Hay una palabra indispensable para el mercado editorial local que resume de algún modo el andar de la joven “Primavera Revólver Casa Editorial” a lo largo de sus primeros años de vida: compromiso. En un mercado atestado de buenas intenciones, pero preso de los distintos vaivenes económicos, el sello comandado por Paula Varela (Buenos Aires, 1975) y Néstor Barrón (Buenos Aires, 1968), consiguió mantenerse firme, cumplir su plan editorial inicial, tomar envión y reinventarse.
Salió al mercado en abril de 2019 con una revista, para muchos, a contramano de las exigencias actuales y con una agenda imposible de cumplir. “Historieta Revólver” se presentó respetando el formato de antología con la premisa de brindar espacio tanto a artistas consagrados del medio como a aquellos que estaban dando sus primeros pasos. Sus páginas se inundaron de diversos géneros, poniendo el acento en la aventura, iniciativa que acercó al proyecto a revistas clásicas como “Fantasía”, “Nippur Magnum” o “Skorpio”. En esa primera etapa desfilaron artistas como Carlos Gómez, Eduardo Risso, Carlos Trillo, Robin Wood, Fernando Baldó, Cacho Mandrafina, Walther Taborda y Salvador Sanz, entre otros.
La edición se compone de 144 páginas, blanco y negro, y color; dispuestas en el tradicional formato de 24 x 17 cm. Foto: Gentileza.
Llegó al mes de diciembre de ese mismo año con ocho números sobre sus espaldas, cumpliendo un ritmo de publicación mensual y con una distribución nacional, cuanto menos, elogiable. La revista fue afianzándose al tiempo que otras publicaciones de la editorial salían a la luz.
Sin embargo, sus gestores nunca descuidaron su nave insignia e incluso redoblaron la apuesta convirtiéndola a partir del número trece en libro. El cambio de formato, identificado con el agregado del subtítulo de “Casa Abierta”, trajo consigo un mayor número de páginas y muchas más historias.
En agosto de 2024, con las mismas ganas y empujados por la inminente llegada de la convención de historietas “Crack Bang Boom”, publicaron el número dieciséis de esta colección. Este nuevo libro incluye 22 historietas completas en las que participaron 43 artistas. Además, se incluye un homenaje al fallecido, Eduardo Mazzitelli, realizado por su amigo y colega Quique Alcatena.
Son historias individuales, autoconclusivas que responden a diversas temáticas y géneros.Foto: Gentileza.
“Historieta Revólver” alberga generaciones de artistas. Padres, hijos y nietos. En este número en particular, conviven la maestría de la pluma de Robin Wood y la belleza del arte de uno de sus hijos, Kevin Wood. No resultó fácil sacar este libro. No es fácil tener una editorial. Pero fue así desde el principio y no nos vamos a rendir ahora. Sobre todo, porque los lectores creyeron y siguen creyendo en nosotros. Y ese es el combustible que necesitamos”, apunta Paula Varela en el prólogo de la edición.
“Historieta Revólver 16” puede adquirirse en la tienda oficial de la editorial (https://historietarevolver.com) así como en comiquerías y librerías especializadas. Para más información pueden contactarse a [email protected].
La obra
Como mencionamos párrafos más arriba, el nuevo número continúa la colección iniciada en las revistas y prolongada en los libros anuales, que vale mencionar, en su conjunto ya incluyen la participación de más de 170 artistas de historieta principalmente argentinos. La edición se compone de 144 páginas, blanco y negro, y color; dispuestas en el tradicional formato de 24 x 17 cm. Se trata de una muy linda edición, prolija en su armado, donde se destaca, inicialmente, la hermosa cubierta a cargo del artista plástico Kevin Wood (hijo del recordado guionista Robin Wood). La contratapa, por su parte, cierra con una graciosa tira humorística de Juan Bobillo.
La antología se inicia con un prólogo de la editora Paula Varela quien revela algunos números de la publicación y cómo a través de la misma se desprendieron dos de sus colecciones más populares: “Dóricos”, de estilo clásico, que cuenta con dos libros publicados de Eduardo Mazzitelli; y “Trouz”, colección de autor, que el último año sumó dos nuevos títulos “Chamán” de Carina Altonaga y “Nosotros” de Diego Pogonza.
Los gestores Paula Varela y Nestor BarronFoto: Gentileza.
Tras esta breve introducción comienza el periplo de las 22 historias compiladas sin un aparente hilo conductor. Son historias individuales, autoconclusivas que responden a diversas temáticas y géneros. Como suele suceder en este tipo de antologías, el resultado en cuanto a la calidad gráfica y guiones de los trabajos es dispar. Es cierto que ninguna desaprueba, pero hay pasajes donde las diferencias entre unas y otras son abismales. La inclusión responde, sin dudas, no a un capricho, sino a la firme convicción de la editorial por hacer de la publicación una suerte de semillero para futuros talentos.
Entre los trabajos más destacables (sería imposible mencionar a todos), en el inicio nos encontramos con tres historias de corta duración que saben aprovechar muy bien el limitado espacio con el que cuentan. La primera de ellas es “Solaris” con guion y dibujo de Carlos Dearmas. Una historia profunda, inspirada en la película de Tarkovski, en la que sobrevuela un velo de nostalgia.
Una lástima el blanco y negro que no permite apreciar en su totalidad el arte del dibujante. Todo lo contrario, a lo que sucede con “Asesino”, historia que entendemos fue pensada para plasmarse en esos tonos. Leo Utín en los lápices juega con las luces y sombras de manera sobria, ejecutando una historia a cargo de Mariano Sicart que, si bien recae en ciertos clichés en torno a la figura del asesino a sueldo, goza de buenos diálogos y un cierre efectivo. Le sigue “El mataperros”, trabajo brevísimo e integral del artista Brian Janchez. Apenas un par de viñetas bastan para cerrar un trabajo verdaderamente escalofriante.
“El Juego”, de Alejandro Farías con dibujos de Gervasio y Jok goza de una mayor extensión, y es de las mejores historias del libro. Una pareja obsesionada con juegos de realidad virtual y consecuencias que podrían ser fatales. Relato incómodo por donde se lo mire.
“Viva la resistance” de Guido Barsi y Henry Díaz en dibujos parte de una premisa más que interesante. Un decreto prohíbe a sus habitantes ser felices, por ello deben despedirse de películas, libros, teatros, comediantes y chistes.
Pero ¿cuánto uno puede vivir sin sonreír?
Mediando el trabajo la edición presenta un pliego de páginas a color, a través de las cuales se vuelcan algunos de los mejores trabajos. “El general y la muerte” reúne a dos de los mayores exponentes de la historieta argentina, Robin Wood (fallecido en 2021) y Juan Zanotto (fallecido en 2005). Ambos dan su visión respecto a la emboscada que termino con el asesinato del líder revolucionario, Pancho Villa. El argumento es perfecto y podríamos trazar paralelismos con la relación que mantiene tanto Villa, como los autores con la propia muerte. Un poema en forma de viñetas. El arte de Zanotto es excepcional.
A esta le sucede “Pascuala de Nava”, gigante trabajo de Alicia Palmer y Carina Altonaga en la faz gráfica. Inspirada en una historia real, se narra el juicio y posterior ejecución de quien da nombre al trabajo, acusada de brujería en México durante la colonización española. La inquisición y sus prácticas de persecución hacia las mujeres que parecían apenas correrse de la norma, retratadas a la perfección. Altonaga consigue transmitir el progresivo descenso emocional del personaje de forma brillante.
“La chica a cuerda”, historia cortísima tiene como mayor mérito el de presentar el trabajo conjunto de tres artistas con mucha trayectoria: Carlos Trillo, Lucas Varela y Juan Bobillo.
En el tramo final sobresalen también un puñado de historias. “El incidente Honno-Ji” de la dupla Barron y Basile, está basada en el magnicidio de Oda Nobunaga, uno de los hombres más poderosos de la historia de Japón. Víctima de la traición, la obra indaga respecto a los misterios que hasta el día de hoy existen respecto al suceso.
Detrás de un título que no dice demasiado como el de “El interés propio”, se esconde una muy buena idea. Con guion de Jorge Carrión y dibujos de Fernando Papino, la trama pone el acento en la organización de los vampiros para hacer frente a las dificultades por encontrar alimento durante la pandemia. Giro más que interesante.
“Dani Pizarro, El pibe del tango”, obra integral a cargo de Rodolfo Buscaglia, se destaca tanto por la calidad narrativa como gráfica. Diálogos efectivos y un guion, en el que aparece la figura de Gardel, pero del que no puede decirse mucho.
“Historieta Revólver” es una ambiciosa compilación que mantiene el nivel de calidad alcanzado en números previos. Presenta un mix de géneros e historias variadas a un precio, verdaderamente, muy económico. Sin embargo, el mayor de sus logros es conseguir que en sus páginas confluyan de forma natural grandes apellidos del medio junto con futuros talentos, representando para muchos de ellos, la posibilidad de ver sus obras finalmente publicadas en el país.