Facundo Buonanotte, mediocampista de Central.
Foto:Gentileza.
Daniel Domínguez
En una semana donde todo puede cambiar, el entrenador de Central Carlos Tevez evalúa variantes de cara al clásico contra Newell’s del jueves. El Apache fue probando distintas opciones desde que asumió el cargo y conforme se va conociendo con el plantel, su idea parece ir asomando.
De aquel debut a las apuradas contra Gimnasia de La Plata a esta previa, el entrenador dejó en claro que considera que el eje medio es la clave para el normal funcionamiento del equipo. Aquella noche ante el Lobo, el mediocampo estuvo compuesto por Gino Infantino por la derecha, Marcelo Benítez por la banda izquierda, Mateo Tanlongo como volante de contención y Walter Montoya suelto, casi como enlace.
La apuesta no salió nada bien y para el partido siguiente, el entrenador cambio varias piezas, pero, sobre todo, la disposición del centro del campo. Con el venezolano Michael Covea “indultado” después de ser separado por el DT saliente Leandro Somoza, Tevez buscó verticalidad y ubicó al Pupi Luciano Ferreyra como media punta, al recién llegado Ignacio Malcorra y Montoya por adentro, dividiéndose el mediocampo, y a Benítez más pegado a la izquierda. Este fue el primer indicio de lo que el cuerpo técnico buscaba: jugadores de buen pie para la construcción y tener opciones de pase para las diagonales de los delanteros, que en aquella oportunidad fue el pibe Alejo Véliz.
De local, contra Sarmiento y con la imperiosa necesidad de sumar de a tres, Montoya quedó solo como “5” posicional, Infantino volvió para ocupar la derecha, Malcorra siguió cerca del Chaqueño, pero del lado zurdo apareció Facundo Buonanotte para llevar a cabo lo que no pudieron Covea ni Ferreyra. Arriba armaron dupla el uruguayo Jhonatan Candia y el Chipi Franco Frías.
Con mayor peso arriba, rotación en el medio y con esos pases punzantes que pretendía el cuerpo técnico, el equipo pareció dar un salto de calidad. Demostrando que por cada rival habrá una planificación distinta, Tevez volvió a meter mano el sábado en el Libertadores de América y confió nuevamente en Tanlongo para jugar con un volante de marca, compartiendo con Montoya el círculo central, Infantino y Malcorra se pararon por afuera y Buonanotte bien de enlace para asistir a Candia, que esta vez fue la referencia de área, aunque se lo notó incómodo y fue absorbido por la última línea local.
Comparativamente a lo sucedido con los de Junín, el Canalla ganó orden interno, pero perdió fluidez ofensiva y apenas se acercó al arco de Independiente en dos oportunidades en el primer tiempo, con una muy clara de Candia y un cabezazo a quemarropa de Infantino.
En el complemento, Tevez terminó con Frías, Véliz y Marinelli en la delantera, pero fueron muy pocos los minutos como para considerar ésta una idea cierta y no solo un trueque de piezas y dejar que pase el tiempo para cerrar el partido.
Pensando en Newell’s, los canallas saben que su rival tiene un solo mediocampista de marca como Julián Fernández y que entre Juan Sforza y Pablo Pérez saldrá su acompañante. La idea sería liberar los pasillos con Montoya retrasado y Buonanotte “arriba” de Fernández, para que aparezcan por sorpresa Infantino y Malcorra o el propio Bénitez, según decida el entrenador.
La otra gran incógnita será la recuperación del uruguayo Candia quien no pudo terminar el encuentro del sábado en Avellaneda por una patada de Alex Vigo. La molestia del ex Huracán es en el empeine derecho y de su evolución, seguramente, también dependerá la decisión de Tevez.
Sin grandes luces y con un plantel armado a las apuradas, el orientador auriazul se las va ingeniando para acomodar las piezas y darle un orden a un equipo que hace mucho está buscando su identidad. El Apache y todo el plantel están ante una gran oportunidad para quebrar el rumbo de la campaña y de conseguir los tres puntos ante el rival de siempre. La confianza para intentar otro tipo de juego será otra, porque claro está que, pase lo que pase el jueves, Central debe mejorar la puesta en escena para que el torneo no le quede tan largo y pueda terminar lo más arriba posible.
En una semana donde todo puede cambiar, el entrenador de Central Carlos Tevez evalúa variantes de cara al clásico contra Newell’s del jueves. El Apache fue probando distintas opciones desde que asumió el cargo y conforme se va conociendo con el plantel, su idea parece ir asomando.
De aquel debut a las apuradas contra Gimnasia de La Plata a esta previa, el entrenador dejó en claro que considera que el eje medio es la clave para el normal funcionamiento del equipo. Aquella noche ante el Lobo, el mediocampo estuvo compuesto por Gino Infantino por la derecha, Marcelo Benítez por la banda izquierda, Mateo Tanlongo como volante de contención y Walter Montoya suelto, casi como enlace.
La apuesta no salió nada bien y para el partido siguiente, el entrenador cambio varias piezas, pero, sobre todo, la disposición del centro del campo. Con el venezolano Michael Covea “indultado” después de ser separado por el DT saliente Leandro Somoza, Tevez buscó verticalidad y ubicó al Pupi Luciano Ferreyra como media punta, al recién llegado Ignacio Malcorra y Montoya por adentro, dividiéndose el mediocampo, y a Benítez más pegado a la izquierda. Este fue el primer indicio de lo que el cuerpo técnico buscaba: jugadores de buen pie para la construcción y tener opciones de pase para las diagonales de los delanteros, que en aquella oportunidad fue el pibe Alejo Véliz.
De local, contra Sarmiento y con la imperiosa necesidad de sumar de a tres, Montoya quedó solo como “5” posicional, Infantino volvió para ocupar la derecha, Malcorra siguió cerca del Chaqueño, pero del lado zurdo apareció Facundo Buonanotte para llevar a cabo lo que no pudieron Covea ni Ferreyra. Arriba armaron dupla el uruguayo Jhonatan Candia y el Chipi Franco Frías.
Con mayor peso arriba, rotación en el medio y con esos pases punzantes que pretendía el cuerpo técnico, el equipo pareció dar un salto de calidad. Demostrando que por cada rival habrá una planificación distinta, Tevez volvió a meter mano el sábado en el Libertadores de América y confió nuevamente en Tanlongo para jugar con un volante de marca, compartiendo con Montoya el círculo central, Infantino y Malcorra se pararon por afuera y Buonanotte bien de enlace para asistir a Candia, que esta vez fue la referencia de área, aunque se lo notó incómodo y fue absorbido por la última línea local.
Comparativamente a lo sucedido con los de Junín, el Canalla ganó orden interno, pero perdió fluidez ofensiva y apenas se acercó al arco de Independiente en dos oportunidades en el primer tiempo, con una muy clara de Candia y un cabezazo a quemarropa de Infantino.
En el complemento, Tevez terminó con Frías, Véliz y Marinelli en la delantera, pero fueron muy pocos los minutos como para considerar ésta una idea cierta y no solo un trueque de piezas y dejar que pase el tiempo para cerrar el partido.
Pensando en Newell’s, los canallas saben que su rival tiene un solo mediocampista de marca como Julián Fernández y que entre Juan Sforza y Pablo Pérez saldrá su acompañante. La idea sería liberar los pasillos con Montoya retrasado y Buonanotte “arriba” de Fernández, para que aparezcan por sorpresa Infantino y Malcorra o el propio Bénitez, según decida el entrenador.
La otra gran incógnita será la recuperación del uruguayo Candia quien no pudo terminar el encuentro del sábado en Avellaneda por una patada de Alex Vigo. La molestia del ex Huracán es en el empeine derecho y de su evolución, seguramente, también dependerá la decisión de Tevez.
Sin grandes luces y con un plantel armado a las apuradas, el orientador auriazul se las va ingeniando para acomodar las piezas y darle un orden a un equipo que hace mucho está buscando su identidad. El Apache y todo el plantel están ante una gran oportunidad para quebrar el rumbo de la campaña y de conseguir los tres puntos ante el rival de siempre. La confianza para intentar otro tipo de juego será otra, porque claro está que, pase lo que pase el jueves, Central debe mejorar la puesta en escena para que el torneo no le quede tan largo y pueda terminar lo más arriba posible.
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