¿Cuántas mudanzas componen una historia? ¿Cuántos recuerdos se hallan en una caja? "DesMudanzas" es un álbum conceptual que trata sobre la transformación y el movimiento como parte necesaria de la evolución de las personas. Cada canción, explora instancias de los procesos de arraigo, desarraigo, las emociones que estos generan y reflejan una “mudanza”
real o interna, que fue necesaria transitar para abrazar el camino.

Un disco de canciones originales, en donde Tata Milesi -de origen paceño, adoptado paranaense y ahora viviendo en Rosario- reflexiona y encuentra una identidad que fue construida sobre sus años de diversas experiencias musicales, así como también a partir de sus principales influencias como las de Gabo Ferro, Fernando Cabrera, Jorge Fandermole, Carlos “Negro” Aguirre, Edgardo Cardozo, Jorge Drexler, Lisandro Aristimuño, Yusa, Maca Monamú, Noelia Recalde, entre otros. El trabajo sobre este material le permitió al autor explorar nuevas sonoridades y abrir una nueva etapa de expansión en su carrera. En conversación con Mirador, Tata hace un recorrido de su vida musical, y nos invita este jueves 26 de octubre a las 21:00hs en Distrito 7.

Bio Tata Milesi
Cristian "Tata" Milesi es un cancionista, hoy instalado en la ciudad de Rosario. Nacido en La Paz, realizó el Profesorado de Música en Paraná, ciudad donde participó de diversos proyectos. Entre 2011 y 2020 fue cantante, arreglador y director en Murga La Malparida. Integró el grupo de murga canción La de Bolsillo, participó como cantante y guitarrista en Vamoviendo y fue guitarrista en Gildas. Desde 2015 comienza a presentar un repertorio compuesto por canciones propias y de otros cancionistas, actuando en diversos escenarios, tanto solo como en formato banda.

En el año 2021 llevó adelante el proyecto “Quincenario” donde se planteó el desafío de crear, producir y publicar una canción nueva cada quince días durante tres meses, finalizando con un recital online. Como resultado de dicho proyecto publica el EP "Quincenario I". En el 2022 organizó y llevó adelante junto a Daiana Leonelli, Mati Vant y Tatiana Jodor, el ciclo de recitales “La Canción que Fluye” Con este proyecto se presentaron en las ciudades de Paraná, Rosario y Gualeguay, compartiendo escenario con artistas locales. Dicho proyecto fue seleccionado para el Programa Impulsar II del Ministerio de Cultura de la Nación.

Actualmente se encuentra presentando su primer álbum “DesMudanzas” realizado bajo la producción del rosarino Ariel Migliorelli. El disco es un álbum conceptual compuesto por 7 canciones originales, que tienen en común un tema principal: la transformación y el movimiento como parte importante de la vida. El disco fue seleccionado por la convocatoria Ventanilla Continua de Santa Fe y cuenta con la participación de Marcelo Stenta, Mati Vant, Daiana Leonelli, Juan Ormaechea, entre otros.

-¿Estás logrando lo que anhelaste de joven?
-Siento que de a poco me acerco. Aunque aún me considero joven y mis anhelos han ido cambiando con el tiempo. Más allá de eso creo que poder publicar este disco y estar haciendo una gira de presentación es algo por lo que vengo trabajando hace mucho y de manera constante. Es muy satisfactorio sentir que uno termina un proceso como este, más allá de que en realidad creo que el disco me ayuda a abrir proyectos, más que a cerrar.

-¿Cómo y cuándo se da el acercamiento con la música?
-En mi casa se escuchó mucha música siempre. Se escuchaba mucha música folklórica y eso se me pegó bastante, pero además sonaba la radio todo el día así que música hubo siempre. Después me empecé a acercar a la guitarra. En casa había una guitarra y una vez que me enfermé recuerdo que me puse a tocar un poco, como un juego para no aburrirme, por curiosidad. A los 9 años empecé a tomar clases de guitarra en la casa de la cultura de La Paz y desde ahí siempre intenté seguir aprendiendo, un poco por mi cuenta y luego en el
profesorado de música.

Lanzamiento musical
-Hablanos de tu primer material discográfico DesMudanzas, ¿Cómo se creó?
-La idea de crear un disco que hable sobre las mudanzas, las transformaciones y el movimiento como elemento importante de la vida surgió de un viaje. Luego quedó un poco dormida y la retomé nuevamente cuando ya vivía acá en Rosario. Presenté el proyecto a Ventanilla Continua y por suerte fue seleccionado. Yo quería que todas las canciones fueran nuevas, así que a finales de 2022 comencé tirando ideas, juntando cositas sin terminar y de a poco fui dándole forma a las primeras canciones. En abril me junté con Ariel Migliorelli para empezar a ver cómo encarar el sonido del disco y a partir de eso fuimos armando algunas maquetas. La composición se dio en algunos casos en paralelo a la producción de las canciones, así que todo se fue definiendo a medida que el disco fue desarrollándose. En el trabajo de producción fueron quedando muchas grabaciones que quedaron en la versión final también. En ese proceso alternamos el trabajo en estudio con el trabajo en mi casa, donde grababa algunas ideas para trabajar luego con Ariel.

Luego, a finales de 2022 hicimos las grabaciones en el estudio, en donde se sumaron también otras personas. Ahí Orma grabó baterías y percusión, Marcelo Stenta se sumó para grabar guitarras en una de las canciones, Nadia Castro grabó el Chelo en otra y también sumaron sus voces Mati Vant, Daiana Leonelli y Tati Jodor. A eso sumamos una jornada de grabación de voces en Paraná con Murga La Malparida, Américo Salomone y Luciano Alegre. La mezcla la hizo Ariel en Corcovado Estudios y el Master Dani Pérez en Audioburó Studio

-¿Cómo es el modus operandi de la composición de las letras?
-En este caso particular las letras surgen de una temática central, pero no siempre es así. La idea siempre fue mostrar diferentes situaciones y emociones provocadas por el movimiento, por la necesidad de cambiar. En general no tengo una forma única de escribir, pero para mí suele ser más fácil empezar desde la música. Hay momentos en que letra y música van surgiendo como ideas que se mezclan, como una canción con una letra a medias. Suelo retomar eso después y tratar de descubrir que quiero decir con esa canción. Después viene un proceso intenso de escritura y corrección, a veces le dedico mucho tiempo a corregir y otras veces dejo todo como está. No tengo un método único en ese sentido, sino que presto atención a lo que necesita la canción.

Mudanza
-Interesante que hablás de los procesos de arraigo, desarraigo en un contexto de guerra en el mundo donde la gente se ve obligada a irse, pero también las mudanzas de los que se mudan a otra ciudad, ¿Cuáles fueron esas sensaciones que te generaron estas mudanzas?
-Creo que las migraciones son una parte fundamental de la humanidad. En algunos casos, como en las guerras, esas migraciones son obligadas o forzadas y muy dolorosas. En mi caso particular no fue tan así, porque la idea de mudarnos surge desde un proyecto, desde las ganas de probar algo nuevo. De cualquier manera siempre que uno tiene que mudarse atraviesa por mil sensaciones diversas: desde la expectativa y la euforia por lo nuevo, a la tristeza de añorar lo que no está más. En mi caso pasé por diferentes momentos, buenos y malos. Cuando nos mudamos todavía estábamos en pandemia, por lo que fue difícil mudarse sin el acompañamiento de amigos y familiares. Con el tiempo fuimos conociendo gente y todo fue más fácil pero hubo momentos de extrañar mucho y de dudar sobre la decisión.

-¿Qué diferencias encontrás en Rosario y Paraná?
-Hay muchas diferencias. La dinámica de ambas ciudades es muy distinta. Rosario es vertiginosa, hay mucho movimiento y ruido, pero tiene además miles de propuestas culturales para seguir. A la vez hay muchas micro-escenas musicales que funcionan en paralelo, así que hay música para todas las personas, no importa el gusto que tengan. Paraná tiene un andar más tranquilo, siento que se manejan otros tiempos y es más fácil encontrarse con los demás, no se corre tanto. Tiene también una escena musical muy activa, con grandes músicos y músicas, pero un poco más pequeña.