En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos que se celebra este martes 10 de diciembre, y de un nuevo aniversario de la recuperación de la democracia, el Museo de la Memoria de Rosario da inicio al proceso de renovación de su muestra estable, y se conocieron detalles del primer avance del proyecto, que inaugurará en marzo del año próximo.
La memoria es un proceso vivo y en permanente movimiento. Por eso, el Museo de la Memoria se propone una muestra estable que articule obras que se sostengan en el tiempo, y otras que se sumen de acuerdo a nuevas ideas y necesidades.
El espacio “Justicia Perseguirás” de su hall central se renueva con un mural.
Dicho espacio, pensado en sus inicios en 2010 como un homenaje a la búsqueda de justicia por parte de los organismos de derechos humanos, se transformará con el objetivo de reforzar el diálogo con los derechos del presente, y se actualizará periódicamente con intervenciones de diversos artistas.
En esta ocasión, de cara al 2025, se realiza este nuevo mural en homenaje a las luchas por la democratización de la educación en nuestro país, y será realizado por Réplica Colectiva Gráfica, un colectivo de docentes pertenecientes a la Licenciatura en Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura de la UNR que trabajan articulando diseño y política.
Las acciones continuarán durante todo 2025 con la intención de llegar a 2026, año del 50° aniversario del Golpe de Estado, con la renovación del museo en su totalidad.Foto: Gentileza.
El plan de renovación forma parte de un proyecto de gestión que incluye varias etapas. El proceso, que comienza este diciembre, continuará en marzo con la transformación de la sala conocida hasta ahora como Lectores. El nuevo espacio abordará la temática de las infancias en clave de derechos, vinculando pasado, presente y futuro, con la incorporación de nuevas obras y artistas.
Este enfoque intergeneracional se vincula con el trabajo que viene realizando el Museo con el Instituto Auschwitz para la Prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas (AIPG), en el marco del proyecto Palabras Semilla.
Las acciones continuarán durante todo 2025 con la intención de llegar a 2026, año del 50° aniversario del Golpe de Estado, con la renovación del museo en su totalidad.
El director del Museo de la Memoria, Lucas Massuco, dialogó con Mirador para contar su balance de lo trabajado desde la institución: “En un año de total retroceso y destrucción para las políticas de derechos humanos a nivel nacional, aquí podemos decir que seguimos creciendo y repensando esta política que cumplió 25 años. Fue un año en el que nos obligamos a repensarnos, a proponer nuevas líneas, a rediseñar los dispositivos para dialogar e interpelar a las nuevas generaciones y a aquel público que aún no ingresó al museo (por el motivo que fuera). Y siempre apostando a los DDHH como los principales pilares a transmitir a la ciudadanía porque sabemos con los pilares de la democracia”.
Mirador: -Me gustó el título que pusieron a esta nueva muestra, Justicia Perseguirás, que es una frase bíblica como mandato moral que se impone, y que estos últimos años fue utilizada como emblema en reclamos argentinos, como recuerdo los activistas en torno al esclarecimiento del atentado de la AMIA. ¿Podrás contar un poco el concepto de la muestra?
Lucas Massuco: -Justicia perseguirás es un horizonte que nos acompaña desde 2010. Es una continuidad hermosa que buscamos sostener de cuando fue la gestión de Rubén Chababo y Viviana Nardoni.
En un primer momento ese slogan era una línea histórica en los hitos en la búsqueda de Justicia por parte de los familiares, sobrevivientes y organismos de derechos humanos. Ese concepto se transformó en un mural, que es el que se está reformando ahora.
Lo que buscamos hoy es complementar el concepto en homenaje a todos ellos en una propuesta que fuera dinámica, y que cada cuatro o cinco meses haga un eje en las luchas específicas que tengan vínculo con el presente y con la historia reciente en otro sector del museo. Es recuperar la propia memoria institucional, revisitando esa historia desde el presente.
- Esta renovación se pensó como muestra estable, lo cual significa que será parte inherente del recorrido al Museo en los próximos años, como parte de su cara más visible a la vida pública, más allá de todas sus actividades intrínsecas y de muestras temporarias. ¿Quiénes y cómo fueron pensando esta muestra?
Esta será una renovación conceptual. La intención va a ser poner en el centro de la escena la idea de genocidio perpetrado por la última Dictadura Cívico Militar, que se refleja en las innumerables marchas organizadas por los organismos, familiares y sobrevivientes, pero también en fallos judiciales que los delitos de lesa humanidad se realizaron en el marco del segundo genocidio que reorganizó las relaciones sociales en nuestra comunidad.
Es un museo que trabaja bajo un concepto de un proceso social tan dinámico y poco fijado como es la memoria. Entonces pensábamos que la idea de “muestra permanente” pasa a una idea de “muestra estable”, que es parte del proyecto de gestión bajo mi dirección.
La reforma por otro lado se realiza convocando de la manera más amplia posible a artistas y curadores de todo el país. En este momento lo llevamos a cabo con el colectivo Réplica. Esa intervención inaugura un proceso de intervenciones que va a ser más dinámico.
El mural que estaba hasta hace poquito tiempo, realizado por Javier Armentano y Pablo Romano, estaba desde el 2018. Con lo cual ese homenaje a los organismos de DH tenía un techo temporal claro, que es el 2017.
El mural es la carta de presentación del museo, y buscamos con esta reforma, que no esté anclado en un momento fijo. La misión es homenajear a las víctimas, a los familiares, a sobrevivientes, a los organismos de DH y aprender de su ejemplaridad y su lucha desde el comienzo de la democracia, pero con la idea del contacto con el presente y de pensar el futuro.
-Luego la sala de Lectores pasará a ser renovada en marzo con un proyecto enfocado en las infancias, ¿entiendo bien? ¿Cómo se conformará esta?
- Vamos a incorporar la temática de las infancias como eje dilemático: las infancias en la dictadura, en democracia y en el futuro, articulados a partir del trabajo evocativo.
Es un proyecto coral, amplio, con clave de derechos, hacerles conocer a los niños que tienen derechos: a la alegría, a la corporalidad, la expresión, la identidad. Con elemento lúdico, de arte y representación.
Y los niños, cuando crezcan y vuelvan al museo con otras perspectivas y preguntas, conozcan cómo esos derechos que tienen fueron ganados en la calle, en la política y en los tribunales.
Mi ideal es que un padre, una madre, que conoció el museo en su juventud en 2010, regrese con nuevos ojos, al ser acompañado con sus hijos o sobrinos.
Luego la reforma contará también con muestras más pequeñas focalizadas, en otros lugares del museo.