Felipe Hourcade (Concordia,1999) reside desde 2017 en Rosario, donde estudia la carrera de Letras en la UNR. En 2016 obtuvo el segundo premio en el certamen de microrrelatos “Lebu en pocas palabras” (Chile), en el cual fue jurado al año siguiente y nuevamente en 2020. En las ediciones 2021 y en 2022 del concurso literario entrerriano Entre Orillas obtuvo sendas menciones especiales. Dialogó con Mirador Provincial sobre esas experiencias y sus actividades actuales.
Sobre poesía y narrativa
-¿Qué evaluación hacés de tu participación en el festival Poesía ya! en el Centro Cultural Kirchner?
-Espectacular. Fue la primera vez que me subí a un escenario a leer poesía. Antes del 12 de febrero de 2023, cuando leí en el Salón de Honor del CCK, no me cayó la ficha. Estuve tres meses trabajado junto con mis compañeros de categoría (Novísimes 2023) y con los coordinadores de la misma, Javier Roldán y Gabriela Clara Pignataro, para el día de la lectura. Al principio me sorprendí mucho, no me la esperaba ni a palos. Cuando recibí la noticia estaba en Paraná, con una compañera de Revista El Cocodrilo, Chechu Muñoz, almorzando, a punto de irnos a una feria de Revistas que se hizo en la FCEDU (Facultad de Ciencias de la Educación). Me acordé, entonces, en qué condiciones había mandado la selección de poemas al concurso. Encerrado en mi cuarto, descartando los que menos me gustaban, amargado por lo que yo mismo había escrito, había seleccionado los que me parecían “mejorcitos” y, sin ninguna esperanza, mandé.
Escribo poesía desde la adolescencia, y narrativa también. Pero sentía que los poemas que escribía necesitaban una cierta maduración, que fermentaran encajonados, a diferencia de los textos narrativos, que apenas los tengo listos ya quiero sacármelos de encima. Tener listo un poema me cuesta el triple que tener listo un texto narrativo. Pero haber sido convocado para el Poesía Ya!, haberme subido a ese escenario espectacular frente a la Casa Rosada, en un salón abarrotado de gente… Me otorgó cierta seguridad: la seguridad que dan los otros. Destaco el trabajo que se hace desde el festival Poesía Ya! para mantener ciertas luces encendidas (las de la poesía joven, por ejemplo), y también lo que se generó en el grupo de la categoría Novísimes 2023: un vínculo de amistad entre diez personas.
-Recientemente publicaste el libro de cuentos La fragilidad de los héroes solitarios (2021) y la novela breve No hay fin siempre hay más (2022). ¿Qué podés contarnos sobre esas experiencias narrativas?
-En 2020, en plena pandemia, recibí un llamado de Noelia Noir, preguntándome si tenía material para publicar porque ella y un colega suyo, Fernando Márquez, tenían como proyecto empezar con una editorial en Concordia. En ese momento, yo publicaba notas, crónicas y cuentos en Revista Camalote (una revista que dirigí junto con algunos compañeros de Letras) y en Autores de Concordia (revista en la que hoy en día soy co-administrador). Noelia me dijo que me habían leído en esos dos medios. Le dije que sí, que tenía material, y me mantuve entretenido corrigiendo, descartando y estableciendo un orden para los cuentos, y así se me pasó el 2020. Al año siguiente, el libro se publicó. Fue una tirada de 100 ejemplares, y ya no hay más libros. Lo gracioso es que la editorial (Fluir) empezó y terminó con mi libro… pero esa ya es otra historia. Así salió La fragilidad de los héroes solitarios. Después empecé a leer a César Aira vorazmente y, creo que influenciado por la lectura, empecé a escribir novelas breves. Hay dos que permanecen inéditas; la tercera, No hay fin siempre hay más, escrita a principios de 2022, salió por entregas en la revista Boca a Boca. Se trata de una revista gratuita, de difusión cultural, que solo se distribuye en Concordia pero tiene un sitio web para quienes no puedan adquirirla y quieran leerla. Hablando de estas dos publicaciones, quisiera agregar que me gusta el modo de circulación subterránea de la literatura. La mayoría de las veces, si me preguntan por un texto mío, casi siempre los mando a la web… Al menos, por ahora es así. Y lo disfruto. Mis textos no están en ninguna vidriera, pero existen otros modos de circulación.
Libreros de Rosario
-Participaste de la realización de una serie de entrevistas a libreros de Rosario para una publicación de la EMR. ¿Nos contás detalles sobre ese trabajo?
-Fueron entrevistas con preguntas generales que, dependiendo del caso, devenían en preguntas particulares. En 2021 y 2022, realicé una pasantía universitaria en la Editorial Municipal de Rosario (EMR). Aprendí muchísimo junto al grupo que lleva adelante la EMR. Además de atender el stand de libros de calle Córdoba y Corrientes, también hice otros trabajos. De corrección, lecturas, preselección, por ejemplo, pero también la serie de entrevistas que mencionás. La publicación del libro Sellos de librerías de Rosario (EMR, 2023), un álbum iconográfico de los sellos de casi todas las librerías de Rosario (desde Librería Carrasco, la primera, hasta la actualidad) viene acompañada, en formato digital, de una serie de entrevistas que realicé junto con mi compañero Thiago Susán (quien hizo la pasantía conmigo) a muchos libreros y ex-libreros de la ciudad. Recorrimos todas las librerías y, celular en mano, hicimos las entrevistas que en este momento se están subiendo, semanalmente, a la página web de la EMR. Fue una experiencia nutritiva, donde además de recorrer casi toda la ciudad tejiendo un mapa de librerías, aprendí mucho sobre el oficio de librero.
-En el campo de la gestión cultural, ¿nos hablarías del próximo proyecto que vas a encarar este año junto a Ernesto Gallo?
-Son dos los proyectos que vamos a encarar junto con Ernesto Gallo para este año. Uno es un taller literario, grupal, de ocho encuentros semanales, sobre el cuento moderno norteamericano, donde además de analizar cuentos vamos a proponer ejercicios de escritura en función del contenido dictado. En honor a Hemingway, el primero en esta serie de escritores (Hemingway - Cheever - Salinger - Bukowski - Capote - Yates - Berlin - Carver), titulamos al taller ¡Iceberg a la vista! Empieza el jueves 11 de mayo, de 19 a 21, en El Trocadero. El otro proyecto es el Ciclo Literario Los Detectives Salvajes. Se trata de un ciclo mensual en el que van a participar tanto poetas como narradores leyendo producciones propias. La primera edición se realizará el sábado 13 de mayo, a las 19., también en El Trocadero, y para esta ocasión van a leer Fernanda Jurado, Matías Vázquez, Beatriz Actis y Leonardo Berneri. En ambas actividades, contamos con el acompañamiento de la Escuela de Literatura Aldo Oliva.