Una máxima del fútbol dice que los empates no se celebran, pero siempre hay que ver el contexto. La igualdad que consiguió Newell’s frente al “euro River” de Marcelo Gallardo este domingo por la noche, es para esbozar una sonrisa después de tanto gesto adusto. En el momento menos esperado, cuando la “Lepra” venía de tres caídas consecutivas muy duras en la Liga Profesional y después de haber quedado afuera de la Copa Argentina, que era el único objetivo atractivo que le quedaba en el año, casi nadie pensaba que el conjunto rosarino podía rescatar algo de su visita al estadio “Monumental”, ante un equipo plagado de figuras internacionales y con tres campeones del mundo en la formación titular. Pero Newell’s lo hizo, con un despliegue físico superlativo y una concentración que no tuvo baches. Así fue que el entrenador “rojinegro” encontró oxígeno para seguir, justo cuando el aire ya se tornaba prácticamente irrespirable para él.

De la única forma que Méndez se podía sostener en el cargo luego de la dolorosa derrota por penales ante Central Córdoba de Santiago del Estero, el miércoles de la semana pasada en San Nicolás, era con un respaldo por parte de sus jugadores como el que se vio en la noche del domingo frente al súper equipo de Marcelo Gallardo. Los hinchas “millonarios” fueron a ver una exhibición de sus futbolistas y se fueron del “Monumental” con decepción. Todo mérito de Newell’s.

Con los hechos ya consumados, a Méndez le vino bien tener enfrente un desafío tan motivador como enfrentar a River de visitante, con más de 50 mil personas que fueron a la cancha esperando ser partícipes de una gran fiesta. Que su equipo haya salido fortalecido de semejante desafío, quiere decir que el ciclo está vivo. Aunque ahora viene lo más difícil: prolongar esta levantada futbolística y sobre todo anímica en el tiempo. El próximo compromiso para la “Lepra” será el sábado que viene a las 15, en el “Coloso” ante Belgrano de Córdoba.

Hay un dato que le da más relevancia al trabajo que hizo Newell’s en el “Monumental”: River no pudo convertir en su cancha después de 43 partidos. Eso habla de la concentración y compromiso que tuvo el equipo “leproso”, desde su arquero Lucas Hoyos, pasando por la defensa liderada por Gustavo Velázquez, su mediocampo con el uruguayo Fernández Cedrés como gran figura, hasta los delanteros que fueron los primeros defensores.

“Siempre puse la cara, para mí no es un alivio, es parte del trabajo. Lo que demostraron los muchachos es temple. Entiendo a la gente y al momento del club, pero tenemos que estar juntos para salir”, estableció el “Gallego” Méndez en la conferencia de prensa posterior. El técnico rojinegro también confió que, tras el empate 0 a 0 en Núñez, el presidente Ignacio Astore y el vice Daniel Asturzzi lo felicitaron “por el partido que hizo el equipo”, un gesto que puede entenderse como una muestra de respaldo para la continuidad de su labor.

“Significa un avance para el grupo, no para mí, espero que sirva para arrancar, venimos de reveses y cosas que duelen. Plantamos cara, el equipo dejó todo, se plantó y jugó en un partido difícil”, analizó después.

“Hay pocos equipos que vienen acá y le tienen la pelota a River, esperaba poder atacar un poco más, pero las jugadas que tuvimos fueron de pelota parada. En líneas generales nos costó atacar”, explicó Méndez y sostuvo que la clave estuvo “en la presión, los duelos individuales y la entrega”. Y finalizó: “Hicimos un buen partido en lo defensivo, hay que empezar a ganar, los muchachos demostraron una entrega muy importante”.