Un domingo de junio de 2023, Mirador Entre Ríos, en su edición papel, contó y mostró la pésima realidad que vivían las divisiones inferiores de Patronato, con solo siete camperas para siete categorías, es decir, en invierno, los juveniles se iban pasando los camperones entre un partido y otro; un tema complejo a la hora de pensar en un día de lluvia. La ausencia de pantalones y de indumentaria era una tendencia, desde las camperas, camisetas de más de tres años de antigüedad que comenzaron achicarse y romperse, lógicamente por el uso de todos los fines de semana, generando un malestar, silencioso, pero conocido en el mundillo de las inferiores en La Capillita.

Días atrás, un detalle llamó la atención: las categorías mayores de las formativas Rojinegras (cuarta, quinta y sexta), visitaron a Colón por la continuidad del torneo formativo de la Primera Nacional y, en dichas imágenes, se logró observar la camiseta utilizada por los chicos de Patrón, roja y negra a bastones del mismo modelo que el primer equipo, algo “raro”, a sabiendas que la ropa que deja el plantel profesional suele pasar al equipo liguero (en este torneo, el equipo de Liga Paranaense utiliza la indumentaria que usó el primer elenco en 2023 en la categoría de ascenso y Copa Libertadores).

SOLO ROJINEGRA

Este detalle no pasó desapercibido, ya que, en La Capillita, las categorías menores de AFA (séptima, octava y novena), lucieron la ya “vieja” casaca blanca, que poseen las inferiores desde hace poco más de tres años, cuando se firmó un primer contrato con Axfiu, que luego se prolongó al primer elenco, más allá que en la actualidad “el contrato no contempla inferiores”. Es decir, se firmó un contrato con la empresa de indumentaria deportiva por un conjunto de ropa distinto al que tenía Primera (en su momento Lyon vestía a Primera y Axfiu a inferiores), aunque luego se continúa con lo que quedó “viejito”, como se denomina en torno a las formativas.

¿Qué cambió? Un integrante de la Comisión Directiva, Darío Ábalos, tomó el toro por las astas y “comenzó a darnos bola”, contestaron fuentes consultadas por Mirador Entre Ríos. Las actuales camisetas fueron compradas por la entidad, sin publicidad, ya que al contratar un streaming para televisar los cotejos de las inferiores, se buscarían nuevos sponsors para los que quieran ayudar a las divisiones inferiores, es decir, podrían tener sus propios auspiciantes.

Por otra parte, se le aclaró a este medio que, a largo plazo, podrían realizar camisetas alternativas actuales, con la misma metodología que las rojas y negras, sin sponsor o los que decidan estar exclusivamente en las casacas de las formativas Santas.

HAY ABRIGO, AUNQUE…

Entre diferentes averiguaciones por parte de Mirador Entre Ríos, se supo que la realidad de hace un año atrás es distinta, más allá de que no todo es color de rosas. Patronato posee un “galpón” con indumentaria “vieja”, sin usar en muchas ocasiones. Los motivos de su no uso o decisión de guardarla o archivarla se desconocen, pero esa ropa de otras marcas, que estaba guardada, es clave en la actualidad para que todos los juveniles de las siete categorías de las inferiores de Patrón, tengan camperas (visible en la imagen).

Si bien por una cuestión estética y comercial no es lo ideal, a diferencia de hace un año atrás, los pibes cuentan con remeras largas y camperas para este crudo invierno en que la pelota debe continuar rodando y donde las bajas temperaturas, sobre todo en un predio abierto, se sienten aún más.

“La idea es, siempre y cuando tengamos el permiso de la Comisión Directiva, sacar esa ropa, tapar o bordar los logos de las empresas que ya no nos visten más y que puedan utilizarse sin problemas para las inferiores”, confirmó Ábalos en una charla.

Si bien los profesores continúan con indumentaria vieja o se compran la actual, para estar acordes a lo exigente de la institución, hay un cambio, reconocido por quienes trabajan día a día con quienes en algún momento pretenden cumplir su sueño de ser profesionales en Patronato: “Nos dan bola, si bien muchas veces no todo es color de rosas, ahora se rompe una media y tenemos para cambiar o utilizar otro par”, manifestaron.

TODO ENTRA POR LOS OJOS

A estos cambios señalados y, tomando en consideración la nota publicada por Mirador hace un año atrás, se comenzó a trabajar en la estética del predio y reacondicionamiento, más allá de algunas falencias lógicas. El complejo Santo ya luce todo de rojo y negro, tapiales y paredes pintadas, los vestuarios (cuatro en total, dos locales y dos visitantes) poseen agua caliente y los bancos de suplentes se retocan. Son muchas los detalles a mejorar, muchísimos, pero hay un cambio, se televisan los partidos, se buscarían apoyos propios, apareció indumentaria, continúa la difusión institucional a medida de los partidos, liguistas y de AFA. Todo entra por los ojos y los cambios, aunque tardaron, se notan.