Lucía Torres | [email protected]
Una de las primeras medidas tomadas fue el 18 de marzo de 2020, cuando se cerraron cuatro de los cinco accesos que conectan la ciudad con el resto de la provincia. Tres fueron bloqueados completamente y uno se limitó a tránsito pesado y en horario reducido. Sí permanecía habilitado el tránsito hacia localidades vecinas de Villa del Rosario y Santa Ana.
El Regimiento de Caballería Tanque 7 de Chajarí había montado tres carpas en el sector del patio del hospital Santa Rosa, cada una con sus correspondientes camas. El objetivo era, antes de que aparezcan casos, para el aislamiento de los potenciales pacientes por afecciones respiratorias. Esto no llegó a usarse y fue retirado poco después.
Comienzan las flexibilizaciones
A dos semanas del decreto a nivel nacional, con la primera extensión, también llegaron las primeras excepciones. Chajarí amplía mediante decreto a los servicios de preparación y venta de comida elaborada y con modalidad de servicios de entrega a domicilio. Aún no había casos positivos en la ciudad.
El 30 de mayo aparece el primer caso de positivo. El paciente era un camionero que trabajaba viajando al mercado central de Buenos Aires. La preocupación volvió a aparecer en la población, reaparecieron los tapabocas en las calles, pero no se modificaron las medidas municipales y desde el Ejecutivo se instaba a aumentar, “fase de responsabilidad extrema”.
Luego de una marcha pidiendo apertura, el 8 julio se habilitaron los gimnasios. De esta manera quedaban sin trabajar únicamente las guarderías y lo concerniente a la educación que seguía virtual. El 16 de julio se habilitaron las reuniones familiares y deportes individuales. Lo cierto es que de las diez personas habilitadas, la realidad es que era un límite que pocas veces se respetó.
El 24 de julio, al volver a sacar las mesas los bares y restaurantes el panorama en la ciudad volvió a ser casi el mismo que antes de la pandemia. Seguían cerrados los boliches bailables y las escuelas, únicamente.
En la noche del 20 de septiembre Chajarí fue noticia incluso a nivel nacional, los adolescentes de la ciudad, hartos de no contar con espacios acordes a su edad y necesidad salieron a las calles a recibir el día del estudiante, como lo hicieron todos los años, claro que ahora con pandemia. Las imágenes causaron opiniones encontradas fuera de la ciudad y también dentro, donde el propio intendente apoyó esta medida y aseguró que “no hicieron nada malo”.
Mientras que la directora del Hospital Santa Rosa se mostró en contra y exigió mayores controles a la intendencia. Profundizándose ahí la “brecha” entre dos corrientes políticas bien marcadas.
Curva de casos
Lo cierto es que después de ese acontecimiento se esperaba un pico de casos, que aunque aumentaron, no representaron un pico. El cual llegó recién a principios de enero de este año, quince días después de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, donde se realizaron bailes al aire libre habilitados hasta 1.500 personas para los más jóvenes, pero también los más grandes se reunieron, brindaron y despidieron un 2020 para el olvido.
En este pico se registraron días con más de 40 casos diarios, llegando a haber más de 230 casos activos. Luego estos números comenzaron a bajar, sin que la actividad comercial baje. En los últimos fines de semana se hicieron recitales de artistas nacionales, también locales organizados por la Municipalidad, cumpleaños y casamientos habilitados hasta las 4 de la madrugada, entre otras actividades.
Los casos hoy no llegan a 40 activos en una ciudad de 50 mil habitantes.
Una de las primeras medidas tomadas fue el 18 de marzo de 2020, cuando se cerraron cuatro de los cinco accesos que conectan la ciudad con el resto de la provincia. Tres fueron bloqueados completamente y uno se limitó a tránsito pesado y en horario reducido. Sí permanecía habilitado el tránsito hacia localidades vecinas de Villa del Rosario y Santa Ana.
El Regimiento de Caballería Tanque 7 de Chajarí había montado tres carpas en el sector del patio del hospital Santa Rosa, cada una con sus correspondientes camas. El objetivo era, antes de que aparezcan casos, para el aislamiento de los potenciales pacientes por afecciones respiratorias. Esto no llegó a usarse y fue retirado poco después.
Comienzan las flexibilizaciones
A dos semanas del decreto a nivel nacional, con la primera extensión, también llegaron las primeras excepciones. Chajarí amplía mediante decreto a los servicios de preparación y venta de comida elaborada y con modalidad de servicios de entrega a domicilio. Aún no había casos positivos en la ciudad.
El 30 de mayo aparece el primer caso de positivo. El paciente era un camionero que trabajaba viajando al mercado central de Buenos Aires. La preocupación volvió a aparecer en la población, reaparecieron los tapabocas en las calles, pero no se modificaron las medidas municipales y desde el Ejecutivo se instaba a aumentar, “fase de responsabilidad extrema”.
Luego de una marcha pidiendo apertura, el 8 julio se habilitaron los gimnasios. De esta manera quedaban sin trabajar únicamente las guarderías y lo concerniente a la educación que seguía virtual. El 16 de julio se habilitaron las reuniones familiares y deportes individuales. Lo cierto es que de las diez personas habilitadas, la realidad es que era un límite que pocas veces se respetó.
El 24 de julio, al volver a sacar las mesas los bares y restaurantes el panorama en la ciudad volvió a ser casi el mismo que antes de la pandemia. Seguían cerrados los boliches bailables y las escuelas, únicamente.
En la noche del 20 de septiembre Chajarí fue noticia incluso a nivel nacional, los adolescentes de la ciudad, hartos de no contar con espacios acordes a su edad y necesidad salieron a las calles a recibir el día del estudiante, como lo hicieron todos los años, claro que ahora con pandemia. Las imágenes causaron opiniones encontradas fuera de la ciudad y también dentro, donde el propio intendente apoyó esta medida y aseguró que “no hicieron nada malo”.
Mientras que la directora del Hospital Santa Rosa se mostró en contra y exigió mayores controles a la intendencia. Profundizándose ahí la “brecha” entre dos corrientes políticas bien marcadas.
Curva de casos
Lo cierto es que después de ese acontecimiento se esperaba un pico de casos, que aunque aumentaron, no representaron un pico. El cual llegó recién a principios de enero de este año, quince días después de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, donde se realizaron bailes al aire libre habilitados hasta 1.500 personas para los más jóvenes, pero también los más grandes se reunieron, brindaron y despidieron un 2020 para el olvido.
En este pico se registraron días con más de 40 casos diarios, llegando a haber más de 230 casos activos. Luego estos números comenzaron a bajar, sin que la actividad comercial baje. En los últimos fines de semana se hicieron recitales de artistas nacionales, también locales organizados por la Municipalidad, cumpleaños y casamientos habilitados hasta las 4 de la madrugada, entre otras actividades.
Los casos hoy no llegan a 40 activos en una ciudad de 50 mil habitantes.
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