitar la universidad pública y el incalculable valor que tiene el sistema público de universidades en nuestro país que me permitió salir de mi pequeño mundo cotidiano y encontrarme con miles de personas con historias diversas que provenían de lugares distintos del país y sectores sociales diversos, pero al mismo tiempo los unía la búsqueda y el deseo de crecer”.

Brandon Benítez, estudiante de la UNER e integrante del Centro de Estudiantes, habló en representación de sus pares de la Facultad, sede Kinesiología Villaguay. Dijo que “nos une esta marcha ante la situación que nos convoca acompañados por docentes, no docentes y graduados porque todos somos parte de esta casa educativa que es la universidad a la cual defendemos como pública, no arancelada y de calidad. No es la primera ni la última vez que vamos a salir a las calles a defender nuestros derechos, haciendo énfasis en el reconocimiento de aquellos que han sabido adquirir y resguardar la entidad pública y de calidad de nuestra universidad argentina. Hoy le decimos sí a una marcha por los derechos a la educación en una universidad pública, no arancelada, federal y con ingreso irrestricto", remarcó.

Flavia Velázquez, podóloga y docente de Uader, dijo ser “integrante de una familia humilde, de segunda generación de universitarios que sin la posibilidad de acceder a la universidad pública y gratuita no hubiese sido posible que hoy esté aquí en este lugar que también me permite trabajar como profesional en la salud y ejercer el rol docente educando a alumnos que serán profesionales”.

Cristian Ríos, licenciado en Trabajo Social, indicó: “Soy primera generación de universitario en mi familia, después de mucho sacrificio logré egresar. Empecé a cursar en el año 2000 y recordaba el recorte a las universidades en el gobierno de Menem, en 1999 con toda la lucha que acarreó la toma de facultades y el resultado fue que se logró retrotraer ese ajuste y luego la crisis con muchos compañeros estudiantes que no pudieron seguir. Los que quedamos resistimos y creamos el comedor universitario en la Facultad de Trabajo Social en 2002, como resistencia para que muchos de nosotros pudiéramos comer”, comentó.

Cecilia Micheloud, mamá de una estudiante de medicina de la UNER, señaló que “el recorte del gobierno es para todos y el recorte de presupuesto es complicado para todos porque no solo afecta a nuestros hijos sino a la familia, es que tenemos que estar unidos más que nunca para que nuestros hijos puedan terminar su carrera porque esto es para el futuro de nuestros hijos y por eso debemos acompañar esta lucha como familia”, pidió.

Brenda Rodríguez, graduada en Administración, compartió su testimonio diciendo: “Hoy estamos aquí para hacernos escuchar y reclamar por nuestros derechos, para poder seguir estudiando y convertirnos en lo que muchos un día soñamos, dejando nuestro pueblo, familia y amigos para cumplir con nuestros objetivos que no fueron fáciles. Por eso hoy nos encontramos aquí para reivindicar la importancia de la universidad pública, pilar fundamental de nuestra sociedad, y protestar contra los recortes profundos que están poniendo en peligro su supervivencia”, enfatizó.

María José Iglesias, secretaria general de Agmer Villaguay, dijo que “la educación pública, gratuita y de calidad es fundamental para el crecimiento, desarrollo e innovación de nuestra nación. Tenemos la inmensa tarea de continuar apoyando, defendiendo y fortaleciendo la educación superior gratuita, las inversiones en infraestructura y recursos como así también el desarrollo profesional de nuestra comunidad docente, esencial para mantener y elevar los estándares de excelencia académica y de esto ningún gobierno puede desentenderse. Instamos a la comunidad a reflexionar sobre el valor intrínseco de la educación y el derecho de cada individuo a acceder a oportunidades educativas de calidad”.

Por último, Cecilia Ramón, licenciada en Comunicación social de la UNER, destacó a “la comunidad movilizada en oposición a las medidas de ajuste y cercenamiento de las partidas presupuestarias a las universidades públicas de todo el país. La sociedad argentina está transitando una crisis económica y sumado a eso se pone en riesgo el funcionamiento del sistema universitario y esto no es más que desconocer el derecho de nuestra Constitución Nacional y de nuestra historia. Es ignorar las luchas sociales y estudiantiles por la educación pública, es desmantelar un siglo de construcción cívica y cultural, es despreciar la gesta del país en que vivimos”. remarcó.

Posteriormente a las palabras, dio comienzo la marcha hacia la plaza 25 de Mayo. Uno de los carteles decía: “Auditoría sí, desfinanciar no, Conan”, y dominaba una de las nutridas columnas que se sumaron a la convocatoria en defensa de la educación.

Por calles Savio y luego por San Martín se puso en marcha la imponente movilización que terminó con una vuelta a la plaza y un agradecimiento a los participantes y un estruendoso “Viva la Universidad pública”, que cerró la jornada.