Foto:Gentileza.
Lucía Dozo
Desde principios de los años 40 funciona en nuestro país la Fundación Williams, una organización privada sin fines de lucro que fue creada por los filántropos Thomas Jefferson Williams y Ana King de Williams, con el propósito de impulsar el desarrollo de la ciencia y la cultura en Argentina. El organismo constituye, desde su creación, una valiosa fuente de ayuda y colaboración para personas e instituciones innovadoras. El apoyo brindado tiene como meta enfrentar el desafío de acrecentar el bienestar del país, utilizando como herramientas principales la expansión del conocimiento y el desarrollo de la cultura.
A fines del año pasado, la Fundación dio a conocer los proyectos seleccionados en la convocatoria Ensayar Museos 2021, que propone acompañar iniciativas en formatos novedosos y relevantes. Entre los 21 museos finalmente elegidos, sobre un total de 65 participantes de todo el país, destacan dos representantes de Rosario, que comenzarán a desarrollar este año los proyectos seleccionados.
Ellos son: el Museo de la Ciudad de Rosario Wladimir Mikielievich, junto a la Dirección General de Gestión Territorial de la Secretaría de Cultura y Educación, con el proyecto “Una vidriera a la historia de tu barrio. Intervenciones expositivas en espacios no convencionales”, y el Complejo Astronómico Municipal con el Taller Ecologista y Cientina, con su propuesta “Mirar el cielo, pisar tierra. Un espacio colectivo de experimentación científica”. Para Sebastián Bosch, director general de Museos y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, “esta convocatoria, que tiene como objetivo viabilizar propuestas innovadoras en museos, es una enorme oportunidad de crecimiento para los equipos de trabajo, para los museos y para las comunidades para las que trabajan”.
Y esto es lo que apunta al respecto la Fundación Williams: “Queremos estimular la capacidad de los museos para imaginar mejores futuros trabajando sobre problemas colectivos en condiciones altamente cambiantes. Ante los nuevos desafíos que atraviesa la humanidad, la tercera edición de este concurso hace foco en las ideas nuevas, los procesos de iteración y la experimentación en el hacer”.
Mirar el cielo, pisar tierra
En diálogo con Mirador Provincial, la coordinadora del Complejo Astronómico Municipal, Sandra Carracedo, explicó que “presentarnos a estas convocatorias y ganarlas implica la posibilidad de concretar determinados objetivos institucionales que tienen que ver con la socialización de la ciencia en general y de la astronomía en particular. El proyecto seleccionado tiende a profundizar algunos ejes que ya venimos trabajando que tienen que ver con la astronomía cultural y con el abordaje científico de algunas problemáticas de la vida
cotidiana, como humedales o energías sustentables”.
En cuanto al proyecto seleccionado, “Mirar el cielo, pisar tierra. Un espacio colectivo de experimentación científica”, va a tener una naturaleza experimental y va a instalarse en el edificio donde funciona el planetario. En ese espacio, en el que habitarán la exploración, la creatividad y la experimentación, se desarrollarán tres territorios: El cielo narrado, intercambio de saberes en torno a cosmovisiones; Huellas lunáticas, primeros pasos en un universo infinito; Un nuevo vínculo con la tierra, observar, experimentar, programar. “Con una perspectiva inclusiva, la propuesta es experimentar y crear. Se van a desarrollar múltiples actividades atravesadas por los ejes que marca la astronomía cultural: cómo miramos el cielo, cómo las diferentes culturas miran el cielo, con un anclaje, principalmente, en los pueblos originarios. Para ello vamos a utilizar un dispositivo de naturaleza inmersiva y también espacios donde se van a organizar talleres y espacios lúdicos para todas las edades”, agrega.
Por otro lado, se va a trabajar en el desarrollo de un laboratorio donde llevar adelante actividades de observación y experimentación ancladas en el campo del bioarte y la postnaturaleza. “La idea es abordar las diferentes problemáticas que atraviesan la vida cotidiana, como es el caso de los humedales, la energía sustentable o el cuidado del planeta. En general, es una narrativa que hace que podamos pisar la tierra reflexionando desde un lugar sensible para luego mirar el cielo con una mirada cultural e identitaria”, dijo Carracedo.
El recorrido por cada uno de estos territorios implicará la construcción de dispositivos lúdicos desde una perspectiva inclusiva y el desarrollo de actividades experimentales. La astronomía cultural como soporte histórico y conceptual brindará las herramientas para abordar las múltiples formas de significación del cielo, especialmente la de los pueblos originarios, así como los vínculos que se tejen entre el movimiento astral y la vida cotidiana. También se explorarán las problemáticas que atraviesa nuestro planeta en la actualidad, como por ejemplo la medioambiental.
Una vidriera a la historia de tu barrio
El director del Museo de la Ciudad, Nicolás Charles, en diálogo con Mirador Provincial, expresó: “Para nuestro museo, ser seleccionados por Fundación Williams consolida el proyecto de convertirse en un museo abierto. Venimos trabajando en este tiempo en convertirnos en un museo abierto, sobre todo desde una lógica de transformación, de ser un lugar netamente cultural a un lugar social, pero sobre todo con una articulación entre museo y comunidad muy fuerte. En eso se basa nuestro proyecto ‘Una vidriera a la historia de tu barrio. Intervenciones expositivas en espacios no convencionales’, en descentralizar y articular territorialmente la historia de los barrios y no pensar el museo únicamente en el centro de la ciudad”.
La propuesta consiste en llevar adelante una serie de intervenciones expositivas en espacios no convencionales, partiendo de un relevamiento y mapeo comunitario de espacios de referencias barriales.
Los espacios no convencionales pueden ser lugares de diferente índole: comercios de distintos rubros, radios, bibliotecas, vecinales, espacios que sean valorados de manera diferencial por sus vecinos y elegidos o seleccionados en base a esta característica. La selección se realizará a través de un taller de mapeo colectivo, visibilizando encuentros, consensos y disensos.
Este proyecto se pensó en el marco del 40º aniversario del Museo de la Ciudad y es parte de un programa de prácticas comunitarias en territorio con ejes en el entorno inmediato del museo y en los distintos barrios, para lo cual se desarrolló una articulación con la Dirección de Gestión Territorial. “En agosto, en el marco de la muestra Ciudad Candia, que mostraba los edificios construidos por la empresa homónima entre 1890 y 1971, se exhibieron los planos de la famosa tienda La Favorita. Eso nos llevó a hacer contacto con la familia García, dueña de ese edificio, y surgió la idea de abrir una vidriera, como eran las antiguas vidrieras de La Favorita”.
Con material patrimonial del museo pero también de la colección privada de la familia García, en el espacio se vincularon diferentes elementos históricos de la tienda: una maqueta, un cuadro, una valija con valor patrimonial, pero también afectivo. Mientras que, en otro espacio, se recreó un living de hace algunas décadas, con algunos guiños de la colección textil en la que el museo viene trabajando.
“Ese trabajo funcionó mucho desde la cuestión recuerdista y, también, generaron mucho impacto esas vidrieras abiertas después de meses de la partida de Falabella. Fue muy significativo para la ciudad, y en ese marco propusimos un proyecto muy similar de expansión de las vidrieras a los barrios, por eso estamos en esta etapa rastreando cuáles son las vidrieras para contar, en primera instancia en barrio Corrientes, junto a todo un trabajo de puesta en valor del lugar”, cerró Charles.
Desde principios de los años 40 funciona en nuestro país la Fundación Williams, una organización privada sin fines de lucro que fue creada por los filántropos Thomas Jefferson Williams y Ana King de Williams, con el propósito de impulsar el desarrollo de la ciencia y la cultura en Argentina. El organismo constituye, desde su creación, una valiosa fuente de ayuda y colaboración para personas e instituciones innovadoras. El apoyo brindado tiene como meta enfrentar el desafío de acrecentar el bienestar del país, utilizando como herramientas principales la expansión del conocimiento y el desarrollo de la cultura.
A fines del año pasado, la Fundación dio a conocer los proyectos seleccionados en la convocatoria Ensayar Museos 2021, que propone acompañar iniciativas en formatos novedosos y relevantes. Entre los 21 museos finalmente elegidos, sobre un total de 65 participantes de todo el país, destacan dos representantes de Rosario, que comenzarán a desarrollar este año los proyectos seleccionados.
Ellos son: el Museo de la Ciudad de Rosario Wladimir Mikielievich, junto a la Dirección General de Gestión Territorial de la Secretaría de Cultura y Educación, con el proyecto “Una vidriera a la historia de tu barrio. Intervenciones expositivas en espacios no convencionales”, y el Complejo Astronómico Municipal con el Taller Ecologista y Cientina, con su propuesta “Mirar el cielo, pisar tierra. Un espacio colectivo de experimentación científica”. Para Sebastián Bosch, director general de Museos y Bibliotecas de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad, “esta convocatoria, que tiene como objetivo viabilizar propuestas innovadoras en museos, es una enorme oportunidad de crecimiento para los equipos de trabajo, para los museos y para las comunidades para las que trabajan”.
Y esto es lo que apunta al respecto la Fundación Williams: “Queremos estimular la capacidad de los museos para imaginar mejores futuros trabajando sobre problemas colectivos en condiciones altamente cambiantes. Ante los nuevos desafíos que atraviesa la humanidad, la tercera edición de este concurso hace foco en las ideas nuevas, los procesos de iteración y la experimentación en el hacer”.
Mirar el cielo, pisar tierra
En diálogo con Mirador Provincial, la coordinadora del Complejo Astronómico Municipal, Sandra Carracedo, explicó que “presentarnos a estas convocatorias y ganarlas implica la posibilidad de concretar determinados objetivos institucionales que tienen que ver con la socialización de la ciencia en general y de la astronomía en particular. El proyecto seleccionado tiende a profundizar algunos ejes que ya venimos trabajando que tienen que ver con la astronomía cultural y con el abordaje científico de algunas problemáticas de la vida
cotidiana, como humedales o energías sustentables”.
En cuanto al proyecto seleccionado, “Mirar el cielo, pisar tierra. Un espacio colectivo de experimentación científica”, va a tener una naturaleza experimental y va a instalarse en el edificio donde funciona el planetario. En ese espacio, en el que habitarán la exploración, la creatividad y la experimentación, se desarrollarán tres territorios: El cielo narrado, intercambio de saberes en torno a cosmovisiones; Huellas lunáticas, primeros pasos en un universo infinito; Un nuevo vínculo con la tierra, observar, experimentar, programar. “Con una perspectiva inclusiva, la propuesta es experimentar y crear. Se van a desarrollar múltiples actividades atravesadas por los ejes que marca la astronomía cultural: cómo miramos el cielo, cómo las diferentes culturas miran el cielo, con un anclaje, principalmente, en los pueblos originarios. Para ello vamos a utilizar un dispositivo de naturaleza inmersiva y también espacios donde se van a organizar talleres y espacios lúdicos para todas las edades”, agrega.
Por otro lado, se va a trabajar en el desarrollo de un laboratorio donde llevar adelante actividades de observación y experimentación ancladas en el campo del bioarte y la postnaturaleza. “La idea es abordar las diferentes problemáticas que atraviesan la vida cotidiana, como es el caso de los humedales, la energía sustentable o el cuidado del planeta. En general, es una narrativa que hace que podamos pisar la tierra reflexionando desde un lugar sensible para luego mirar el cielo con una mirada cultural e identitaria”, dijo Carracedo.
El recorrido por cada uno de estos territorios implicará la construcción de dispositivos lúdicos desde una perspectiva inclusiva y el desarrollo de actividades experimentales. La astronomía cultural como soporte histórico y conceptual brindará las herramientas para abordar las múltiples formas de significación del cielo, especialmente la de los pueblos originarios, así como los vínculos que se tejen entre el movimiento astral y la vida cotidiana. También se explorarán las problemáticas que atraviesa nuestro planeta en la actualidad, como por ejemplo la medioambiental.
Una vidriera a la historia de tu barrio
El director del Museo de la Ciudad, Nicolás Charles, en diálogo con Mirador Provincial, expresó: “Para nuestro museo, ser seleccionados por Fundación Williams consolida el proyecto de convertirse en un museo abierto. Venimos trabajando en este tiempo en convertirnos en un museo abierto, sobre todo desde una lógica de transformación, de ser un lugar netamente cultural a un lugar social, pero sobre todo con una articulación entre museo y comunidad muy fuerte. En eso se basa nuestro proyecto ‘Una vidriera a la historia de tu barrio. Intervenciones expositivas en espacios no convencionales’, en descentralizar y articular territorialmente la historia de los barrios y no pensar el museo únicamente en el centro de la ciudad”.
La propuesta consiste en llevar adelante una serie de intervenciones expositivas en espacios no convencionales, partiendo de un relevamiento y mapeo comunitario de espacios de referencias barriales.
Los espacios no convencionales pueden ser lugares de diferente índole: comercios de distintos rubros, radios, bibliotecas, vecinales, espacios que sean valorados de manera diferencial por sus vecinos y elegidos o seleccionados en base a esta característica. La selección se realizará a través de un taller de mapeo colectivo, visibilizando encuentros, consensos y disensos.
Este proyecto se pensó en el marco del 40º aniversario del Museo de la Ciudad y es parte de un programa de prácticas comunitarias en territorio con ejes en el entorno inmediato del museo y en los distintos barrios, para lo cual se desarrolló una articulación con la Dirección de Gestión Territorial. “En agosto, en el marco de la muestra Ciudad Candia, que mostraba los edificios construidos por la empresa homónima entre 1890 y 1971, se exhibieron los planos de la famosa tienda La Favorita. Eso nos llevó a hacer contacto con la familia García, dueña de ese edificio, y surgió la idea de abrir una vidriera, como eran las antiguas vidrieras de La Favorita”.
Con material patrimonial del museo pero también de la colección privada de la familia García, en el espacio se vincularon diferentes elementos históricos de la tienda: una maqueta, un cuadro, una valija con valor patrimonial, pero también afectivo. Mientras que, en otro espacio, se recreó un living de hace algunas décadas, con algunos guiños de la colección textil en la que el museo viene trabajando.
“Ese trabajo funcionó mucho desde la cuestión recuerdista y, también, generaron mucho impacto esas vidrieras abiertas después de meses de la partida de Falabella. Fue muy significativo para la ciudad, y en ese marco propusimos un proyecto muy similar de expansión de las vidrieras a los barrios, por eso estamos en esta etapa rastreando cuáles son las vidrieras para contar, en primera instancia en barrio Corrientes, junto a todo un trabajo de puesta en valor del lugar”, cerró Charles.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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