Se viene un nuevo clásico del fútbol rosarino y, como siempre ocurre en estas previas, los ánimos se alteran y la adrenalina sube en la ciudad a medida que se va acercando el día y la hora del partido, que en este caso será este sábado desde las 16.30, en el estadio “Gigante” de Arroyito. Para ambas instituciones será un desafío clave, que marcará sin dudas el futuro cercano en caso de que haya un vencedor. Para Central, que tendrá las mayores obligaciones por ser el local y jugar ante toda su gente, será un examen fuerte porque afrontará después de mucho tiempo un clásico sin Miguel Ángel Russo, que a lo largo del tiempo se convirtió en una especie de talismán infalible en este tipo de duelos. Newell’s, a simple vista, tiene problemas más serios: viene de ser goleado por Estudiantes, el nuevo técnico Sebastián Méndez todavía no ha logrado darle su impronta al equipo y, lo más grave, existe una interna de la barra brava “leprosa” que se relaciona con lo más peligroso de la narcocriminalidad en Rosario y mancha con violencia todos los estamentos del club.
Un clásico sin amuleto
Rosario Central enfrenta una situación extraña por estos días. La renuncia de Miguel Ángel Russo, hace poco más de una semana, alteró todas las planificaciones que tenía la dirigencia encabezada por el presidente Gonzalo Belloso. Russo dio un paso al costado a pocos días del clásico y de la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana ante Fortaleza de Brasil, dejando un gran vacío de conducción en el fútbol superior de la institución de barrio Arroyito. Los directivos salieron rápidamente a buscar un reemplazante, pero se chocaron se frente con las negativas de Eduardo Coudet, Guillermo Barros Schelotto, Fernando Gago y Pablo “Vitamina” Sánchez, que fueron los primeros en llenar el formulario de candidatos potables.
Frente a ese panorama, se consolidó la figura del ex defensor Matías Lequi, que hasta la renuncia de Russo se venía desempeñando como entrenador del plantel de Reserva. El “Flaco” se hizo cargo del equipo superior, que fue a La Plata y obtuvo un importante triunfo frente a Gimnasia. De todas formas, vale destacar que el arquero Jorge Broun fue la gran figura de Central en ese partido disputado el lunes pasado y que los tres puntos parecieron demasiado premio para el “Canalla”.
Lo concreto es que Lequi, por méritos propios y por las negativas antes mencionadas, se consolidó como el técnico indicado para conducir estos fuertes desafíos que se le vienen a Central. Pensando en el equipo que elegirá para recibir a Newell’s este sábado, de más está decir que pondrá a todos los titulares que tenga a disposición. La gran duda es la presencia de Ignacio Malcorra, que arrastra una lesión muscular. Se trata de un futbolista clave, ya que fue el autor de los dos goles que se tradujeron en los dos últimos triunfos de Central en los clásicos de la ciudad.
La salvación o la debacle
Si Central tiene complicaciones en la previa del clásico rosarino de este sábado, Newell’s directamente vive un presente caótico. En lo futbolístico, cambió de técnico pero sigue sufriendo los mismos problemas de siempre: falta de identidad de juego y de funcionamiento colectivo, temperamento endeble ante la adversidad, falta de capacidad para sostener las ventajas y rendimientos individuales en caída libre. Todo eso se vio resumido de manera perfecta en la durísima derrota que sufrió el viernes pasado de local, por 1-4 frente a Estudiantes de La Plata. Los hinchas se fueron del “Coloso” con una mezcla de bronca y decepción, que no les permite ver con optimismo el choque con Central.
Pero hay un dato positivo: una victoria en el clásico podría ser el resorte que necesita el plantel “rojinegro” para salir del laberinto en el que hoy se encuentra. Y una cuestión estadística alentadora: en la larga racha negativa contra el rival de toda la vida, las dos veces que la “Lepra” logró vencer a su rival de toda la vida fue en el “Gigante” de Arroyito, la tarde de aquel grito agónico de Maxi Rodríguez y el día del gol de “Juanchón” García, que casualmente volvió a Newell’s esta semana y podría estar en el banco de suplentes el sábado.
Respecto de la formación titular que prepara Sebastián Méndez, el propio técnico se encargó de despejar la duda más fuerte que todo el mundo tenía: “Ever Banega va a jugar el clásico”, confirmó el “Gallego” después de la dura caída frente al “Pincha”.
Lo más grave que hoy vive Newell’s no pasa por lo deportivo, sino por la violencia que emana de la interna de la barra brava, con disputas que se dirimen a lo tiros, como ocurrió este martes por la noche en las afueras del “Coloso”, en el Parque de la Independencia de Rosario. En ese contexto, hay mucha tensión en la previa del tradicional “Banderazo” que los hinchas harán este jueves en el estadio y el Ministerio de Seguridad de la Provincia prepara un fuerte operativo policial.