La crisis de Newell’s parece no tener fondo. Quedaba la esperanza de pelear por la Copa Argentina, en un recorrido que le era favorable al decaído equipo rosarino, pero ni siquiera pudo vencer en los 90 minutos a Central Córdoba de Santiago del Estero, que hoy marcha último en la Liga Profesional, y en la tanda de penales erró todo lo que podía errar para quedarse afuera de todo.
Lo único rescatable de la plomiza noche en San Nicolás fue el masivo acompañamiento de los hinchas, que a esta altura son los únicos que no fallan nunca. Sorpresivamente, después de otra pobre presentación del conjunto “rojinegro” con eliminación incluida, el técnico Sebastián Méndez habló en rueda de prensa y confió que tiene ganas de seguir “para tratar de revertir esta situación”.
Pero más allá del deseo del “Gallego”, que es legítimo porque apenas dirigió un puñado de partidos -con golpes muy duros como el clásico y esta eliminación-, la dirigencia se encuentra en estado de asamblea permanente y se esperan decisiones en las próximas horas.
El balance futbolístico del año a Newell’s le da como los colores de su camiseta: rojo, tirando a negro. Se quedó afuera de la definición de la Copa de la Liga en el primer semestre, dirigido por el uruguayo Mauricio Larriera, después de un comienzo que había ilusionado a los hinchas. Sin participación continental, tiene un flojísimo presente en la Liga Profesional y acaba de quedar eliminado de la Copa Argentina, la única esperanza de festejo que le quedaba. Aparte, perdió los dos clásicos del año, de local y de visitante. Ni que hablar de la política de refuerzos, que fue prácticamente bochornosa.
“Estamos fuertes para seguir”, sorprendió el “Gallego” Méndez minutos después de la eliminación de su equipo, en la zona mixta del estadio de San Nicolás. Nadie esperaba su renuncia in situ, pero lo más probable a esa altura era que el técnico no saliera a dar declaraciones, como sucedió después de perder el clásico en cancha de Central. Pero salió a dar la cara, probablemente a anticiparse a una posible decisión de la dirigencia a esa altura de la noche, con la bronca y el dolor a flor de piel.
“Que la pelota entre”
“Es difícil, siempre son complicadas estas situaciones, esperamos empezar a ganar, que la pelota entre. Hoy tuvimos situaciones. Entonces hay que levantarse y ser fuertes. Se sale trabajando mucho y si estamos acá es porque los jugadores están fuertes y trabajan muchísimo para que esto se revierta”, estableció Méndez.
Luego confió que hubo una reunión en el vestuario con el plantel tras la eliminación y argumentó que tiene el apoyo de los jugadores: “Lo que hablamos queda entre nosotros, pero estamos con ellos y ellos con nosotros. Me quedo tranquilo porque veo que los jugadores dan absolutamente todo”, dijo.
“Este momento duele muchísimo, tiene que doler, pero ahora hay que levantarse y pensar en lo que resta que es el campeonato local”, finalizó el “Gallego”. Lo que viene para Newell’s en la Liga no será nada sencillo, ya que el domingo por la noche visitará a River en el “Monumental”. En realidad, en el marco de este presente del equipo y del club, no importa tanto el rival que esté enfrente. Lo decisivo es cómo Newell’s encuentra una llave para destrabar el cerrojo de su interminable crisis.
Por lo pronto, las próximas serán horas de reuniones, diagnósticos, evaluaciones y seguramente decisiones por parte de la comisión directiva encabezada por Ignacio Astore. Habrá que ver qué sucede con el futuro de Méndez y también con el del director deportivo Ariel Michaloutsos, uno de los grandes responsables de este momento de la “Lepra”. También podría haber determinaciones sobre algunos futbolistas del plantel que no están a la altura de la institución.