Durante la tarde se realizó la procesión náutica, en la que cientos de personas embarcaron en diversas embarcaciones para recorrer el río, una tradición profundamente enraizada en la comunidad. Esta manifestación de fe fue seguida de la misa solemne en el anfiteatro municipal, ubicado en el predio del Boulevard Candiotti, donde la comunidad se congregó para rendir culto y celebrar la figura de San Francisco Javier.
La misa fue presidida por el arzobispo de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, Monseñor Sergio Fenoy, quien estuvo acompañado por más de una docena de sacerdotes, algunos de ellos con pasado en la comunidad de San Javier, mientras que otros asistieron por primera vez. Durante la homilía, Monseñor Fenoy reflexionó sobre la importancia de la oración y la manifestación de fe.
En su mensaje, el arzobispo invitó a los presentes a no perder nunca la expresión de fe que caracteriza a la comunidad. Refiriéndose a la figura de Jesús, destacó cómo el Hijo de Dios oraba en momentos de soledad, en la madrugada o la noche, y cómo su oración era un acto de alabanza. “Alabar es reconocer la bondad y la grandeza de Dios”, expresó Fenoy, quien subrayó que Jesús enseñaba a alabar a Dios no solo por sus intervenciones milagrosas, sino por la bondad y el amor que Dios revela en cada acto de su existencia.
La Fiesta Patronal de San Javier, como cada año, se convirtió en un verdadero testimonio de fe, unidad y cultura, reflejando el espíritu solidario y devoto de la comunidad.Foto: Corresponsalía San Javier.
Asimismo, reflexionó sobre cómo el misterio y el amor de Dios se revelan a los más pequeños, aquellos que a menudo son ignorados o despreciados por la sociedad.
“Dios se revela a aquellos que se sienten lejos, a los que no creen que merecen su amor, a los que aún no comprenden el misterio de la fe”, comentó Fenoy. Su mensaje fue claro: la fiesta y devoción hacia San Francisco Javier deben ser un espacio inclusivo, donde los más humildes y sencillos puedan encontrar consuelo y esperanza.
El arzobispo también invitó a la comunidad a mantener un espíritu de gratitud frente a las adversidades, destacando que la gratitud genera pasión, mientras que la queja solo alimenta la amargura. "Que este pueblo de San Javier nunca pierda la capacidad de dar gracias, incluso en los momentos más difíciles", expresó con fervor.
Al finalizar la misa, las autoridades locales y provinciales se hicieron presentes para compartir el momento con la comunidad. La Intendente de San Javier, Ana Maribel González, junto a la vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia, la ministra de Cultura, Susana Rueda, el senador Oscar Dolzani y el secretario de Turismo de la zona norte, Samuel Sager, entregaron presentes al obispo Fenoy y al párroco del Santuario San Francisco Javier, Padre Armando Cattaneo, como muestra de gratitud y reconocimiento a su labor pastoral.
En su intervención, la vicegobernadora Scaglia destacó la magnitud de la festividad, calificándola como una de las más convocantes del calendario religioso de la región, solo superada en cantidad de fieles por la fiesta de la Virgen de Guadalupe. “Es una emoción popular, una fiesta que une a toda la localidad, no solo a San Javier, sino también al departamento”, expresó Scaglia, quien se mostró sorprendida por la gran participación de la comunidad. Además, resaltó la importancia de la figura de San Francisco Javier, un santo misionero que, según indicó, tiene un vínculo profundo con la identidad de los sanjavierinos.
La Fiesta Patronal de San Javier, como cada año, se convirtió en un verdadero testimonio de fe, unidad y cultura, reflejando el espíritu solidario y devoto de la comunidad.Foto: Corresponsalía San Javier.
La ministra de Cultura, Susana Rueda, por su parte, subrayó el valor cultural e histórico de la ciudad y la región, recordando la influencia de los jesuitas y franciscanos en la historia local, así como el legado que dejaron en la fusión de las culturas originarias y los pueblos colonizadores. “San Javier es un ejemplo de cómo se defiende la identidad cultural, una identidad que sigue viva a través de la devoción de su gente y el trabajo conjunto de la comunidad”, comentó la funcionaria.
En un tono similar, el senador Dolzani agradeció la presencia de las autoridades provinciales y destacó la unidad que la festividad genera entre todos los sanjavierinos, más allá de las diferencias políticas o sociales. “Este es un día de celebración y unión para todos. La comunidad de San Javier se une en la fe y eso es lo más importante”, señaló Dolzani.
La intendenta Ana Maribel González, visiblemente emocionada, también destacó la importancia de la festividad para la comunidad, resaltando que la celebración no solo es una ocasión religiosa, sino también un momento de encuentro y de fortalecer los lazos entre los habitantes de San Javier. Además, expresó su satisfacción por la presencia de autoridades provinciales, que a través de su participación, demostraron el compromiso con el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Finalmente, el secretario de Turismo Samuel Sager, resaltó la importancia de mantener vivas las tradiciones y cómo estas festividades contribuyen a la identidad y al turismo de la región. “Este es un evento que no solo nos identifica como región, sino que invita a la reflexión, la unión y el disfrute de todos los sanjavierinos”, concluyó Sager.
La Fiesta Patronal de San Javier, como cada año, se convirtió en un verdadero testimonio de fe, unidad y cultura, reflejando el espíritu solidario y devoto de una comunidad que, a pesar de los desafíos, sigue adelante con esperanza y gratitud. En un año marcado por la incertidumbre, el pueblo de San Javier volvió a encontrarse en su fiesta más grande, reafirmando su compromiso con San Francisco Javier, su santo patrono, y con los valores que lo han convertido en un referente de fe para generaciones enteras.