En Argentina, los menores de 18 años no tienen permitido el acceso a casinos online. Para que lo comprendan, una conocida empresa de apuestas utiliza la imagen de Emiliano Martínez, arquero de la Selección Argentina de Fútbol, para recordarles eso. A pesar de esas estrategias publicitarias, la ludopatía afecta a los jóvenes y los especialistas en salud mental advierten sobre los riesgos de la adicción al juego, especialmente entre los adolescentes, un grupo vulnerable que se encuentra en plena etapa de desarrollo emocional y cognitivo.
Según los especialistas, la ludopatía es un trastorno de orden psicológico que lleva a la persona a jugar y apostar repetidamente en un casino u otro sistema de apuestas, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional. También se aplica a la adicción patológica a los juegos electrónicos en general.
Desde fines de 2023, tanto en el ámbito escolar como en clubes y otras instituciones comenzaron a advertir acerca de la llegada que los casinos online tienen y las consecuencias negativas que trae.
En Entre Ríos la Cámara de Senadores media sanción al proyecto de ley presentado por el senador Juan Cosso (Villaguay- Más para Entre Ríos) que tiene por objeto implementar en Entre Ríos una campaña preventiva dirigida a niños, niñas y adolescentes, sobre los riesgos de las apuestas en línea. La iniciativa también contempla la difusión de material, capacitaciones a docentes en la temática, realización de jornadas y talleres, articulación con organizaciones de la sociedad civil como así también la detección y derivación al sistema de asistencia socio-sanitaria ante presuntos casos de ludopatía, entro otras acciones.
ENTENDER EL PROBLEMA Y ACTUAR
El licenciado en psicología Rubén Mendoza es uno de los profesionales que se encarga del tema en Concordia. Sus estudios sobre la ludopatía empezaron hace casi 20 años y ahora la digitalización presentó nuevos escenarios. En diálogo con Mirador Entre Ríos contó cómo abordan la problemática.
“Generalmente se habla de todo lo que tiene que ver con los consumos problemáticos, pero hoy en día hablamos también de conductas adictivas. Dentro de estas conductas se trabaja la ludopatía, que significa algo nuevo para muchos”, explicó.
Su experiencia no comenzó con las apuestas virtuales, mucho antes ya había convocado en un teatro a un debate sobre el tema. “En el año 2005 hice una jornada sobre ludopatía en el teatro Auditorium de Concordia, o sea que venimos hablando hace bastante sobre el tema. En aquel momento veíamos que mucha gente hablaba del juego, fundamentalmente relacionado con los casinos y los bingos en ese momento presenciales. Siempre hubo juego, pero debemos saber que hay que diferenciar el juego como normalizador, como estructurador del aparato psíquico y la ludopatía, que es como hay que llamar al problema realmente”, aseguró.
–¿Cómo se llega a la ludopatía por juegos virtuales?
–Sabemos que hoy en día la virtualidad ha invadido todo, para algunas cosas con aportes buenos, para otros no tanto, y dentro de esto aparece lo que tiene que ver con el juego online. Las empresas encontraron allí algo rentable y sin pedir demasiados requisitos. Las apuestas calan tanto en todo lo que es popular actualmente que, si observamos, incluso en los deportes están. En la Copa América aparece una empresa publicitando, la misma está en el fútbol nacional, y así muchas plataformas virtuales que tienen que ver con el casino virtual. En cada país suelen tener nombres diferentes, pero en el fondo son la misma empresa.
–¿Y los jóvenes de qué manera entran en ese mundo de apuestas?
–Los chicos son llamados para trabajar, supuestamente, de cajeros. Ellos deben comprar fichas y venderlas a otras personas y de esa manera publicitan. El problema es que quienes hacen eso se van enganchando porque juegan, apuestan, comienzan a ganar y se entusiasman. Casi siempre cuando las personas, o los influencers, publicitan te muestran las apuestas ganadas, pero la realidad es que ninguna empresa empezaría un negocio para perder, así que son muchos los apostadores que pierden y alimentan este sistema.
El problema comienza cuando no hay límites. Hablamos de consumo problemático cuando la persona no tiene control sobre lo que hace. Todo el tiempo la gente consume alimentos, bebidas y demás, el problema ocurre cuando no pueden hacer otra cosa que eso, cuando piensan todo el tiempo en jugar, en apostar, en estar conectados. Eso afecta su vida cotidiana, dejan de salir, posponen planes, empiezan a quedarse sin dinero. Nosotros siempre planteamos a los papás de adolescentes que presten atención a sus hijos, a cosas que irrumpen, a cambios. La situación se empieza a exteriorizar con pequeñas cosas, por ejemplo, el chico que tenía la puerta de la habitación abierta y comienza a dejarla cerrada o cambia las amistades. Debemos estar atentos a los cambios repentinos porque eso nos dice mucho.
–¿Se aprovechan de la falta de conocimiento de los menores?
–En parte sí. Otro problema es que no hay ningún control y por eso caen tantos adolescentes. Sucede como con las redes sociales, nadie te pide algo que autentique tu edad y entonces entran adolescentes y jóvenes que no saben a qué se exponen. Tienen menos experiencia y en el aparato psíquico todavía hay cosas que no están formadas, entonces no están preparados para poder asumir ciertas responsabilidades, por eso se aprovechan de esas situaciones y los atraen llevándolos como “cajeros” y dándoles sumas que para un adulto son ínfimas como 10 mil pesos, pero que para un niño de 13 años sirven para mucho.
SEÑALES
–¿Hay un modo de salir de ese problema?
–La única manera es hablar, cuando hablamos de adicción justamente nos referimos etimológicamente a que la persona no puede hablar. La ludopatía es adicción al juego y se trabaja de la misma manera que con el consumo de sustancias porque la persona suele actuar igual, tiene la necesidad imperiosa de poder estar en contacto con el juego. No es lo mismo aquel que juega por gusto, por ejemplo, a las cartas, que otro que entró en este sistema y propone jugar por dinero, pierde y quiere seguir jugando. Debemos estar atentos a este tipo de conductas.
Para desarmar los factores de riesgo debemos trabajar los factores de protección y, como dije, debemos estar atentos a las señales. Siempre el que está al lado es el que nota que algo no viene bien y debe actuar. La persona que juega, que tiene un hábito no saludable te dirá que está todo bien, que puede controlarlo, pero cualquiera que lo vea de afuera sabe que no. Yo celebro que podamos hablar de algo que no sea cocaína, porque la gente habla de adicciones y siempre va a la droga, al alcohol, pero hay un montón de conductas adictivas con otras sustancias y en otros ámbitos.
RESPUESTA EN CONCORDIA
“Se está dando cada vez más”, indicó Mendoza ante la consulta de pacientes con este trastorno. “Los chicos tienen problemas con los juegos de guerra, de acción, se vuelven adictos a este tipo de juego, no duermen, no rinden en la escuela ni en deporte, y ahí reacciona la familia, generalmente la mamá, y lo lleva a algún profesional. El eje central es prestar atención al otro, mirarlo y preguntar para ver qué está pasando”, señaló.
Estos problemas se trabajan en Concordia, la Municipalidad tiene un programa que se desarrolla en el Centro de Fortalecimiento Social. La gente se comunica, allí se dan turnos y se atiende de manera gratuita. También en el Hospital Felipe Heras hay grupos que trabajan la temática de manera gratuita.