Leonel Giacometto


Hacia principios del siglo 20, en Europa, por supuesto, venidas de Egipto, el Tíbet, China, Tánger, y/o la Patagonia, principalmente fueron mujeres, robustas, cruzadas, y así, tal cual, figurándonos mujeres del formato Chiqui González, quienes luego de anticipadas y mal casadas, hoy ya libres, eran las poseedoras de ciertas verdades que son secretas para el común y ordinario de los mortales. Hablaban con los muertos siempre en presencia de otros, le daban plata a los artistas, compraban cuadros, pedían poemas a los poetas, de papel a opio; sabían lo de los onas, y, a fin de cuentas, pedían hacerse ficción y así, entre la maliciosa balanza de lo público, lo privado, lo del estado y la imperiosa necesidad de, no ya saber que habría y hay cierta ingeniería social, sino que estas mujeres, como los poetas hoy en este modesto futuro distócico presente, revelan lo que, aun así, está ahí nomas: la magia de estar acá y en otro lado, un rato.

La bruja de fuego en acuario flota sobre mares cósmicos y polvo violeta
Ya antes de la pandemia, y de que está y estará, hoy y mañana, esto es una cuestión que ya viene pululando entre la imaginería kitsch, y el tratamiento de los detalles como forma de alivio real. Algo en apariencia tan banal, fingido, y, hasta, abstracto que no se puede medir en la balanza del patrimonio de los engranajes de la cultura, porque que un grupo de personas convocadas para ser parte de un evento donde la poesía y el teatro, junto con lo audiovisual, algo mínimo como motivo, la presentación de un libro, así, en esa reunión se accede a un espacio, un rato donde la magia, no sólo es real, sino posible. Ahí rige el teatro en su ritual más puro desde y hacia y entre los seres humanos. No es poca cosa. Hay gente que sabe mucho de su entorno, y que accede a otros mediante el filibustero de sus debilidades. Y hay otra que ya murió. O mataron, como Pablo Borsato, el incipiente artista rosarino que fue asesinado por un crimen de odio hace unos años, y aun, como siempre, a favor no se puede decir nada más. A él, como detalle y significante, el dúo poético audiovisual de Sofía Lenski y Adrián Guterman, dedicó el acontecimiento teatral de la presentación de su libro de fotos y palabras reunidas con el título de La bruja de fuego en Acuario, publicado en octubre de 2021 por MareMium Pequeña Editorial de la gestora cultural María Laura Coppié, con prólogo de Laura Yasán y Juan Aguzzi. Sucedió su performance presentación con la actuación de Agostina Prato el viernes 19 de noviembre, a las 18 horas en el renovado y espléndido salón de lectura de la Biblioteca Argentina, en el pasaje Dr. Juan Álvarez 1.550, en el centro de la ciudad de Rosario.

Transforma los atardeceres de verano para entregarse a los efectos especiales de la galaxia
La bruja de fuego en Acuario fue, y es, y son diversas ramas artísticas (fotografía, poesía, audiovisuales y performance) se relacionaron estando en permanente entrelazamiento con un mismo objeto: el libro La bruja de fuego en Acuario, de Sofía Lenski (Instagram: @fruta.y.poesia) y fotografías de Adrián Guterman (Instagram: @3coma14_cine); más una exposición de la obra: 11 de las fotografías y poesías con las que cuenta el libro fueron distribuidas por todo el flamante salón de lecturas de la biblioteca, donde una performance dentro de otra, ritual, interpretada por Agostina Prato, leyó y actuó poemas del libro. En ese todo, se proyectó Brujas, un cinepoema de Adrián Guterman.

Adrián Guterman es realizador audiovisual, docente director, director de fotografía y camarógrafo. Trabajó en televisión abierta y por cable. Desde 1997 participa en numerosos cortos y largometrajes, videoclips y publicidades. Es proyectista en el Cine Público El Cairo, espacio perteneciente al Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe. En 2010 dictó cursos sobre streaming y edición de video en el Sindicato de Prensa de Rosario (SPR). Actualmente se desempeña como director general de las productoras 3coma14 y Rosario Drone.

Sofía Lenski es guionista y poeta. En 2017 publicó su primer libro de poesía, ONCE. La Bruja de Fuego en Acuario es su segundo libro. También participó en varias antologías latinoamericanas. En 2021 fue coordinadora por la Provincia de Santa Fe en el Mitín Mundial de la Insurgencia Cultural organizado por el grupo Voces del Viento y el Frente Internacional de Escritores/as por la Libertad (Fiel). Fue anfitriona en la edición Nº 29 del Festival Internacional de Poesía (FIPR). Trabaja como guionista y directora creativa en la productora audiovisual 3coma14.

La bruja de fuego en acuario sabe hacer fogones y al compás del fuego encorva el movimiento de sus brazos para tomar impulso y desde arriba, mirar a los astros en la Tierra
La tan hablada y abroquelada, al pedo a veces, sensación real -y por real se dice de lo sólido, material, visible, y tocable- de qué es algo efímero, que a la vez corto es hondo porque dispara hacia donde disparó la cabeza del protagonista de El aleph, de Jorge Luis Borges cuando, la candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo. Él notó que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho le dolió, pues comprendió que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita. Cambiará el universo, pero él no, pensó con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación. Eso fue.