Lucía Dozo


A una hora de la ciudad puede disfrutarse de un entorno natural donde se desarrolla la actividad vitivinícola. Hay una serie de viñedos cerca de Rosario que forman parte de la ruta del vino en Victoria; es un atractivo turístico que está comenzando a desarrollarse con fuerza en la ciudad entrerriana, que ya tiene su punto de inicio en la bodega BordeRío, construida en un espacio próximo al Paraná y desarrollada sobre una futura reserva natural en desarrollo.

La propuesta de enoturismo es ideal tanto para expertos en vinos como para aficionados. Visitar los viñedos, las bodegas y degustar las producciones de la región resulta toda una experiencia, teniendo en cuenta, además, que habitualmente ese tipo de actividades, o las más promocionadas, son realizadas en otras regiones del país, más alejadas de Rosario.

“Nuestras tierras albergan vida para la diversidad, por ello Entre Ríos se caracteriza por las múltiples producciones. Desde hace algunos años a esa diversidad se sumó la vitivinícola, una producción con historia y que en la actualidad se desarrolla forjando una identidad vitícola local. En Manos Entrerrianas contamos con dos emprendimientos que se dedican a producir y comercializar vinos ciento por ciento entrerrianos”, explican desde el espacio.

Cabernet, pinot noir, malbec, semillón, gamay, sauter y, fundamentalmente, lorda eran las cepas de los viñedos que se extendieron por el campo de Entre Ríos. Esta provincia logró un amplio desarrollo en la industria vitivinícola entre finales del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX, convirtiéndose en la cuarta provincia productora de vinos del país. Luego de la crisis de 1930, se priorizó la producción nacional solo en la zona de Cuyo. En 1937, una ley nacional dispuso la creación de la Junta Reguladora del Vino, que tuvo como función concentrar y otorgar exclusividad a la producción en Cuyo. En 1993 esa ley se derogó, dejando liberada la plantación, implantación, reimplantación y modificación de los viñedos en todo el territorio argentino. La Ruta del Vino entrerriana está integrada por Refugios de Victoria, Borde Río y Colinas de Baco.

Refugios de Victoria
Es una bodega-hotel rodeada de viñedos y greens de golf, enclavada en las cuchillas entrerrianas. La propuesta para los visitantes incluye un recorrido por el viñedo, la visita a la bodega y participar de una degustación. También se puede optar por el spa del vino, las prácticas de golf, la pileta, los paseos en bicicleta por la ciudad de Victoria, conocer allí la Abadía de los monjes benedictinos, el parque acuático termal, los humedales del río Paraná y el casco histórico.

Cuenta con plantaciones de malbec, cabernet franc, merlot y chardonay provenientes del vivero de genética Mercier de la provincia de Mendoza, todas implantadas en sistemas de espalderas. En cuanto a días y horarios de visita, a la bodega de arte con degustación se accede de martes a domingos de 10 a 14. La visita incluye un paseo por la bodega con degustación, desayuno buffet, habitaciones con camastros de descanso, bicicletas de paseo, canchas de golf con carro de palos y pelotas (uso ilimitado), pileta, wifi y estacionamiento semicubierto.

BordeRío
BordeRío Bodega & Viñedos es una finca con viñedos, bodega y olivares también situada en Victoria. Fundada por Verónica Irazoqui y Guillermo Tornatore, el proyecto nació y creció, según señalan, con el desafío de revalorizar una tradición vitivinícola olvidada en la zona.

La finca tiene 365 hectáreas, de las cuales 18 están destinadas a la plantación de vides de distintos varietales de uva tinta y blanca. Cuenta además con una superficie con 7.000 olivos y una bodega de 1.800 metros cuadrados con equipos de última generación.

Puede extenderse la visita con alguna de las propuestas gastronómicas luego de finalizar el recorrido. Estos son los datos (días y horarios) sobre las visitas guiadas y el restaurante: con degustación de 4 vinos, los viernes, sábados, domingos y feriados a las 10, 11, 12, 15, 16 y 17. La bodega abre de lunes a viernes de 10 a 18, los sábados de 9 a 19 y de 19 a medianoche para cenar, y los domingos y feriados, de 9 a 18. Los almuerzos se realizan de viernes a domingos y feriados, mientras que las cenas, solo los sábados de 19 a medianoche, con reserva previa.

Desde Rosario, la agencia Argard Viajes organiza un tour desde Rosario a Victoria, que dura medio día y visita la bodega BordeRío, en donde se realiza una degustación.

Corrales Vier
El viñedo boutique de Corrales Vier está ubicado a 6 kilómetros de Victoria, camino a Nogoyá. Una pequeña viña artesanal, atendida por sus dueños, se enclava en el ondulado paisaje entrerriano. “Estamos trabajando merlot, malbec, cabernet sauvignon y tannat. Además, con el INTA trabajamos con una parcela de ensayo con la variedad marcelane, que tiene como parentales al cabernet sauvignon y garnacha o grenache”, explican desde el espacio. La agencia Argard propone un tour que se inicia en Rosario y realiza la visita guiada a Corrales Vier y la degustación.

Colinas de Baco
Este complejo de 3 hectáreas incluye casas de 1 y 2 dormitorios, camping, viñedo, bodega, piletas, toboganes acuáticos, quincho con juegos, bar y prooveduría. En la ladera de una colina que llega al Delta del Paraná está asentada la bodega boutique y el viñedo conformado por 2.000 plantas certificadas traídas de la ciudad de Mendoza e injertadas en un pie elegido especialmente para el suelo y el clima de la zona.

Organizado en 56 hileras de quebracho colorado, el viñedo tiene una orientación que le asegura una iluminación solar durante todo el día, el corrimiento de las aguas en la estación húmeda y un suelo calcáreo franco areno y franco arcilloso que brindan condiciones excepcionales. Las visitas guiadas invitan a conocer la historia y la actualidad del proyecto, con manejo ecológico de la producción vitivinícola.

En Rosario: catas de vinos en velero

El ETUR (Ente Turístico Rosario) propone, entre otras actividades tanto para los rosarinos y como para los turistas, una navegación a vela por el Paraná durante el atardecer. Se agregan a la experiencia la cata de una selección de vinos o cervezas, y el maridaje con quesos y embutidos de elaboración artesanal, a partir del contacto directo entre el productor y la materia prima. En cuanto a días y duración del paseo, se realiza de miércoles a domingos y dura dos horas. La apacible navegación permite disfrutar del entorno natural y, además, tener una vista privilegiada de la ciudad de Rosario desde el río.