Gisela Mesa
El bandoneonista y compositor aplaudido en escenarios como el Lincoln Center de New York, Lituanian Center de Philadelphia y Merkin Concert Hall de Manhattan, entre muchos otros, comparte su nueva obra grabada junto al quinteto de vientos Usach, en enero de 2022 en el teatro Aula Magna la Universidad de Santiago de Chile. Ragusa se destacó con Tanghetto (“Hibrid Tango”, nominado al Latin Grammy 2018), tocó con Paquito de Rivera, Néstor Marconi y Emilio Balcarce, entre otros grandes.
En 2021 presentó El Aleph Vol I y II con gran reconocimiento de la crítica y el público y este año lanza su nuevo Eolia, integrado por nueve composiciones de su autoría, orquestadas mediante lenguajes y herramientas compositivas de distintas vertientes. Sonoridades provenientes del tango, el jazz y el folklore argentino dialogan dentro del universo de la llamada música académica.
Eolia cuenta con una primera parte introductoria titulada Suite del viento -escrita entre Montreal y Buenos Aires- e integrada por cuatro movimientos: “Preludio para el nuevo mundo”, “Vértigo”, “Annes lumieres” y “Epílogo” dedicado al padre del artista. El disco reserva además un lugar especial en homenaje al célebre bandoneonista Vicente Greco (1888-1924) con el arreglo de su tango “Ojos Negros” y al cineasta David Lynch, en la pieza “Eraserhead” reversionada para la presente formación. Completan el álbum la pieza “Rio Negro” (primera composición de Ragusa), más “Cartuchín” y “Tema de Cata”, dedicados a sus dos hijos.
Eolia (territorio del dios Eolo, quien controlaba los vientos por gracia de Zeus) es también un exquisito homenaje del artista a su mentor y maestro Manolo Juárez, y podrá disfrutarse a partir del 11 de agosto en todas las plataformas digitales de música y el 28 del mismo mes -en vivo- en La Usina del Arte junto a Diego Alonso Vieytes Gonzalez (flauta), Diego Fabian Agusto Zambrano (oboe), Sebastian Vicente Villegas Mundaca (corno), Alejandro Antonio Vera Molina (fagot) y Pablo Salvador Valdes Barrera (clarinete). Mirador Provincial mantuvo una charla amena con Ragusa sobre este nuevo material musical y recorrimos parte de su trayectoria.
-¿Qué corrientes musicales incidieron en vos para elegir la música como profesión?
-La música con la cual comencé a dedicarme profesionalmente fue el tango. Con el devenir de los años se fueron sumado otras pero el tango es un género que siempre me acompañó.
-¿Cómo transcurriste tu infancia? ¿Qué música se escuchaba en tu casa?
-Mi infancia transcurrió en el conurbano bonaerense, en la localidad de Ciudadela. Alternaba entre colegio, amigos, club y atisbos de gustos musicales. En mi casa se escuchaba tango y folclore argentino.
-¿Cómo nace el proyecto musical, Eolia? ¿Cuál fue la génesis?
-Desde 7 años atrás hasta la fecha vengo trabajando con instrumentos de viento de madera. Eolia es la continuación de ese recorrido donde he incorporado al corno que, si bien es un bronce, está muy emparentado con las maderas ya que en un integrante de una de las formaciones estandar de la música de cámara como lo es el quinteto de vientos. Como todos sabemos dicho quinteto lo completan la flauta, el oboe, el clarinete y el fagot. Como antecedente en 2017 hemos grabado el album “Dinámica del viento” junto al Quinteto de Academia, el
cual es un cuarteto de maderas más bandoneón. No obstante yo, conociendo la exquisita sonoridad del quinteto de vientos, siempre tuve la inquietud de escribir para esa formación.
En 2021 me fue otorgada la Beca a la Creación del Fondo Nacional de las Artes para la concreción de este proyecto. Fue así como me contacté con los talentosos músicos del Quinteto USACH, de Santiago de Chile y en enero de 2022 realizamos la grabación de esta música en el Teatro Aula Magna de la Universidad de Santiago de Chile. Dicho trabajo fue editado por el sello Aula Records.
-¿Cuál es su opinión sobre algunos músicos que han marcado la historia?
-En mayor o menor medida todos quienes han creado música nueva o la llevaron un poco más allá en términos musicales nos dejaron una huella importante y un camino a seguir o, al menos, transitar. Si bien es indiscutible que nuestro padre Bach ha marcado la historia, también lo han hecho artistas como Eduardo Arolas, Maurice Ravel, el Cuchi Leguizamón y Frank Zappa, por nombrar algunos. A todos ellos debemos agradecer su compromiso y dedicación para con la música.
-¿Considerás a estos músicos Discépolo, Manzi, Contursi, Cadícamo, Cátulo Castillo, los hermanos Espósito, Horacio Ferrer y Eladia Blázquez, poetas del tango?
-Absolutamente, todos ellos son figuras que han enaltecido el género y dejaron un legado que de a poco se está recuperando con la nueva poética del tango de nuestros días.
-¿Qué persona o suceso ha influido en su vida de manera sustancial?
-Definitivamente el hecho de haber encontrado en mi camino la presencia del maestro Manolo Juarez ha sido de un valor incalculable. Con él dí mis primeros pasos como compositor.
-¿Cómo es el público de Nueva York y Montreal?
-La gente de esas ciudades, entiendo que debido a su carácter cosmopolita, es muy ávida de nuevas expresiones musicales. Si bien aprecian los géneros puros, como por ejemplo el tango tradicional, festejan con igual entusiasmo las nuevas composiciones tanto en el ámbito académico como popular.
-¿Cómo vivís el hecho de ser un referente para los más jóvenes?
-Uno, al igual que quienes nos antecedieron, intenta a fuerza de trabajo, estudio y dedicación aportar con felicidad su porción de creatividad a la música. Trazar senderos nuevos para que otros los visiten y de allí sigan su nuevo camino.
-¿Creés que la música es un modo de volver imaginariamente al pasado?
-Creo que la música es un constante presente. Naturalmente es imposible escuchar, por dar un ejemplo, música antigua y no pensar en esa época. De la misma forma que uno escucha los tangos de Arolas e imagina a la Argentina del Centenario.
-¿Qué travesía musical pasa por tu cabeza a la hora de componer?
-Cuando me dispongo a crear nueva música, salvo que ésta sea para una comisión en particular, no me impongo limitaciones estéticas ni de géneros. Dejo que la misma música me vaya guiando hacia donde tenga que ir.
-Hablanos de Manolo Juárez.
-Manolo fue quien me alentó, a partir de ejercicios de composición, a que escriba arreglos para instrumentos de madera cuando yo no tenía aún intenciones de escribir música de cámara ni soñaba con que iba a caer bajo los encantos de estos bellos sonidos. “Vos tenés que conocer todos los instrumentos de la orquesta” me decía. Manolo fue un gran maestro, un ser muy querido. Rescato innumerables enseñazas y momentos compartidos, entre ellas la generosidad sin límites para con sus alumnos, las largas charlas frente a un café una vez finalizada la clase, el compromiso con la música, con el estudio y la creación musical. Me siento muy afortunado de haberlo tenido tantos años como maestro.
-¿Cómo ves la educación musical en las escuelas y colegios?
-Hoy en día la enseñanza musical carece del lugar que se merece dentro de los espacios escolares. No se le da la importancia necesaria, al igual que a las letras o las artes en general. La música junto con las demás expresiones artísticas se encuentra relegada a un segundo plano. Por esa razón es que tampoco existe una cultura popular de avidez por el Arte en nuestra sociedad.
