Ni el gobernador Omar Perotti ni ninguno de sus ministros ni allegados políticos dijo una palabra tras desatarse el escándalo por el espionaje ilegal que habría ordenado Marcelo Sain durante su gestión al frente del Ministerio de Seguridad.
Lo que se supo de fuentes oficiales es que, por estas horas, el mandatario prepara una estrategia para encarar la semana próxima que -sabe- será agitada. Lagna está ratificado. Y, mientras tanto, busca reemplazo para los 12 funcionarios que renunciaron este viernes, tras los allanamientos a las sedes ministeriales de Santa Fe y Rosario. Según trascendió, esos nuevos colaboradores serían de diferentes ciudades de la provincia.
Entre esos primeros pasos -explicaron- se pondrá al frente de una serie de acciones que incluyen reuniones con cada regional policial y con la oposición, y una agenda coordinada de seguridad con municipios y fuerzas federales en Santa Fe y Rosario.
Además, seguirán el trabajo conjunto con las 41 agencias de los Pumas y policías en las áreas rurales.