Florencia Curi es oriunda de Chajarí, directora de cine y fotógrafa. Pero las circunstancias de la vida la llevaron a incursionar en la escritura. Lo que primero fue catarsis, se convirtió en un libro que cuenta, de manera novelada, su experiencia. La obra ilustrada cuenta en primera persona la experiencia de una joven de 35 años que debe hacer frente a un diagnóstico de cáncer de mama, un camino de luces y sombras, lleno de desafíos y aprendizajes para ella, pero también para las personas que la acompañan.
“La idea del libro surgió de la necesidad de convertir el dolor en arte”, explicó Florencia y agregó que fue idea de su editora y amiga Maire Diorio la de hacer el libro. “Cuando ella se enteró de que tenía el diagnóstico, me acompañó en todo, y un día me propuso que comenzara a escribir lo que estaba viviendo, como catarsis, y a medida que avanzaba en la escritura fue tomando forma la idea de publicarlo”. A su vez, el hecho de ser una novela ilustrada también tiene su fundamentación, “en las primeras quimioterapias, justamente Maite me había regalado un libro, una novela gráfica, que era lo único que podía mirar, porque podía ir hojeando con una sola mano. Teniendo presente eso le remarcaba que debía ser una novela con este formato”.
COMPAÑERO DE VIAJE
Sobre el libro Florencia aclara que “no pretende ser un manual de cómo hacer las cosas. Sin recetas ni mensajes de autoayuda, este libro fue hecho con la ilusión de que se convierta en un buen compañero de viaje, a veces gracioso, a veces incómodo, otras reflexivo, pero sin dejar de ser sensible e introspectivo”.
En cuanto al formato, está dividido en tres partes, el antes, durante y después. “A partir de ahí se va contando en la novela todo lo que se vive desde el momento en el que te diagnostican que tenés cáncer”. La chajariense reconoce que “uno no vuelve a ser el mismo después de tener cáncer”, y te enseña a aprender la finitud de la vida, “convivís todos los días con la muerte, porque personas que te acompañaban y que estaban con vos, quizás en la próxima quimio ves que ya no están”. Más allá de todo eso reconoce que “lamentablemente lo cotidiano de la vida te lleva por momentos a volver a correr. Lo que pasa es que te das cuenta y volvés al eje más rápido, de que por ejemplo trabajar no puede ser más importante que pasar tiempo con los tuyos”.
¿POR QUÉ MONTAÑA?
De la elección del nombre explicó que la primera opción era Montaña Rusa, refiriéndose a la vorágine de emociones que se vivía durante el tratamiento. “Pero a medida que el tiempo y la evolución del libro avanzaba, se modificó a Montaña, por idea de Maite (Diorio), por lo que implicaba subir, escalar, y por LA energía y LA fuerza que necesita la montaña desde el interior”.
Incluso en el camino de la publicación hubo un momento en que dejaron la idea. “Solté la idea, pero la realidad me llamó a retomarla. Me encontraba con gente en la calle que lo estaba viviendo y me llamaban para hablar, contarme, y me di cuenta de que era importante volver a la idea, se lo dije al resto de las chicas y enseguida retomamos”.
DECISIONES RÁPIDAS
Florencia entiende que su personalidad fue fundamental para afrontar rápidamente la decisión. “Hice quimioterapia, radioterapia y mastectomía. Aunque tenía otras opciones menos invasivas, ir viendo, yo decidía actuar de esa manera”. Pero más allá de eso reconoce que no es una decisión fácil. “Cada decisión te lleva a algo que te pasa en el cuerpo, y después te quedas con ese cuerpo. Entonces, de afuera es fácil decir que lo importante es estar viva, pero eso tiene un límite, porque es algo que tiene mucho que ver con la mujer, con lo reproductivo, el amamantar. No son decisiones fáciles”.
VENTA ANTICIPADA Y ENTREGA
Actualmente el libro se encuentra en período de venta anticipada. A través de la página www.montanalibroilustrado.com.ar se puede adquirir, además de otros productos de promoción. Para quienes compren de manera anticipada en la zona de Chajarí, el libro físico será entregado en la presentación, en la Feria del Libro, el viernes 11 de octubre.