"Al principio tenían un poco de miedo, pero después se soltaron y hasta nos sorprendimos de cómo estaban entusiasmados". "Tuve una sola nena que no quiso leer, pero en general, fue todo bien". "La principal inquietud de los chicos, y también de sus padres, era si no iban a pasar de grado si no sabían leer". Estas son algunas de las apreciaciones recogidas de docentes de escuelas primarias en el marco de la primera evaluación de lectura que el Ministerio de Educación de Santa Fe llevaba a cabo a todos los alumnos de 2do grado de la provincia, hasta este viernes inclusive.
Se trata de un test que consiste en consignas de lectura de palabras y texto, que se toma mediante una aplicación de celular. La evaluación se definió en el marco del plan de alfabetización Raíz y con el objetivo de ir monitoreando, años subsiguientes, los avances en el aprendizaje de lectoescritura e ir teniendo un seguimiento del desempeño del programa.
En la Escuela "Juan José Paso" aplicaron la evaluación los días miércoles y jueves y el dispositivo estuvo a cargo de la bibliotecaria de la institución, dado que una de las condiciones era que los audios no sean grabados por las propias maestras de los chicos. "Nos pareció que era la figura indicada para hacerlo, porque acá tenemos 'la hora del cuento' que es justamente una hora de lectura. Así que nos pareció pertinente que la tome la bibliotecaria, que es una docente muy familiar y cercana para los chicos, en lugar de una maestra de otro grado, a quien no conocen", contó Elizabeth Secada, vicedirectora del turno tarde de esa primaria céntrica.
Consultada sobre la reacción de los chicos, que tienen 7 años, ante la prueba, la docente dijo que "al principio tenían un poco de miedo, pero después se soltaron y hasta nos sorprendimos de cómo estaban entusiasmados. Se les contó con anterioridad cómo iba a ser todo y después estuvieron muy desenvueltos y contentos de haberla hecho".
A través de una aplicación de celular (app), un docente designado por cada escuela debe grabar a cada uno de los chicos tres audios por el término de 62 segundos exactos por cada tramo. En el primero de ellos, el alumno debe leer un grupo de palabras que son conocidas y figuran en el diccionario; en el segundo, un conjunto de palabras inventadas o pseudopalabras; y en la tercera consigna, el chico ya tiene que leer un párrafo completo, sobre el cual luego se le hacen preguntas de comprensión.
"La aplicadora no interviene en ningún momento, así que es una lectura totalmente genuina la que hacen ellos, porque la idea, justamente, es que después el ministerio pueda evaluar los niveles de lectura con los que terminan 2do grado. Así que si alguno se trababa, pasaba a la palabra siguiente", destacó Secada, quien remarcó que en esa institución no tuvieron inconvenientes con el dispositivo.
Diálogo previo
En otra primaria pública, la Escuela "IV Centenario", hicieron un trabajo previo con las familias para explicarles en qué consistía la evaluación. "La principal inquietud de los chicos, y también de sus padres, era si no iban a pasar de grado si no sabían leer", comentó Daniela Dyke, vicedirectora de la institución. "Hablamos con ellos, les explicamos el objetivo, y les dijimos que quien los evalúa en el grado es la maestra", añadió.
"Fue toda una novedad esta evaluación. Acá las docentes aplicadoras fueron las maestras de 1er grado, porque están en el mismo ciclo que los chicos de 2do y, por otro lado, porque son las docentes que están siguiendo el plan Raíz, así que nos pareció lo más adecuado que lo hagan ellas", indicó Dyke.
Sobre cómo les fue a los chicos durante la prueba, indicó que el conjunto de palabras inventadas "les costó un poquito más, pero en general, les fue bien".
Marta fue "docente aplicadora" de otra institución de la ciudad. Le tocó tomar la evaluación el martes pasado y señaló que, al principio, "la aplicación no funcionaba bien, estaba como colgada". Superado ese primer momento, después pudo realizar todo el procedimiento con normalidad.
"De a poquito, los chicos fueron pasando de a uno y estaban preparados, ya sabían de qué se trataba. Tuve una sola nena que no quiso leer, pero en general, fue todo bien. Me miraba, pasaban los segundos y no decía nada", señaló la maestra sobre su experiencia.
"Leyeron bien, quizá más pausado con las palabras inventadas -"cámola", por ejemplo-, y después con la lectura del párrafo diría que la mitad lo leyó completo y la otra mitad, no llegó a terminarlo", dijo la maestra, respecto de la performance del grupo de escolares que le tocó.
Anónima
Cabe destacar que la evaluación es anónima y que los audios de alrededor de 54 mil chicos se sincronizan con la plataforma y después serán procesados por el Ministerio de Educación.
Mariana Migliaro, subsecretaria de Calidad Educativa, había explicado a El Litoral que cada una de estas tres instancias proporcionarán informaciones en distintas dimensiones: "Una tiene que ver con decodificar nuestro sistema de escritura. Entonces, las palabras conocidas son más simples, pero puede pasar que las termine acertando con lo que ya conoce y no necesariamente porque las esté decodificando. Con las pseudopalabras, esa incerteza se limpia mucho y estamos acercándonos a un lector que decodifica clara y correctamente. Y finalmente, la lectura del párrafo nos lleva a que no solamente podamos saber con las preguntas posteriores qué nivel de comprensión sobre el texto que leyó tiene ese chico, sino también la entonación en esa lectura".