Mientras espera por el partido del miércoles en Mar del Plata ante Aldosivi, Newell’s busca ordenarse de manera interna.

Desde la salida de Javier Sanguinetti como entrenador, en el Parque Independencia parecen haber perdido la brújula y todo ese caos se refleja en los resultados.
A pesar de la victoria en Liniers ante Vélez que trajo algo de calma, la eliminación por Copa Argentina echó por tierra cualquier atisbo de recuperación y la impaciencia de los hinchas se hizo escuchar.

Mientras el presidente leproso afirma una y otra vez que no van a apurarse en la contratación de un nuevo estratega, los partidos siguen pasando y los puntos se siguen dilapidando.
Adrián Coria, quien estuvo ante Talleres por copa y dirigió ayer contra Gimnasia, lo hará nuevamente pasado mañana ante el Tiburón y el sábado contra Sarmiento en el Coloso. Estos partidos serían el tiempo que la comisión directiva se tomaría para decidirse por el nuevo estratega.

A pesar de ello, el nombre no está claro, por lo menos eso se desprende de las declaraciones que el propio presidente rojinegro le dio al diario La Capital: “Esta semana tendremos nuevas reuniones con otros postulantes. Había seis técnicos en carpeta y algunos ya dijeron que no. Prefiero no hacer mención puntual de nombres. Buscamos una solución que incluya el presente, el mediano y el largo plazo. En el fútbol argentino hay varios interinatos, como por ejemplo el de Hugo Ibarra en Boca. El fútbol argentino no goza de tener entrenadores de renombre y nosotros no nos apresuraremos y haremos lo máximo para elegir bien”.

Sin un apellido “fuerte”, los ofrecidos y los evaluados abundan. El colombiano Juan Carlos Osorio sigue en carrera, aunque su contrato no esté en condiciones de ser afrontado por la economía que hoy maneja Newell’s.

Otro candidato que empezó a tomar fuerza en las últimas horas es Gerardo Ameli. El entrenador, de gran paso por Perú y Chile, conoce a la perfección el mundo leproso ya que su hijo, hoy uno de sus ayudantes, jugó hasta la cuarta división de AFA en el Parque y es confeso hincha del club.

Además, Roberto Sensini y Ricardo Zielinski no están descartados, pero tienen distintas realidades.
La forma en que se manejaron los dirigentes con Sensini dejó mucho que desear y Boquita quedó muy dolido con ese destrato, por lo que pensaría dos veces a la hora de volver a escuchar alguna propuesta que llegue de parte de Newell’s.

Por el lado del Ruso, depende del contrato que lo une a Estudiantes de La Plata, a pesar que, luego de la eliminación en Copa Libertadores, había presentado la renuncia.

Por ello, de inclinarse por el todavía DT Pincha, la Lepra debería esperar a que termine el campeonato, algo que no parece muy conveniente porque tiene que sumar la mayor cantidad de puntos posibles para no complicarse en los promedios del año que viene ya que, con este presente, comenzaría en el puesto 20 de 28 con cuatro descensos estipulados.

Newell’s necesita dar un paso al frente alguna vez. Las improvisaciones lo llevaron a un lugar que todavía está padeciendo y del que parece no saber salir.

Las fechas pasan y las buenas intenciones no alcanzan para tomar decisiones efectivas para que el club pueda pensar en otra cosa que no irse al descenso año tras año.


Ditta, el objetivo del mercado

Más allá que faltan varios meses para que se abra un nuevo libro de pases, en Newell’s ya están trabajando en la conformación del plantel para la temporada 2023.
Una de las prioridades para ese proyecto es contar con el colombiano Willer Ditta y, para ello, buscarán comprarle el pase.

Las buenas actuaciones del defensor convencieron a los dirigentes y se avanza en hacer uso de la opción, fijada en 800 mil dólares por el 80 por ciento del pase.

Ditta se transformó rápidamente en un caudillo de la defensa y armó una zaga confiable con Cristian Lema en la Copa de la Liga.

A pesar que el nivel del equipo decayó notablemente en la Liga Profesional, el jugador cafetero sigue siendo lo más regular del conjunto, incluso con distintos compañeros ya que, por la lesión de Lema, armó dupla tanto con el paraguayo Gustavo Velázquez como con el juvenil Facundo Mansilla.