Ricardo Rodríguez, uno de los actores del Movimiento Cultura Viva Comunitaria.
Guillermina Ferraris
[email protected]
En un mundo en el que el neo-liberalismo parece colarse por todas las grietas y en un momento de la sociedad en donde la salida individual es lo que prima, el Movimiento Cultura Viva Comunitaria se planta a contramano de esa historia, tejiendo redes en diferentes países de nuestro continente, dándole voz a los movimientos de arte, cultura y comunicación alternativa.
Un acontecimiento contracultural que construye y fomenta valores como los de solidaridad, construcción codo a codo con otras organizaciones de manera colaborativa y no competitiva, planteando como premisa la organización de los territorios por el buen vivir.
En esta entrevista, ahondamos en los inicios y en la conformación de este Movimiento, profundizamos en lo que significa el concepto de territorios por el buen vivir y también reflexionamos sobre el cambio paradigmático que se viene gestando por parte de los sectores que realzan la bandera del respeto por la diversidad cultural en muchos sentidos.
–¿Cómo nace la red regional entrerriana que forma parte del Movimiento Cultura Viva Comunitaria (Latinoamérica)?
–La iniciativa surge con el objetivo de dar a conocer las diferentes actividades que se vienen realizando en los distintos dispositivos culturales que forman parte del Movimiento Cultura Viva Comunitaria Entre Ríos, y que gestionan actividades y talleres, en las ciudades de La Paz, Paraná, Villa Elisa, Colón, Victoria, entre otras localidades entrerrianas.
En un fenomenal despliegue festivo, se celebrarán las diversidades culturales de la entrerrianía con música, arte plástico y teatro en vivo. Completan la grilla los movimientos ambientalistas, de los pueblos originarios y las diversidades de género. Desde el Movimiento Cultura Viva Comunitaria invitan a la comunidad a sumarse al evento para seguir construyendo cultura comunitaria y caminos del buen vivir.
Ocurre a partir de distintas movidas que se van armando en el continente. Un hecho importantísimo fue en 2015, el 3er Encuentro que se lleva a cabo en Ecuador, Quito. Anteriormente se había hecho uno en El Salvador en el 2012 y en el 2010 se hizo el primero en Bolivia.
Se fue conformando esta idea en un grupo de compañeros que estábamos participando de distintas experiencias en lo comunitario. A partir de ahí se fue desparramando este hecho, fuimos haciendo algunos encuentros nosotros en la provincia. Me acuerdo de uno en Villaguay, hasta llegar en 2017 a uno que se hizo en Victoria que fue un Encuentro muy numeroso, del que participaron alrededor de 50 organizaciones y alrededor de 200/250 compañeros y compañeras.
Por más de que hubiera esa enorme cantidad de gente, fue más una cosa de curiosidad y muchos no se engancharon. Debo decir que no es lo mismo decir que "somos comunitarios" a llevarlo a la práctica, ¿no? Más que nada en esta cualidad que caracteriza al colectivo, de tener una experiencia colaborativa. Es decir, poner al servicio de los demás lo que uno tiene y los demás también para con las otras organizaciones. Ese carácter de comunitario en ese aspecto, lleva a que uno pueda declamar mucho que "se es comunitario" pero después serlo realmente es demostrarlo en la construcción concreta, esto es lo que determina la razón real de si se es o no, no pasa por una declamación o por autonombrarse comunitario, sino fundamentalmente, pasa por construir.
–De algún modo este es un término andino, de los pueblos originarios del sur de Latinoamérica y en gran medida lo tenemos en cuenta por lo que significa, siempre hacemos la aclaración de que no es lo mismo "vivir bien" que "buen vivir". Vivir bien, vive el que puede. En cambio el buen vivir tiene que ver con esta cuestión amazónica-andina que tiene que ver con desarrollarse en articulación y en contacto con el respeto a los principios ambientales y ecológicos. Es decir toda aquella vida que los pueblos originarios llevaron conservando la naturaleza, siendo amiga de ella, no depredándola, cuidándola permanentemente, no considerándose los pueblos originarios los dueños de la tierra, sino habitantes de la misma, sabiendo que debían convivir y desarrollar toda su labor en total armonía con el medioambiente y con la naturaleza.
–¿De qué maneras piensan la diversidad cultural y qué acciones llevan adelante desde la red entrerriana?
–Hemos avanzado en incorporar no sólo conceptos, sino fundamentalmente prácticas que hacen a la diversidad cultural, por ejemplo CVC Entre Ríos y CVC Nacional, también lo que fue el 4to Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria que se hizo en forma de Caravana durante 10 días las ceremonias de algún modo trayendo la sabiduría originaria y ancestral estuvo y está siempre presente.
A modo de ritual nosotros iniciamos nuestras reuniones saludando a los distintos elementos que conforman el universo, poniendo como presidentes honorarios a nuestros antiguos, a nuestros abuelos, a los pueblos originarios, deseándonos poder tener una reunión fructífera, productiva, eso de algún modo se constituye como una parte. No sólo abrimos la reunión con una ceremonia, sino también la cerramos y dejamos a veces un emblema o algo que represente esa reunión, entregado al próximo lugar a donde se va a realizar la siguiente, de modo que pueda ser trasladado y ese espíritu acompañe todo el proceso de realizaciones que esa reunión ha determinado.
También está el tema de las otras diversidades, nuestras agrupaciones en distintos lugares vienen bregando y en algunos casos como el Victoria se ha conseguido que el movimiento transgénero pueda justamente tener el cupo laboral que venían reclamando. Eso en otro aspecto es obra de los grupos que se reivindican trabajando de manera específica en el plano de la diversidad de género y tratamos de que en cada lugar, lo que aparece como ese "otro" excluido, pueda ser justamente incorporado y empiece a formar parte, no sólo de nuestras teorías sino fundamentalmente de nuestras prácticas.
Después del día de la Raza
Sobre este cambio de concepto que se viene dando desde hace algunos años, Lole expresó que “Es un gran avance el cambio de nombre, lo que antes se llamaba el "Día de la Raza" el 12 de octubre, a que hoy se llama el "Día de la diversidad cultural" porque sin día sirve de motor, de empuje para que consideremos esta cuestión de manera permanente.
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En un mundo en el que el neo-liberalismo parece colarse por todas las grietas y en un momento de la sociedad en donde la salida individual es lo que prima, el Movimiento Cultura Viva Comunitaria se planta a contramano de esa historia, tejiendo redes en diferentes países de nuestro continente, dándole voz a los movimientos de arte, cultura y comunicación alternativa.
Un acontecimiento contracultural que construye y fomenta valores como los de solidaridad, construcción codo a codo con otras organizaciones de manera colaborativa y no competitiva, planteando como premisa la organización de los territorios por el buen vivir.
En esta entrevista, ahondamos en los inicios y en la conformación de este Movimiento, profundizamos en lo que significa el concepto de territorios por el buen vivir y también reflexionamos sobre el cambio paradigmático que se viene gestando por parte de los sectores que realzan la bandera del respeto por la diversidad cultural en muchos sentidos.
–¿Cómo nace la red regional entrerriana que forma parte del Movimiento Cultura Viva Comunitaria (Latinoamérica)?
–La iniciativa surge con el objetivo de dar a conocer las diferentes actividades que se vienen realizando en los distintos dispositivos culturales que forman parte del Movimiento Cultura Viva Comunitaria Entre Ríos, y que gestionan actividades y talleres, en las ciudades de La Paz, Paraná, Villa Elisa, Colón, Victoria, entre otras localidades entrerrianas.
En un fenomenal despliegue festivo, se celebrarán las diversidades culturales de la entrerrianía con música, arte plástico y teatro en vivo. Completan la grilla los movimientos ambientalistas, de los pueblos originarios y las diversidades de género. Desde el Movimiento Cultura Viva Comunitaria invitan a la comunidad a sumarse al evento para seguir construyendo cultura comunitaria y caminos del buen vivir.
Ocurre a partir de distintas movidas que se van armando en el continente. Un hecho importantísimo fue en 2015, el 3er Encuentro que se lleva a cabo en Ecuador, Quito. Anteriormente se había hecho uno en El Salvador en el 2012 y en el 2010 se hizo el primero en Bolivia.
Se fue conformando esta idea en un grupo de compañeros que estábamos participando de distintas experiencias en lo comunitario. A partir de ahí se fue desparramando este hecho, fuimos haciendo algunos encuentros nosotros en la provincia. Me acuerdo de uno en Villaguay, hasta llegar en 2017 a uno que se hizo en Victoria que fue un Encuentro muy numeroso, del que participaron alrededor de 50 organizaciones y alrededor de 200/250 compañeros y compañeras.
Por más de que hubiera esa enorme cantidad de gente, fue más una cosa de curiosidad y muchos no se engancharon. Debo decir que no es lo mismo decir que "somos comunitarios" a llevarlo a la práctica, ¿no? Más que nada en esta cualidad que caracteriza al colectivo, de tener una experiencia colaborativa. Es decir, poner al servicio de los demás lo que uno tiene y los demás también para con las otras organizaciones. Ese carácter de comunitario en ese aspecto, lleva a que uno pueda declamar mucho que "se es comunitario" pero después serlo realmente es demostrarlo en la construcción concreta, esto es lo que determina la razón real de si se es o no, no pasa por una declamación o por autonombrarse comunitario, sino fundamentalmente, pasa por construir.
Detalles
–¿De qué se trata la idea de los territorios por el "Buen vivir"?–De algún modo este es un término andino, de los pueblos originarios del sur de Latinoamérica y en gran medida lo tenemos en cuenta por lo que significa, siempre hacemos la aclaración de que no es lo mismo "vivir bien" que "buen vivir". Vivir bien, vive el que puede. En cambio el buen vivir tiene que ver con esta cuestión amazónica-andina que tiene que ver con desarrollarse en articulación y en contacto con el respeto a los principios ambientales y ecológicos. Es decir toda aquella vida que los pueblos originarios llevaron conservando la naturaleza, siendo amiga de ella, no depredándola, cuidándola permanentemente, no considerándose los pueblos originarios los dueños de la tierra, sino habitantes de la misma, sabiendo que debían convivir y desarrollar toda su labor en total armonía con el medioambiente y con la naturaleza.
–¿De qué maneras piensan la diversidad cultural y qué acciones llevan adelante desde la red entrerriana?
–Hemos avanzado en incorporar no sólo conceptos, sino fundamentalmente prácticas que hacen a la diversidad cultural, por ejemplo CVC Entre Ríos y CVC Nacional, también lo que fue el 4to Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria que se hizo en forma de Caravana durante 10 días las ceremonias de algún modo trayendo la sabiduría originaria y ancestral estuvo y está siempre presente.
A modo de ritual nosotros iniciamos nuestras reuniones saludando a los distintos elementos que conforman el universo, poniendo como presidentes honorarios a nuestros antiguos, a nuestros abuelos, a los pueblos originarios, deseándonos poder tener una reunión fructífera, productiva, eso de algún modo se constituye como una parte. No sólo abrimos la reunión con una ceremonia, sino también la cerramos y dejamos a veces un emblema o algo que represente esa reunión, entregado al próximo lugar a donde se va a realizar la siguiente, de modo que pueda ser trasladado y ese espíritu acompañe todo el proceso de realizaciones que esa reunión ha determinado.
También está el tema de las otras diversidades, nuestras agrupaciones en distintos lugares vienen bregando y en algunos casos como el Victoria se ha conseguido que el movimiento transgénero pueda justamente tener el cupo laboral que venían reclamando. Eso en otro aspecto es obra de los grupos que se reivindican trabajando de manera específica en el plano de la diversidad de género y tratamos de que en cada lugar, lo que aparece como ese "otro" excluido, pueda ser justamente incorporado y empiece a formar parte, no sólo de nuestras teorías sino fundamentalmente de nuestras prácticas.
Después del día de la Raza
Sobre este cambio de concepto que se viene dando desde hace algunos años, Lole expresó que “Es un gran avance el cambio de nombre, lo que antes se llamaba el "Día de la Raza" el 12 de octubre, a que hoy se llama el "Día de la diversidad cultural" porque sin día sirve de motor, de empuje para que consideremos esta cuestión de manera permanente.El fogón cultural será virtual
El domingo 11 desde las 18 se realizará de manera virtual un fogón cultural que antes sólo se hacía en la ciudad de Villaguay, en la comunidad charrúa y en la FM La Redota, que ocupan el mismo espacio. A partir de una invitación se ha extendido, con expresiones de la diversidad cultural que aparecerán virtualmente en escena para mostrar las distintas experiencias que se vienen dando a lo largo y ancho de la provincia. Se podrá ingresar al fogón virtual a través de la red social Facebook.Además tenés que saber:
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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