Cada vez que hablamos de un rescate editorial de historietas como es el caso de la recientemente editada “Julio César”, rara vez se tiene en cuenta, o por lo menos no con la importancia con la que se debería, la maratónica tarea que implica, en primera instancia, dar con la mejor versión del material.

Los originales en escasas oportunidades han estado en manos de sus propios autores, y con el correr de los años y el paulatino cierre de las grandes editoriales se han, cuanto menos, perdido. Esto pone en discusión no solo la escasa política de preservación y puesta en valor de muchas obras fundamentales de este arte, sino también los modos de consumo de la propia historieta en nuestro país.

Tiradas como las efectuadas por editorial Columba con publicaciones, hoy emblemáticas, como “Intervalo”, “Fantasía”, “D'artagnan”, “El Tony” y “Nippur Magnum” (hay quienes afirman que con todas ellas vendía alrededor de un millón de ejemplares mensuales) o Ediciones Record con la famosa “Skorpio”, resultan impensables para el mercado actual. Sin embargo, más allá de los buenos números de venta, esas publicaciones nunca fueron pensadas como material coleccionable, es más, hasta no hace mucho eran prácticamente desechables. Hoy las cosas han cambiado, y si bien el mercado se redujo considerablemente, la historieta argentina es valorada como producto cultural y testigo de época. Y claro, las reediciones son más que necesarias.

Teniendo en cuenta este panorama, la editorial rosarina “Puro Comic”, comandada por Daniel Galliano, trazo vínculos con algunos fanáticos y consiguió dar con la totalidad de revistas en las que apareció originalmente “Julio César”. De allí en más emprendió un trabajo artesanal de digitalización con Javier Hildebrandt como principal responsable.

La edición con guiones de Ricardo Ferrari y arte a cargo de Eduardo Risso reúne en un único tomo los quince episodios publicados a lo largo de un año, entre diciembre de 1986 y 1987, en la revista Nippur Magnum. La historia se centra en los últimos dieciséis años de vida del político y militar romano; aquellos que van desde la formación del Triunvirato con Craso y Pompeyo hasta los conocidos eventos acaecidos durante los Idus de Marzo.

“Julio César” se enmarca dentro de las miniseries históricas cortas que Ferrari emprendió iniciada la década del ochenta, en compañía de trabajos como “Aníbal” y “Marco Polo”. Es recordada como una de sus obras consagratorias, encargada de posicionarlo como uno de los guionistas más prolíficos de Columba (junto con Robin Wood). Respecto al arte, permitió al dibujante Eduardo Risso terminar de imponer sin reparos su estilo - influenciado sin dudas por el maestro Alberto Breccia - tarea que venía realizando con éxito desde hacía un tiempo atrás, cuando creó junto a Wood la recordada serie “El Ángel”.

“Julio César” puede conseguirse en librerías y comiquerías de todo el país, así como en la tienda web de la editorial https://purocomicediciones.com.ar/.

La obra

“Julio César”, se presenta en un tomo de tapa blanda, cuenta con sobrecubierta protectora y está compuesto por un total de 200 páginas que responden al formato de 24 x 17 cm. La compilación presenta la totalidad de los episodios aparecidos en tres de las publicaciones más populares de la extinta Editorial Columba: “Nippur Magnum”, “Nippur Magnum Súper anual” y “Nippur Magnum Todo Color”.

Respecto a la edición propiamente dicha en seguida llama la atención el cambio de tipografía dispuesto por la editora, eliminando el letreado similar a “máquina de escribir” que Columba utilizaba para el grueso de sus producciones. A esto debemos sumarle la buena decisión de barrer con el color caprichoso de la versión ochentosa. El paso al blanco y negro le sienta de maravillas, reimaginando de cierto modo el trabajo y acercándolo a lo que creemos hubiese pretendido originalmente Risso como dibujante.

La edición de “Puro Comic” cuenta además con dos apartados. El primero de ellos es una introducción con la firma Ariel Avilez (de amplia trayectoria en el mundo de la historieta argentina), en donde informa algunos pormenores en torno a la hasta entonces obra de Ricardo Ferrari. Entre ellos su interés por la historieta histórica y su predilección por el periodo romano comprendido por lo últimos siglos de la República y los comienzos del Imperio.

Sobre el final, el historiador Juan Marcos Devoto Brunori ampliará mucha de la información del militar romano que, por cuestiones lógicas, no llegan a ser retratadas en el trabajo.
En cuanto a las historias, Ferrari elige comenzar el periplo con un capitulo llamado “El destino”, donde, utilizando la figura de una Pitonisa, presenta a los personajes sobre los que girará el relato: Pompeyo, Craso y Cayo Julio César. A este último le dice: “Entre los tres serán amos de todo, pero uno morirá y el otro te matará”. Se trata de un grato recurso que servirá también para delimitar la extensión de un trabajo que, al estar basado en hechos reales, cuenta con un final escrito, dictado, en este caso por la “fortuna”.

Son historias cortas, oscilan entre las 13 y 15 páginas de duración, en donde abunda la aventura. La trama avanza a paso fugaz retratando los momentos más importantes en la historia de Julio César. Así desfilaran personajes como Vercingétorix, Cleopatra y Bruto.

El autor no escatima en el uso de las palabras, hay introducciones, bloques de texto y diálogos extensos al punto de resultar difícil encontrar una viñeta sin la presencia de estos.

“Julio César” es mostrado como un personaje seductor, hábil en el uso del cuchillo y la palabra. Es calculador y, ante todo, un fuerte estratega.

Eduardo Risso como dibujante consigue retratar el sentimiento de época. Su diseño de escenarios y vestimenta son correctos, pese a algunas imprecisiones arquitectónicas que el dibujante se encargó de señalar, imperceptibles para el grueso de los lectores. En charlas con la cuenta Comic Raccord afirmó que talles detalles siempre pusieron en duda su visto bueno para la reedición. A ello debemos sumarle que se enmarca dentro de la primera época del artista, una en la que aun buscaba estampar su sello de distinción. Por suerte, la novela gráfica se plasmó y con ella la posibilidad de apreciar el nivel del talentoso dibujante de, entre otras, obras como “Parque Chas”, “Yo, Vampiro”, “Borderline”, “Chicanos”, “100 Bullets”, “Batman” y “Torpedo”.

Existe un correcto manejo de los elementos narrativos, la obra tiene buen ritmo y acción. Los personajes masculinos de Risso gozan de rasgos marcados, fuertes, en contraposición de los rostros delicados elegidos para las mujeres.

Puro Comic nos acerca un gran clásico de la historieta en el que participaron dos referentes indiscutibles de nuestro país. Lo hace con una edición de lujo, a la altura de la figura histórica retratada, orientada a toda una generación de nuevos lectores.

La editorial

Puro comic ediciones es una editorial de historietas nacida en Rosario en el año 2005, como proyecto editorial de la tienda de cómic Puro Comic, presente en la ciudad desde 1993. Lo que comenzó con la publicación del clásico “Parque Chas”, de la mano de los maestros Ricardo Barreiro y Eduardo Risso, desembocó en un abanico de publicaciones de diversos autores de nuestro país y del exterior, clásicos y modernos. Cuenta en su catálogo con nombres como Carlos Trillo, Eduardo Risso, Eduardo Mazzitelli y Enrique Alcatena.

En el año 2013 inició una nueva colección de obras de producción ciento por ciento original con “Far South” de Rodolfo Santullo y Leandro Fernández. Desde el 2018 ha estrechado vínculos con la editorial Historieteca, con la que co-edito “Moonshine” de Brian Azzarello y Eduardo Risso, publicada originalmente en EEUU por la reconocida Image Comics.

La editorial tiene como objetivo disfrutar y difundir la historieta, el cómic o el manga.