Mirador | [email protected] A casi una década de su gestación, la biotecnológica Keclon inauguró su planta productiva en la localidad de San Lorenzo. La empresa, fundada por investigadores locales del Conicet, se especializa en la producción de enzimas, un insumo clave para industrias con gran presencia en la región, como la aceitera y la alimenticia. Del corte de cintas participaron, entre otros, el ministro de Agricultura Julián Domínguez y el gobernador Omar Perotti.
Keclon es un ejemplo exitoso de la tantas veces citada articulación público privada. La firma nació a raíz de una inquietud de investigadores del organismo estatal, preocupados por dificultades que por ese entonces tenía la industria del biodiesel, que presentaba problemas de calidad debido a su método de producción. Decididos, desarrollaron una plataforma tecnológica que les permitió lograr los primeros financiamientos, 100% públicos.
Con el paso de los años apareció la oportunidad de escalar el proyecto, es decir, pasar del laboratorio a la fábrica. En ello talló mucho el interés del sector privado, que vio en Keclon la posibilidad de dar un salto de escala a su producción, fundamentalmente en lo que respecta a los sectores alimenticio y de aceites. La planta inaugurada este jueves demandó más de u$s 14 millones, aportados por Puerto Asís Investments, Ganagrin, Molinos Agro y el fondo AxVentures-Pymar Fund, entre otros.
“Para cualquier persona del mundo de los negocios, no hay mayor satisfacción que completar un proyecto innovador, desafiante y complejo como el de la planta que estamos inaugurando, por el impacto positivo que genera en nuestra comunidad, en la propia empresa y, a nivel agregado, en nuestro país”, comentó Agustín Otero Monsegur, presidente de Keclon.
Según los números que difundió la empresa, en total se generarán más de 80 nuevos puestos de trabajo. La planta, que cuenta con una capacidad de fermentación de 65 mil litros ampliable a 200 mil litros, permitirá potenciar la producción y comercialización de productos de excelencia a nivel global, posicionando a la Argentina como referente en soluciones biotecnológicas.
A propósito del lugar del país en el nuevo paradigma del sector alimenticio, el ministro de Agricultura Julián Domínguez refirió que "Argentina puede perfectamente liderar esta rápida adaptación a la demanda del cambio climático, y convertir lo que plantean como dificultad en un nuevo modelo de adaptación al cambio climático".
En línea con el discurso del funcionario nacional, desde Keclon hicieron saber los resultados de un reciente estudio elaborado por la consultora de opinión pública Opinaia, que revela que 78% de los argentinos (89% en Latinoamérica) tiene una buena predisposición al consumo de nuevos alimentos, donde los principales motivos son lograr una alimentación más sana y cuidar la salud (56%), porque son más nutritivos (28%) y para probar nuevos sabores (26%).
Además de incrementar los rendimientos productivos, la adopción de soluciones biotecnológicas a gran escala, como las enzimas, constituye el pilar más importante de las tecnologías sustentables o “química verde” ya que reducen el impacto ambiental de los procesos industriales; son 100% biodegradables, ahorran energía y reducen el consumo de agua y otros recursos esenciales.
A su turno, el gobernador Omar Perotti resaltó las condiciones de Santa Fe para proyectos como el de Keclon, encuadrados dentro de la economía del conocimiento. Vinculó esta inversión a la decisión tomada este año, de aportar $ 300 millones a un fondo que busca potenciar startups, dentro de un ecosistema que incluye universidades, centros de investigación, institutos científicos y grandes firmas de base tecnológica.
Del acto realizado en la ciudad de San Lorenzo participaron además la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito; el vicepresidente del Conicet, Roberto Daniel Rivarola; el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci, y el intendente local Leonardo Raimundo.
Hoja de ruta En diálogo con la prensa, el CEO de Keclon, Leonardo Marraffini, manifestó que la planta operará a capacidad plena en tres años, momento en el que se espera una facturación de u$s 50 millones, en productos que hoy son 100% importados.
Según describió Marrafini, la producción se encauzará inicialmente hacia el mercado alimenticio, a través de dos patentes "que para una firma con nuestra escala son más fáciles de incorporar, con contratos que ya tenemos firmados con clientes de Argentina y Brasil". Sin embargo, ya están trabajando en mercados "de nicho" -como el farmacéutico y de diagnóstico- a través de nuevas inversiones en tecnología de laboratorio. “Son enzimas de menor escala pero mucho valor agregado”, acotó.
