El semillero del boxeo paranaense está bien nutrido. Los distintos gimnasios que funcionan en la capital entrerriana, sumado al importante número de festivales que se vienen desarrollando, permiten que el pugilismo amateur de la ciudad pueda seguir creciendo, lo cual es muy importante para el futuro. Los chicos que transitan la etapa aficionada deben aprovecharla para crecer, corregir errores y tomar rodaje con vistas a una posible llegada al profesionalismo.

De todos los peleadores del deporte de local, uno que está empezando a dar que hablar es el joven José Luis Suárez. Con 19 años el pupilo de Fabricio Pistrilli está abriéndose su camino gracias a su bravura sobre el ring y, sobre todo, su potencia. Invicto con 12 peleas ganadas, siete de ellas por la vía del nocaut (al cierre de esta edición tenía otro combate programado), le ha regalado al público definiciones categóricas que han generado ovaciones y, otras veces, preocupaciones por la salud de sus adversarios.

Pero más allá de su muy buen presente deportivo, Suárez vivió momentos complicados durante su adolescencia, los cuales superó con mucho esfuerzo y eso lo enorgullece de gran manera. “Tuve problemas con diferentes tipos de adicciones, hacía las cosas mal. En mi barrio estaba en un círculo complicado y llegó un punto en el que me di cuenta de que no era bueno para mí. Estaba cansado de no poder salir adelante pese a que era lo que quería, y mi papá me tiró la idea de meterme en el deporte. Comencé en el Club de Pescadores, fui probando y me costó al principio, pero le puse muchas ganas y me terminó encantando. Mi situación estaba afectando la relación con mi familia, mientras que hoy en mi casa convivimos de manera excelente y mi papá está orgulloso de mí. Esas son cosas que me llenan y me dan fuerzas para seguir por este camino. Por eso le estoy muy agradecido a Fabricio, mi entrenador, que me abrió las puertas de su gimnasio”, recordó sumamente conmovido cuando charlaba con Mirador Entre Ríos.

Además, el joven noqueador también reconoció que su inserción en el deporte de los puños lo ayudó a calmarse y lo alejó de la violencia de las calles: “Puedo decir que el boxeo me salvó la vida y eso me emociona. Nunca fui mala persona, aunque debo reconocer que era conflictivo en las calles. Si bien nunca llegué a lastimar a nadie y más allá que muchas veces fue para defenderme, era de pelearme. Hoy por suerte estoy en otra y lo que menos pienso es en tener un conflicto en la calle. No tengo dudas de que si alguien viniera a buscarme lío lo dejaría pasar, porque prefiero que piensen que tengo miedo y no volver a pelearme afuera de lo que es el ring”.

Por lo que le ocurrió en el pasado, Suárez le tiene un gran respeto a la actividad que está llevando adelante.

“Amo a este deporte porque me permitió salir del lugar en donde estaba. Gracias al boxeo pude lograrlo y puedo decir que me cambió la vida. Ahora estudio y llevo una vida tranquila. He notado que la gente que suele ir a las veladas ya me conoce, me felicita y me alienta a seguir. Ese respeto del público ha sido mi gran logro porque vengo de abajo y fue algo que nunca imaginé que me iba a suceder”, dijo con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada.

SU MENSAJE

José Luis Suárez también se tomó unos segundos para hablarle a quienes están sufriendo lo mismo que él sufrió: “A esos chicos les digo que no le aflojen, porque sé que es un camino largo y difícil, pero se puede salir adelante. Hay que tener mucha fuerza de voluntad y saber pedir ayuda. Con voluntad, dedicación y siendo conscientes de que uno está intentando hacerse un bien, se puede. A mí me costó, pero por suerte pude hacer un click en mi cabeza cuando tenía 16 años y tengo la satisfacción de decir que mi vida es otra mucho mejor”.

EL CINTURÓN, SU GRAN OBJETIVO

En lo estrictamente deportivo, el paranaense contó que su objetivo inmediato es tener la oportunidad de disputar el título de la categoría Hasta 69 kilos de la Federación Entrerriana de Box (FEB), que está en posesión del colonense Nelson Paria. Si la FEB le ordena a Paria a realizar la defensa obligatoria del cinturón, la pelea podría darse en noviembre en la localidad de la costa del río Uruguay; aunque también existe la posibilidad de que el actual campeón deje el título vacante para pasar al profesionalismo, lo cual abriría la posibilidad de que Suárez y otro púgil bien clasificado en el ranking se enfrentasen en Paraná. “Estoy muy motivado esperando que me surja la posibilidad de pelear por el título provincial. Estoy entrenándome muy fuerte porque quiero ser campeón entrerriano, lo que sería mi primer gran logro. En noviembre tendría la chance”, reconoció el paranaense.