LUCÍA TORRES
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En su mensaje, monseñor Luis Collazuol recordó el pasaje de la Biblia que dice “Jesús, el Maestro, dice también a nosotros: ‘voy a celebrar la Pascua en tu casa’ (Mt 26 18). ¿Qué significará la Pascua de hoy con Jesús Resucitado entrando en nuestro hogar, en nuestros corazones, en nuestras comunidades? El poder humano, maltrecho por el pecado, parece haber vencido a Jesús al darle muerte. Pero aquella pasión y muerte del Justo inocente fue su ofrenda suprema de amor por nosotros”, dijo el obispo en su mensaje.

Y más adelante continuó “El poder divino, que es Santidad y Misericordia, realiza la victoria final: Jesús resucita glorioso. El Padre acepta el Sacrificio de su Hijo por nosotros. Él es constituido Señor con su misma humanidad encarnada y crucificada que, conservando sus llagas, ahora es glorificada. En Él tenemos perdón y Gracia”.

Y completó: “Dice el Señor glorificado: ‘Yo hago nuevas todas las cosas… ¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida’ (Ap 21,5-6). ¡Jesucristo Resucitado es fuente de Vida redimida, digna, plena y santa para la humanidad! ¡Es germen de Vida eterna! Por su Pascua renace nuestra esperanza”.

Finalmente, en el mensaje del obispo resalta que “Cristo resucitado es nuestra paz. Cuando Él entre en nuestra casa en esta Pascua, nos invitará a trabajar por la paz, a educar para la paz. Es una tarea que conlleva una promesa: ‘Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios’ (Mt 5,9)”. Y afirmó “nuestro mundo, herido de muerte por el pecado, dividido por las enemistades y las guerras, con las atrocidades que vemos día a día, necesita ser sanado, recobrar Vida”.

Invitando a resucitar con Cristo, “su don del Espíritu Santo nos irá transformando en nuevas criaturas. El Espíritu nos dará la sabiduría, la gracia y la fuerza para renovar el mundo en Cristo, desde lo cercano que nos rodea hasta ir construyendo un mundo de paz”. Y terminó deseando a todos, “a cada familia y a cada comunidad, una Santa Pascua. ¡Jesucristo, el Señor Resucitado, los bendiga!”.