La jornada comenzó a partir de las 15, destinada a chicos entre 6 a 12 años y en esta primera edición los más pequeños pusieron manos a la obra para elaborar uno de los productos más típicos de la cocina argentina.
Con una orientación de los cocineros, a través de la convocatoria realizada por Mariano Robles, los chicos y chicas disfrutaron paso a paso la preparación minuciosa de los ingredientes y la masa para llegar a estirar y después llegado el momento freírlas y degustarlas junto a los mayores. Una idea que surgió y se quedará para que los chicos puedan vivir otras experiencias similares.
Algunas fueron pequeñas y otras más grandes, a gusto de cada uno y poniendo a pleno la creatividad y frescura de los participantes, en un ambiente de juego y aprendizaje muy placentero combinando la receta con mucha paciencia y suma atención para que todo salga bien.
Mariano Robles señaló que “la idea es que se repita la experiencia con distintas propuestas para las fechas patrias, en especial y sobre todo en el ámbito del museo que es un lugar para que los chicos se familiaricen y puedan integrarse”.
La jornada contó con el acompañamiento de la secretaria de Turismo, Deportes y Ambiente municipal.