Cuando todo parecía indicar que la editorial rosarina Multiversal se volcaría este 2024 solo a su colección digital, haciéndole frente de cierto modo a los difíciles costos de impresión actuales, finalmente sorprendió a los lectores con el lanzamiento físico de un nuevo tomo de historietas.

Para ello, sin lugar a dudas, mucho tuvo que ver su presencia en la próxima edición de la “Crack Bang Boom” (a desarrollarse del 15 al 18 de agosto en los galpones del CEC de Rosario), convención de historietas, hoy transformada en un clásico de la ciudad, que obliga a las editoriales a sortear las dificultades y actualizar como se pueda su catálogo.

"Empatía por el diablo”, es la tercera publicación de la colección “De producción Local” destinada a visibilizar trabajos, nunca antes editados, de artistas nacionales. Antes de esta llegaron “Flor de Espadas. Primera Mano: El misterio de la lanza plateada” en 2022 y “Favor con favor se paga” en 2023.

La nueva novela gráfica supone la segunda colaboración de su autor Lubrio (“El Último Recurso”, “Lucy Niestra”, “Zoila Zombie”) con esta casa editorial, acompañado en esta oportunidad por Sebastián Sala como dibujante.

Lo presentan con la siguiente sinopsis: “Pathy Leese es detective de homicidios. Berel Coburn también. Ella tiene una extraña y particular familia. Él no tiene a nadie. Ella tiene un don que la hace única en su trabajo. Él tiene un pasado bochornoso que lo hace un paria en su trabajo. Dicen que Dios los cría y el… pero en esta ocasión es el Diablo el responsable de reunirlos. Un empresario irresponsable es acusado por una secta de ser la encarnación del Príncipe del Averno en la Tierra. Y ellos deberán demostrar su inocencia o al menos intentarlo. Arnold Crane es el Diablo y viene por nosotros. No lo olviden”.

El tomo en esta etapa inicial puede comprarse exclusivamente a través de la tienda virtual de la editorial: https://tienda.viumi.com.ar/multiversalediciones. También podrá ser adquirido en la propia convención. Luego, como es habitual, entrara en el circuito de comiquerías y librerías especializadas. Para más información pueden contactarse a [email protected]

La obra

“Empatía por el diablo” es una novela gráfica de 88 páginas de extensión, editada completamente a color, escrita por Luis Roldán (Lubrio) con dibujos a cargo de Sebastián Sala. Se plasma adoptando el clásico formato de 24 x 17 cm, cuenta con un apartado del autor como introducción y cierra con algunas páginas de material adicional en donde se aprecia el trabajo del dibujante respecto a la composición de los personajes. A estos se suman dos pin-ups como para enmarcar de la dupla protagonista, uno realizado por Juan Pablo Massa y otro que responde al propio Lubrio.

El título inicial y la tipografía seleccionada ofrecen cierta reverencia a los lejanos años setentas. Hay sin dudas un paralelismo con “Sympathy for the Devil”, uno de los mejores y más populares temas de la británica banda “The Rolling Stones”; y mucho aire y universo funky. De hecho, si como lectores decidiéramos acompañar el tomo con algo de música, el funk y soul serían una buena opción.

En cuanto a la trama, estamos ante un policial con tintes sobrenaturales. Lubrio sigue las premisas del genero partiendo de un hecho concreto: la aparición de un cuerpo descuartizado, y vestido completamente de amarillo, en galpones portuarios. Coburn y la recién llegada Empathy Leese (Pathy para los amigos) serán los detectives encargados de desentramar el caso y hallar a los culpables.

La tarea no será sencilla, sobre todo tras la aparición de una secta comandada por una anciana conocida como “Mamá Vudú” que proclama que el multimillonario Arnold Crane no solo es el responsable del asesinato, sino que es el mismísimo Diablo. Crane es un ser despreciable e inescrupuloso, adicto a las sustancias y al sexo. “Un ricachón al que le sobran cualidades para el título de diablo” en palabras de Coburn.

El punto fuerte es, sin dudas, la excelente química que Lubrio consigue con sus protagonistas. Lo logra sin prisa, mediante diálogos inteligentes, enalteciendo la camaradería y recordando en su estructura a buddy movies populares como “Arma Mortal”. El autor juega con el concepto de “pareja/despareja” y lo hace verdaderamente muy bien.

Ambos son detectives de homicidios y arrastran una gran trayectoria. La joven Pathy carga con un extraño don o maldición y regresa a la ciudad con la intención de retomar el contacto con su familia, no por afecto sino “para mantenerse cerca de los enemigos”. Coburn por su parte, es un odioso detective que acarrea traumas que encuentran su origen en un caso del pasado.

Existe una buena construcción de todos los personajes, dotándolos de matices y objetivos claros. Mención aparte merecen los tres pintorescos hermanos de Pathy (Sadie, Sy y Ansfer), quienes se presentan en las primeras páginas y llevan a que el lector se pregunte ¿qué es lo que le pasa a esa familia?

El relato si bien es ligero, también se permite indagar respecto a cuestiones como la manipulación mediática y el poder desde las sombras ejercido, en esta oportunidad, detrás de un teclado. Al mismo tiempo es capaz de citar frases del famoso poema “Avanti” de Almafuerte o disparar acidas críticas en forma de preguntas como: ¿Cuándo una religión ha tenido buenas intenciones?

En cuanto al dibujo, Sebastián Sala despliega todo su estilo cercano al cartoon, hoy por hoy, su sello de identidad. El artista se lleva de maravillas con estos géneros, su dibujo es ágil y limpio (ya lo había demostrado, por ejemplo, en “Casos Parodigmáticos”). Dispone de una estructura clásica para la presentación de unas viñetas en las que no parece romperse nada. Sus trazos no contaminan, ofrece el contenido justo sin nunca sobrecargar los cuadros. Su predilección por los tonos pasteles profundiza esto mismo. Su virtuosismo radica en la belleza de lo simple. Menos es más y en Sala es ¡mucho más!

“Empatía por el Diablo” es un grandísimo trabajo, quizás una de las mejores ediciones del sello Multiversal. Es de fácil lectura y goza de buen ritmo, escalando página a página en intriga y tensión. Sobre el final prioriza la acción y ofrece un desenlace, con vuelta de tuerca incluida, a la altura de la propuesta. Una novela gráfica que resulta imposible no pensarla animada. Detrás se encuentra una dupla de artistas que funcionan tan bien como la pareja de protagonistas. Nos encontramos a un Lubrio aceitado, actualmente uno de los mejores guionistas argentinos, y a un siempre versátil Sebastián Sala que finalmente tiene la posibilidad de ver su trabajo plasmado en una edición a color.