"La música es el alma de su pueblo y me encanta conectar con las diversas posibilidades que cada pueblo trae dentro de sus canciones", confiesa Paulo Gabriel. Foto: Gentileza: Joao Fenerich.
Gisela Mesa redacció[email protected]
No cabe duda que la historicidad de la Biblia, los eventos históricos y los relatos evangélicos generan curiosidad y grandes debates en la sociedad. Todos somos testigos del éxito que tuvo la serie Moisés y los diez mandamientos, TIRA brasileña que encantó a los argentinos. En esta ocasión llegó a nuestro país la telenovela que fue un éxito en Brasil, Jezabel. Para conocer de qué se trata esta ficción que tiene tinte bíblico, Mirador entrevistó al actor brasileño Paulo Gabriel.
Gabriel es actor y emprendedor cultural. Licenciado en Publicidad por la FAAP, con extensión en gestión cultural por la PUC. Se graduó en Artes Escénicas en Globe-SP (Ulysses Cruz), tomó cursos de inmersión complementarios en el Studio Fátima Toledo y el Instituto Stanislavsky. Realizó estudios prácticos con los directores Raúl Rodríguez (Escuela Rusa de Artes Teatrales), Marjo Riikka Makela (The Chekhov Studio -Técnica Chekhov), Estrela Strauss (Método Lee Strasberg), Tristan Aronovich (Sistema Stanislavsky). Talleres experimentados con directores/casting/directores de casting Christian Duurvoort(Ensayo sobre la ceguera), Luiz Mário Vicente(Bingo), Sérgio Penna(Carandiru), Luis Antônio Rocha(Velho Chico), Vânia de Brito (#Processo Atores) Robert Milazzo(MSF) -Nueva York), Edson Spinello (Malhação),
En una carrera de 11 años, actuó en 14 obras, como Visceral, Bodas de Sangue, Eles Não Usam Black Tie, Romeu & Julieta y Crime & Punishment. Tiene una amplia experiencia en el cine independiente, habiendo actuado en más de 35 películas del género, además de haber impreso anuncios publicitarios para importantes marcas
-¿Cuándo decidiste que te gustaba la actuación? ¿Te costó encontrar el rumbo en tus comienzos?
-Bueno, cuando era niño tenía 3 sueños: ser tenista, ser artista y ser cantante. Acerté uno de los tres, -risas- ¡está buenísimo! Empecé la carrera como actor más tarde, a los 28 años de edad. Y desde entonces no paré más. Cambié de profesión y decidí que era lo que a mí me hacía bien y que podría hacer diferencia en la vida de las personas. El principio no fue fácil y tampoco lo es ahora, pero poco a poco fui creando un espacio de trabajo y como ya no tenía 20 años, la ansiedad también no era un problema, porque deseaba crear una trayectoria sólida y no un 'sueño de verano'.
-Hablanos del barrio donde te criaste.
-Viví la mayor parte del tiempo en Pinheiros y después en Vila Leopoldina. Los dos barrios están en Sao Paulo, Brasil y viví algún tiempo en Rio de Janeiro por trabajos en la región. Pinheiros hoy es un barrio con muchos bares y restaurantes, a donde los jóvenes circulan con fuerza. Cuando era niño, era un barrio central y estratégico, pero no tenía este perfil bohemio como hoy. Y Vila Leopoldina, fue un barrio industrial por muchos años y que con el crecimiento de la ciudad ganó en los últimos 15 años un perfil más residencial. Muchos espacios industriales fueron transformados en productoras de publicidad, estudios y productoras de cine. O sea, hoy es un barrio que tiene mucho que ver con mi trabajo. Tuve muchas oportunidades de trabajar cerca de mí casa y eso es óptimo. Por ejemplo, enfrente de mí piso, a más de 3 décadas, fue grabada una importante película brasileña llamada 'Eles Não Usam Black Tie', con la gran actriz Fernanda Montenegro y el gran actor Gianfranfesco Guarnieri. A 15 pasos de mí casa. Hoy no existe más la fábrica y sí un piso de para habitar. Leopoldina es un lugar con mucho verde, largas calles y eso me encanta.
-¿Cine, teatro o televisión, cuál disfrutas más hacer?
-Lo audiovisual como un todo, es el lugar adonde me siento muy bien y 'en casa'. Claro que el teatro me encanta, crecí en el teatro y los otros lenguajes son adaptaciones que hacemos para el medio en cuestión. Pero en el cine, series y novelas tengo la oportunidad de trabajar con actuaciones más contenidas. Muchas veces en lo audiovisual, una mirada habla mucho más que un texto de 2 páginas. Y eso sintético y simple, es increíble. Y no es fácil llegar en lo simple. Ser simple es un estado de refinamiento del trabajo del actor.
-Se dice que el actor suele ser muy inseguro por lo general, ¿coincidís?
-Puede ser que sí, pero no creo que sea esta una definición exacta. Creo que la palabra más adecuada es vulnerable, en el sentido que tenemos que estar disponibles a oír, tener reacciones y emociones. Tenemos que estar abiertos constantemente a los estímulos de otro artista de la escena o director del proyecto. No todo ser vulnerable es inseguro. Pero todo inseguro es vulnerable a las opiniones de otras personas. El actor debe ser una persona vulnerable en la escena pero en su vida particular se es o no es inseguro, eso es la parte privada de cada uno. Claro que la exposición, la necesidad de aprobación de su trabajo puede llevar a algunos artistas a un estado de inseguridad que creo, está más relacionado con la ansiedad que es impulsado muchas veces por el efecto tóxico de las redes sociales.
-¿Cómo ves el cine argentino y el brasileño en la actualidad?
- Bueno, son muy diferentes hasta el día de hoy. Por empezar, creo que el apoyo y aporte financiero que hay en Brasil es mayor que en Argentina (sí, nada cambió en Argentina sobre este punto). Otros puntos importantes son las diferencias de formación de platea, de interés del público y los tipos de guiones.
Pero, antes de todo, hay algo muy, muy diferente entre los dos países que es la educación. Y eso hace toda la diferencia. Argentina es un país que tiene la gran parte de su pueblo con educación básica completa y una buena parte con educación técnica o superior. En Brasil hay muchas personas que nunca fueron al teatro. Muchas no terminan la escuela primaria. Es terrible. Y eso sucede también con el cine. Y eso lleva a la creación, muchas veces de guiones más simplistas para que tenga un alcance mayor de público. Claro, es cierto también que eso viene cambiando con mucha más fuerza hoy, principalmente impulsado con la llegada de los streamings, que tienen una formación sólida de los formatos americanos, donde el éxito de la obra, está muy enraizado en la historia y en su guión.
En las últimas décadas, las cosas en Brasil mejoraron mucho para producción y distribución de cine. Las leyes de incentivo a la cultura fueron fundamentales. Tuvimos la oportunidad de llevar nuestro cine para el mundo mostrando nuestra cara, nuestra cultura y pueblo.
Otro dato importante es que el cine argentino sabe como nadie hacer buenas historias con poca plata. Son guiones con alta calidad técnica, artística y de enredo. Acá también lo hacemos, pero en menor escala. Nosotros en Brasil tenemos que aprender mucho con nuestros hermanos en este punto.
Ahora, con el formato digital, hoy es muy más simple y barato hacer un filme que 30 años atrás. Con eso, pequeños equipos pueden hacer largometrajes con alta calidad y no perder tanto en comparativo con budgets de mediano porte.
Por fin, creo que con la llegada de streaming con fuerza en los dos países es posible que tengamos un crecimiento de coproducciones latinoamericanas. Y creo que es posible que tengamos un escenario favorable para la creación de proyectos entre Argentina y Brasil. Así espero. Inclusive tengo la pretensión como productor de rodar un cortometraje este año mezclando actores brasileños y argentinos.
Jezabel
-Contanos de tu participación en Jezabel. ¿Cómo llegaste al papel de Zedequías? ¿Cómo trabajaste el personaje?
- Fue una invitación de la producción de casting de RecordTV para hacer el papel de Zedequías. El personaje creció. Al principio serían algunos días de grabación, pero después quedó más largo y pude actuar más y esto fue muy bueno. Comprendí poco a poco la función dramática del personaje con la llegada de los guiones y en este caminar que tuve, a veces este tener que aguardar de nuevos datos de parte de los guionistas, quedó como una parte enigmática del personaje que traje a la escena de Jezabel.
-¿Cómo fue recibida tu interpretación del personaje para el público brasileño? ¿La opinión del público repercute de manera profunda en vos o lo tomás livianamente?
-Fue bien recibida. Los personajes más de la sombra, como es el caso de Zedequías, un falso profeta, traen movimiento a la historia y generan diferentes tipos de sentimientos en los espectadores. Y esto es bueno para la historia. Cierto que la opinión es algo personal, luego, no puedo basar mí trabajo en eso. Tengo que basarlo en estudios, práctica constante y disciplina. y en realidad, nunca sabemos cómo las personas van a recibir una personaje. Lo que las personas piensan es muy particular, a veces me gusta leer, por curiosidad los comentarios de una escena importante o entonces las relaciones que el público hace del personaje. A veces los comentarios son graciosos, otras no. Y está todo bien. Con la seguridad que nunca vamos a complacer a todos, todo se queda más leve. Y para lo artista que cree más en lo externo de que en su interior, lo mismo se torna rehén de las opiniones y eso es un peso muy duro para cargar de parte del artista. Eso no es bueno. El artista puede interactuar con las personas, hablar desde su punto de vista, pero hay que tener sentido crítico y saber hacer un filtro de lo que llega y lo que son cosas interesantes para reflexionar y lo que es simplemente algo que no es beneficioso para su vida y su carrera.
-¿Qué música le gusta a Paulo Gabriel?
-Tengo un gusto musical muy ecléctico. No consigo definir un tipo de música específica. En Brasil tenemos una gran mezcla de ritmos y cantantes. Me gusta desde los ritmos electrónicos hasta los ritmos latinos, las mezclas de ritmos. La música es el alma de su pueblo y me encanta conectar con las diversas posibilidades que cada pueblo trae dentro de sus canciones.
-¿Qué otros proyectos estás realizando ahora?
-Bueno, terminé ahora la grabación de una telenovela llamada Reys, de RecordTV que con seguridad llegará a Argentina y otros países de Latino América. También grabé una película en coproducción entre China y Brasil, llamada 'Evacuation Point' un proyecto de acción, guerra en un futuro distópico dominado por para-guerrilleros. Y tengo el lanzamiento de una película en Coproducción Argentina Y Brasil, de nombre Caso Leonardo, de Val Carbone, que habla sobre la violencia, el exceso de fuerza de la policía contra el ciudadano común. Y por fin, muy cierto llegaré este semestre en Netflix Brasil, con una serie que habla sobre la formación de los carteles del crimen en Brasil.
No cabe duda que la historicidad de la Biblia, los eventos históricos y los relatos evangélicos generan curiosidad y grandes debates en la sociedad. Todos somos testigos del éxito que tuvo la serie Moisés y los diez mandamientos, TIRA brasileña que encantó a los argentinos. En esta ocasión llegó a nuestro país la telenovela que fue un éxito en Brasil, Jezabel. Para conocer de qué se trata esta ficción que tiene tinte bíblico, Mirador entrevistó al actor brasileño Paulo Gabriel.
Gabriel es actor y emprendedor cultural. Licenciado en Publicidad por la FAAP, con extensión en gestión cultural por la PUC. Se graduó en Artes Escénicas en Globe-SP (Ulysses Cruz), tomó cursos de inmersión complementarios en el Studio Fátima Toledo y el Instituto Stanislavsky. Realizó estudios prácticos con los directores Raúl Rodríguez (Escuela Rusa de Artes Teatrales), Marjo Riikka Makela (The Chekhov Studio -Técnica Chekhov), Estrela Strauss (Método Lee Strasberg), Tristan Aronovich (Sistema Stanislavsky). Talleres experimentados con directores/casting/directores de casting Christian Duurvoort(Ensayo sobre la ceguera), Luiz Mário Vicente(Bingo), Sérgio Penna(Carandiru), Luis Antônio Rocha(Velho Chico), Vânia de Brito (#Processo Atores) Robert Milazzo(MSF) -Nueva York), Edson Spinello (Malhação),
En una carrera de 11 años, actuó en 14 obras, como Visceral, Bodas de Sangue, Eles Não Usam Black Tie, Romeu & Julieta y Crime & Punishment. Tiene una amplia experiencia en el cine independiente, habiendo actuado en más de 35 películas del género, además de haber impreso anuncios publicitarios para importantes marcas
-¿Cuándo decidiste que te gustaba la actuación? ¿Te costó encontrar el rumbo en tus comienzos?
-Bueno, cuando era niño tenía 3 sueños: ser tenista, ser artista y ser cantante. Acerté uno de los tres, -risas- ¡está buenísimo! Empecé la carrera como actor más tarde, a los 28 años de edad. Y desde entonces no paré más. Cambié de profesión y decidí que era lo que a mí me hacía bien y que podría hacer diferencia en la vida de las personas. El principio no fue fácil y tampoco lo es ahora, pero poco a poco fui creando un espacio de trabajo y como ya no tenía 20 años, la ansiedad también no era un problema, porque deseaba crear una trayectoria sólida y no un 'sueño de verano'.
-Hablanos del barrio donde te criaste.
-Viví la mayor parte del tiempo en Pinheiros y después en Vila Leopoldina. Los dos barrios están en Sao Paulo, Brasil y viví algún tiempo en Rio de Janeiro por trabajos en la región. Pinheiros hoy es un barrio con muchos bares y restaurantes, a donde los jóvenes circulan con fuerza. Cuando era niño, era un barrio central y estratégico, pero no tenía este perfil bohemio como hoy. Y Vila Leopoldina, fue un barrio industrial por muchos años y que con el crecimiento de la ciudad ganó en los últimos 15 años un perfil más residencial. Muchos espacios industriales fueron transformados en productoras de publicidad, estudios y productoras de cine. O sea, hoy es un barrio que tiene mucho que ver con mi trabajo. Tuve muchas oportunidades de trabajar cerca de mí casa y eso es óptimo. Por ejemplo, enfrente de mí piso, a más de 3 décadas, fue grabada una importante película brasileña llamada 'Eles Não Usam Black Tie', con la gran actriz Fernanda Montenegro y el gran actor Gianfranfesco Guarnieri. A 15 pasos de mí casa. Hoy no existe más la fábrica y sí un piso de para habitar. Leopoldina es un lugar con mucho verde, largas calles y eso me encanta.
-¿Cine, teatro o televisión, cuál disfrutas más hacer?
-Lo audiovisual como un todo, es el lugar adonde me siento muy bien y 'en casa'. Claro que el teatro me encanta, crecí en el teatro y los otros lenguajes son adaptaciones que hacemos para el medio en cuestión. Pero en el cine, series y novelas tengo la oportunidad de trabajar con actuaciones más contenidas. Muchas veces en lo audiovisual, una mirada habla mucho más que un texto de 2 páginas. Y eso sintético y simple, es increíble. Y no es fácil llegar en lo simple. Ser simple es un estado de refinamiento del trabajo del actor.
-Se dice que el actor suele ser muy inseguro por lo general, ¿coincidís?
-Puede ser que sí, pero no creo que sea esta una definición exacta. Creo que la palabra más adecuada es vulnerable, en el sentido que tenemos que estar disponibles a oír, tener reacciones y emociones. Tenemos que estar abiertos constantemente a los estímulos de otro artista de la escena o director del proyecto. No todo ser vulnerable es inseguro. Pero todo inseguro es vulnerable a las opiniones de otras personas. El actor debe ser una persona vulnerable en la escena pero en su vida particular se es o no es inseguro, eso es la parte privada de cada uno. Claro que la exposición, la necesidad de aprobación de su trabajo puede llevar a algunos artistas a un estado de inseguridad que creo, está más relacionado con la ansiedad que es impulsado muchas veces por el efecto tóxico de las redes sociales.
-¿Cómo ves el cine argentino y el brasileño en la actualidad?
- Bueno, son muy diferentes hasta el día de hoy. Por empezar, creo que el apoyo y aporte financiero que hay en Brasil es mayor que en Argentina (sí, nada cambió en Argentina sobre este punto). Otros puntos importantes son las diferencias de formación de platea, de interés del público y los tipos de guiones.
Pero, antes de todo, hay algo muy, muy diferente entre los dos países que es la educación. Y eso hace toda la diferencia. Argentina es un país que tiene la gran parte de su pueblo con educación básica completa y una buena parte con educación técnica o superior. En Brasil hay muchas personas que nunca fueron al teatro. Muchas no terminan la escuela primaria. Es terrible. Y eso sucede también con el cine. Y eso lleva a la creación, muchas veces de guiones más simplistas para que tenga un alcance mayor de público. Claro, es cierto también que eso viene cambiando con mucha más fuerza hoy, principalmente impulsado con la llegada de los streamings, que tienen una formación sólida de los formatos americanos, donde el éxito de la obra, está muy enraizado en la historia y en su guión.
En las últimas décadas, las cosas en Brasil mejoraron mucho para producción y distribución de cine. Las leyes de incentivo a la cultura fueron fundamentales. Tuvimos la oportunidad de llevar nuestro cine para el mundo mostrando nuestra cara, nuestra cultura y pueblo.
Otro dato importante es que el cine argentino sabe como nadie hacer buenas historias con poca plata. Son guiones con alta calidad técnica, artística y de enredo. Acá también lo hacemos, pero en menor escala. Nosotros en Brasil tenemos que aprender mucho con nuestros hermanos en este punto.
Ahora, con el formato digital, hoy es muy más simple y barato hacer un filme que 30 años atrás. Con eso, pequeños equipos pueden hacer largometrajes con alta calidad y no perder tanto en comparativo con budgets de mediano porte.
Por fin, creo que con la llegada de streaming con fuerza en los dos países es posible que tengamos un crecimiento de coproducciones latinoamericanas. Y creo que es posible que tengamos un escenario favorable para la creación de proyectos entre Argentina y Brasil. Así espero. Inclusive tengo la pretensión como productor de rodar un cortometraje este año mezclando actores brasileños y argentinos.
Jezabel
-Contanos de tu participación en Jezabel. ¿Cómo llegaste al papel de Zedequías? ¿Cómo trabajaste el personaje?
- Fue una invitación de la producción de casting de RecordTV para hacer el papel de Zedequías. El personaje creció. Al principio serían algunos días de grabación, pero después quedó más largo y pude actuar más y esto fue muy bueno. Comprendí poco a poco la función dramática del personaje con la llegada de los guiones y en este caminar que tuve, a veces este tener que aguardar de nuevos datos de parte de los guionistas, quedó como una parte enigmática del personaje que traje a la escena de Jezabel.
-¿Cómo fue recibida tu interpretación del personaje para el público brasileño? ¿La opinión del público repercute de manera profunda en vos o lo tomás livianamente?
-Fue bien recibida. Los personajes más de la sombra, como es el caso de Zedequías, un falso profeta, traen movimiento a la historia y generan diferentes tipos de sentimientos en los espectadores. Y esto es bueno para la historia. Cierto que la opinión es algo personal, luego, no puedo basar mí trabajo en eso. Tengo que basarlo en estudios, práctica constante y disciplina. y en realidad, nunca sabemos cómo las personas van a recibir una personaje. Lo que las personas piensan es muy particular, a veces me gusta leer, por curiosidad los comentarios de una escena importante o entonces las relaciones que el público hace del personaje. A veces los comentarios son graciosos, otras no. Y está todo bien. Con la seguridad que nunca vamos a complacer a todos, todo se queda más leve. Y para lo artista que cree más en lo externo de que en su interior, lo mismo se torna rehén de las opiniones y eso es un peso muy duro para cargar de parte del artista. Eso no es bueno. El artista puede interactuar con las personas, hablar desde su punto de vista, pero hay que tener sentido crítico y saber hacer un filtro de lo que llega y lo que son cosas interesantes para reflexionar y lo que es simplemente algo que no es beneficioso para su vida y su carrera.
-¿Qué música le gusta a Paulo Gabriel?
-Tengo un gusto musical muy ecléctico. No consigo definir un tipo de música específica. En Brasil tenemos una gran mezcla de ritmos y cantantes. Me gusta desde los ritmos electrónicos hasta los ritmos latinos, las mezclas de ritmos. La música es el alma de su pueblo y me encanta conectar con las diversas posibilidades que cada pueblo trae dentro de sus canciones.
-¿Qué otros proyectos estás realizando ahora?
-Bueno, terminé ahora la grabación de una telenovela llamada Reys, de RecordTV que con seguridad llegará a Argentina y otros países de Latino América. También grabé una película en coproducción entre China y Brasil, llamada 'Evacuation Point' un proyecto de acción, guerra en un futuro distópico dominado por para-guerrilleros. Y tengo el lanzamiento de una película en Coproducción Argentina Y Brasil, de nombre Caso Leonardo, de Val Carbone, que habla sobre la violencia, el exceso de fuerza de la policía contra el ciudadano común. Y por fin, muy cierto llegaré este semestre en Netflix Brasil, con una serie que habla sobre la formación de los carteles del crimen en Brasil.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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