Juliano Salierno
[email protected] Un vidrio roto en la fachada del edificio del Círculo Israelita Macabi de Santa Fe, seguido del hallazgo de una botella de cemento envuelta en un papel con el símbolo del Estado Islámico en el que se podía leer una clara amenaza terrorista fue suficiente como para que el personal de la institución activara el protocolo de seguridad previsto para estos casos y radicara la denuncia policial.
“Esto fue un aviso, la próxima explota”, decía el mensaje escrito en castellano y en grandes letras de imprenta. Debajo, la bandera del Estado Islámico, también símbolo del grupo terrorista internacional Isis. Y por último, el grito de guerra “Dios es grande” escrito en árabe -Allahu Akbar-, utilizado por los terroristas a la hora de realizar un atentado o celebrar un ataque.
“Un hecho de esta magnitud es inédito en la ciudad y el país”, reconoció el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas -Daia Santa Fe-, Horacio Roitman, que debió retrotraerse a los años 1992 y 1994, cuando se produjeron los atentados de la Embajada de Israel y la Amia, respectivamente.
“Te diría que nunca ocurrió algo parecido” desde entonces, “no por el daño, sino por lo que implica”, evaluó el referente de la comunidad judía local. En tal sentido, dijo que se trató de una “amenaza directa, escrita en idioma extranjero, con el escudo del Estado Islámico”; destacó que “es un papel impreso en dos idiomas”; y “con la leyenda ‘Esto fue un aviso, la próxima explota’”.
Por su parte, el presidente del Círculo Israelita Macabi, Diego Wulfsohn, coincidió en que “fue un hecho grave, no sólo para Macabi como institución judía, sino para todas las instituciones de la ciudad, incluso del país”. “Es una clara amenaza terrorista, porque la simbología es del grupo Isis”, dijo. Por eso “no descartamos nada y estamos más atentos que antes”, destacó Wulfsohn.
Episodio El hallazgo se produjo a las 7.56 de la mañana del viernes 1° de julio, en una de las dependencias del club Macabi, ubicado en el cruce de calle Belgrano y Junín y diagonal España, a dos cuadras de la terminal de colectivos de la capital santafesina.
Se cree que el atentado ocurrió en horas de la madrugada y tanto fuentes de la institución como policiales, confirmaron que esa noche el edificio no tuvo custodia; aunque descartaron la posibilidad de que se haya liberado la zona. Es más, ambas partes coincidieron que se trató de un problema de logística, antes que un episodio deliberado.
Si bien en un principio tomó conocimiento personal de la Unidad Regional Uno, por las características del hecho la investigación quedó en manos de la delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina, con conocimiento del Juzgado Federal N° 1, a cargo del Dr. Reinaldo Rodríguez.
Solidaridad y compromiso El mismo viernes por la tarde, los representantes de la comunidad judía en Santa Fe mantuvieron una reunión con el ministro de Gobierno de la provincia, Pablo Farías, y mañana -lunes- serán recibidos por el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro para diagramar el esquema de seguridad de ahora en más.
Entre los presentes estuvieron dirigentes comunitarios de Daia, Macabi, Comunidades Israelitas y Sociedad Hebrea Sefaradí, entre los más destacados. Como era de esperarse, recibieron expresiones de solidaridad en nombre del gobernador Miguel Lifschitz. Asimismo, las autoridades se comprometieron en reforzar la seguridad y se pusieron a disposición de los referentes para trabajar en conjunto, tanto en la prevención de nuevos episodios como en el esclarecimiento del caso.
Al término de la reunión, el presidente de Macabi, Diego Wulfsohn evaluó “como positivo el apoyo gubernamental en la seguridad”, aunque destacó “no sólo el apoyo de Gobierno sino todo el pueblo argentino, porque las adhesiones fueron muchas, de todo el país, y no podemos estar menos que satisfechos”, completó.
Repudio La Municipalidad de Santa Fe manifestó su repudio y solidaridad por el hecho ocurrido el viernes pasado, y se puso a disposición de la institución para colaborar en el esclarecimiento de lo ocurrido. “Se trata de actitudes discriminatorias y retrógradas que no condicen con la convivencia democrática de la sociedad”, expresaron en un comunicado de prensa.
