Ariel Gustavo Pennisi


El primer hijo narrativo de Emiliano Guido, es un viaje autobiográfico en el tiempo, más precisamente a la década del 90, con muchos flashaback de los 70. Dos décadas que marcaron profundamente la vida del autor que en el marco de la presentación de su primera ficción, dialogó con Mirador Provincial.

La historia nace en los espacios de escritura creativa que coordina el escritor Hernán Vanoli en Buenos Aires. En la dinámica de los talleres, Emiliano Guido fue descubriendo su proceso creativo, “más que la idea de escribir una novela, tenía recuerdos que me parecían potentes, y los escribí apilándolos en capítulos o en textos. Como vi que los textos tenían cierta potencia me
entusiasmé, a los dos o tres meses del taller, decidí que esos recuerdos anécdotas, vivencias de H.I.J.O.S se constituyeran en una novela. Es una novela que nace en el marco del taller, tuve mucha ayuda tanto del tallerista como de mis compañeros”.

Para el ejercicio narrativo de la trama, el autor afirmó: “traté de leer muchas novelas donde apareciera presente la cuestión del linaje. También leí lo que se denomina ‘la literatura del yo’. Leí mucho al novelista noruego Karl Ove Knausgard, por lo general siempre leo bastante, pero ese año quizás leí más porque estaba enmarcado en la novela”.

María Gainza es unas de las autoras argentinas que lo inspiró en su producción, confiesa: “una novela que me influyó mucho desde la cuestión estética es El nervio óptico. La historia tiene que ver con una memoria autobiográfica que Gainza hace en torno literario, ya que ella es una crítica del arte. Hay ahí un punto de encuentro con ella, aunque después no mucho más
de donde yo supuestamente me podría anclar. Me gustó la forma estética con la que ella elaboró la novela, ya que son como seis o siete piezas desconectadas entre sí, y mi novela tiene un poco de eso, porque cada capítulo se puede leer por separado. Hay muchos flashaback, entonces en ese sentido me sirvió bastante”.

Una novela autobiográfica
“La idea de mi novela es una novela autobiográfica y, creo que está dentro de lo que ahora se suele denominar autoficción o literatura del yo” señala Emiliano Guido para luego agregar: “más allá de que sea central en la trama la cuestión de los orígenes de la agrupación H.I.J.O.S, quería recuperar el clima político y cultural de los años 90, y ver como también en esos años veíamos a los años 70, que son dos décadas que me atraen y fascinan. Dos décadas que están como un poco canceladas en el debate público. Creo que dentro de poco, sobre todo los 90, van a cobrar fuerza en la discusión política, porque aunque
fueron años de hegemonía neoliberal, se estaba construyendo en las calles, en los márgenes de las orillas, épocas más felices”.
Sobre el contexto que busca reflejar la historia, afirmó: “en lo político, recuerdo que los años 90 en si fueron como un alto paredón que se nos metió en el camino y la organización H.I.J.O.S y muchas otras organizaciones sociales estábamos por fuera. El clima de época era muy condescendiente con el neoliberalismo, así que encontramos muchas resistencias a nuestras
demandas y nos enfrentamos a resistencias de todo tipo”.

Lecturas y proyectos
-¿Cuáles son tus actuales lecturas?
-Leo autores de todo tipo, por lo general leo mucha literatura estadounidense o argentina. Trato de leer siempre aquello que este medio fresco, llamando la atención por algún motivo y cada tanto vuelvo a algún clásico, algunas de las cosas que me perdí en el camino. Hace poco leí la última novela de Cristian Alarcón que sacó para Alfaguara. Estoy leyendo Criaturas Dispersas de Natalia Gelos, que son textos vinculados a lo animal fantástico. Soy de lectura bastante diverso.

-¿Cuáles son tus próximos proyectos literarios?
-Hace poco termine de escribir una novela, su temática tiene que ver con la cuestión justamente vegano antiespecista, aunque yo no lo sea. Es un tema que fui descubriendo y me pareció potente, entonces construí una ficción en torno a eso, lo presenté en el concurso editorial La Bestia Equilátera.