Un dramático suceso con final feliz tuvo lugar en la ciudad de San Genaro, departamento San Jerónimo, este miércoles por la noche cuando una mamá salió corriendo de manera urgente a la Comisaría 6ª porque su pequeño de 8 años se estaba ahogando con una golosina.
Damiana Aspitia vive -por suerte para este caso- frente a la dependencia policial y en un momento determinado, su hijo, llamado Kairon, estaba masticando una gomita cuando le quedó atorada en su garganta, por lo cual comenzó a ahogarse.
Cerca de las 20.30 corrió para pedir auxilio a las fuerzas de seguridad y allí estaba el oficial Maximiliano Ábalo, oriundo de Calchaquí pero actualmente residente en Coronda, y la oficial Natalia Varisco, ciudadana de San Genaro.
Maniobra de Heimlich
Ábalo comenzó a aplicarle al pequeño la denominada Maniobra de Heimlich, consistente en pararse por detrás del niño, rodearlo con los dos brazos alrededor del tórax. Poner una mano como un puño por encima del ombligo (debajo de las costillas), mientras la otra mano envuelve a esa mano y empieza a realizar presiones rápidas hacia arriba y hacia adentro.
Acompañado y auxiliado por Varisco, la maniobra fue exitosa ya que el chiquito expulsó la gomita y volvió a respirar luego sin dificultades. Los mismos jefes de la Unidad Regional XV mostraron su satisfacción por la heroica tarea realizada por sus subordinados, ya que incentivan continuar cumpliendo con el servicio a la comunidad.
Cabe destacar que fueron testigos de este salvataje, otros dos policías que estaban de guardia esa noche, el subinspector David Solis y el suboficial Pablo Moya, quienes resaltaron el trabajo de sus camaradas.
La mamá de Kairon se emocionó porque le salvaron la vida a su hijo -la familia tenía un antecedente similar- y tenía previsto presentar una nota en estas horas para resaltar formalmente la tarea realizada por los dos efectivos.