Foto:Archivo
El golpe sufrido en La Paternal pegó fuerte. Tras dos buenas presentaciones ante San Lorenzo y Talleres, Central buscaba hilvanar una nueva alegría, pero se quedó sin nada.
Pensando en el juego de este jueves ante Estudiantes, los dirigidos por Carlos Tevez tendrán delante la última chance para soñar con la clasificación a una copa internacional.
El entrenador canalla fue ambicioso y no dudó en elevar la vara de lo que venía siendo la campaña auriazul. La zanahoria quedó alta y el tropezón ante Argentinos Juniors complicó aún más las cosas.
De los últimos ocho partidos, Central perdió cuatro, empató dos y ganó dos y por esta irregularidad se puede explicar lo complejo del objetivo propuesto por Tevez.
Es cierto que Central levantó desde la llegada del Apache y su cuerpo técnico, pero también es cierto que el equipo estaba en el fondo y subir un par de escalones era casi una obligación.
Más allá que los números generales no son malos (cinco victorias, tres empates y seis derrotas), el juego no termina de despegar y, sobre todo, no aparece un once confiable para dar el salto.
En las nueve fechas que faltan, más allá de clasificar o no a una copa, lo necesario e indispensable pensando en el futuro, es que el entrenador le pueda dar forma a su idea de juego y cuente con los interpretes necesarios.
Alguna vez fue el propio Tevez el que admitió que cambia partido a partido para ver y conocer a todos los jugadores y, a fin de año, poder tomar una decisión en la conformación del nuevo plantel.
Así, la semana pasada le dio la chance a Jorge Fatura Broun de volver a ocupar el arco, después de diez meses de ausencia y el golero cumplió con creces por lo que este jueves seguiría en el elenco titular, relegando nuevamente a Gaspar Servio al banco de suplentes.
Vale recordar que a ambos futbolistas se les vence el contrato este 31 de diciembre y difícilmente puedan continuar los dos, por lo que el DT deberá decantarse por uno de ellos.
En materia futbolística, el cuerpo técnico trabaja para darle mayores herramientas al equipo y apuntalar aspectos muy precisos del juego.
El sube y baja permanente en el que parece estar Central desde hace un año a esta parte, choca con cualquier deseo, planificación u objetivo a largo plazo, más si se tiene en cuenta que a fines de octubre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales.
Es cierto que ningún candidato de la oposición se manifestó en contra de la continuidad de Tevez, pero tampoco lo hicieron a favor.
En este contexto, cualquier traspié o equivocación puede exponer aún más la figura del orientador táctico que pasó de un amor a primera vista por el triunfo en el clásico a un pasaje de inestabilidad que, en cualquier momento, puede traducirse en la frase que nadie quiere escuchar: “Tenemos que hablar”.
Tevez sabe que no tiene mucho tiempo, pero tampoco demasiadas oportunidades. Esta semana la considera decisiva para lo que quiere del plantel y la parte anímica y emocional serán esenciales para lograr una meta superadora después de tantas pálidas.
Ortiz sí, Tanlongo ni
La comisión directiva de Central encara la recta final del campeonato con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Es por eso que cada movimiento tiene un tinte político, de especulación y de optimismo por parte del oficialismo.
Así, sabiendo que por primera vez desde que asumieron en 2014 los números les dan la espalda, confían en poder dar vuelta el boca de urna y toman decisiones esperando un efecto positivo en la masa societaria.
Luego de la salida de Raúl Gordillo como mánager, el fútbol canalla pasó a tratarse en la mesa chica de los dirigentes, con Ricardo Carloni como figura fuerte.
El presidente en ejercicio se reunió con los representantes de los juveniles Kevin Ortiz y Mateo Tanlongo con la intención de renovar y mejorar sus vínculos, aunque las respuestas fueron dispares.
Ortiz ya dio el ok para cerrar todo y renovar hasta diciembre del 2024, mientras que por el lado de Tanlongo la cosa no es tan sencilla y por ahora el volante de contención no aceptó las condiciones que le pusieron sobre la mesa.
Pensando en el juego de este jueves ante Estudiantes, los dirigidos por Carlos Tevez tendrán delante la última chance para soñar con la clasificación a una copa internacional.
El entrenador canalla fue ambicioso y no dudó en elevar la vara de lo que venía siendo la campaña auriazul. La zanahoria quedó alta y el tropezón ante Argentinos Juniors complicó aún más las cosas.
De los últimos ocho partidos, Central perdió cuatro, empató dos y ganó dos y por esta irregularidad se puede explicar lo complejo del objetivo propuesto por Tevez.
Es cierto que Central levantó desde la llegada del Apache y su cuerpo técnico, pero también es cierto que el equipo estaba en el fondo y subir un par de escalones era casi una obligación.
Más allá que los números generales no son malos (cinco victorias, tres empates y seis derrotas), el juego no termina de despegar y, sobre todo, no aparece un once confiable para dar el salto.
En las nueve fechas que faltan, más allá de clasificar o no a una copa, lo necesario e indispensable pensando en el futuro, es que el entrenador le pueda dar forma a su idea de juego y cuente con los interpretes necesarios.
Alguna vez fue el propio Tevez el que admitió que cambia partido a partido para ver y conocer a todos los jugadores y, a fin de año, poder tomar una decisión en la conformación del nuevo plantel.
Así, la semana pasada le dio la chance a Jorge Fatura Broun de volver a ocupar el arco, después de diez meses de ausencia y el golero cumplió con creces por lo que este jueves seguiría en el elenco titular, relegando nuevamente a Gaspar Servio al banco de suplentes.
Vale recordar que a ambos futbolistas se les vence el contrato este 31 de diciembre y difícilmente puedan continuar los dos, por lo que el DT deberá decantarse por uno de ellos.
En materia futbolística, el cuerpo técnico trabaja para darle mayores herramientas al equipo y apuntalar aspectos muy precisos del juego.
El sube y baja permanente en el que parece estar Central desde hace un año a esta parte, choca con cualquier deseo, planificación u objetivo a largo plazo, más si se tiene en cuenta que a fines de octubre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales.
Es cierto que ningún candidato de la oposición se manifestó en contra de la continuidad de Tevez, pero tampoco lo hicieron a favor.
En este contexto, cualquier traspié o equivocación puede exponer aún más la figura del orientador táctico que pasó de un amor a primera vista por el triunfo en el clásico a un pasaje de inestabilidad que, en cualquier momento, puede traducirse en la frase que nadie quiere escuchar: “Tenemos que hablar”.
Tevez sabe que no tiene mucho tiempo, pero tampoco demasiadas oportunidades. Esta semana la considera decisiva para lo que quiere del plantel y la parte anímica y emocional serán esenciales para lograr una meta superadora después de tantas pálidas.
Ortiz sí, Tanlongo ni
La comisión directiva de Central encara la recta final del campeonato con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Es por eso que cada movimiento tiene un tinte político, de especulación y de optimismo por parte del oficialismo.
Así, sabiendo que por primera vez desde que asumieron en 2014 los números les dan la espalda, confían en poder dar vuelta el boca de urna y toman decisiones esperando un efecto positivo en la masa societaria.
Luego de la salida de Raúl Gordillo como mánager, el fútbol canalla pasó a tratarse en la mesa chica de los dirigentes, con Ricardo Carloni como figura fuerte.
El presidente en ejercicio se reunió con los representantes de los juveniles Kevin Ortiz y Mateo Tanlongo con la intención de renovar y mejorar sus vínculos, aunque las respuestas fueron dispares.
Ortiz ya dio el ok para cerrar todo y renovar hasta diciembre del 2024, mientras que por el lado de Tanlongo la cosa no es tan sencilla y por ahora el volante de contención no aceptó las condiciones que le pusieron sobre la mesa.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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